Capítulo 7 - Nueva vida.

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Seguía mirando la pantalla de mi celular, después de tanto pensarlo, escribí un mensaje de contestación para Brian.

"No te preocupes, entiendo que te hayas enojado, espero pronto salgas y podamos reencontrarnos nuevamente" Luke _ 5:35 PM.

Oprimí enviar y no pasaron ni dos segundos cuando sentí que llegó un nuevo mensaje.

"Si, seguro mañana ya me dan de alta, te aviso, así vienes a mi casa" Brian _ 5:35 PM.

"Si, está bien, nos vemos entonces" Luke _ 5:36 PM.

"Hey, espera, ¿A que no sabes que sucedió un rato después que te fuiste?" Brian _ 5:37 PM.

"No, ni idea, ¿Qué pasó?" Luke _ 5:37 PM.

Le envié ese mensaje pensando en la enfermera, pues era más que obvio que si sabía que había pasado.

"Empezaron a escucharse gritos y gente que corría de un lado a otro y recién vino una enfermera muy asustada, le pregunté qué había sucedido y me dijo que habían asesinado a una compañera suya de una manera muy horrible, la habían degollado, ¿Puedes creerlo?... yo estoy loco, es de terror esto, te pone los pelos de punta, ¿No crees?" Brian _ 5:40 PM.

"Que increíble... sí obvio es una situación loca después de lo que te paso a ti, ahora matan a alguien cerca de ti, es un día terrible" Luke _ 5:42 PM.

"Si, tienes razón, ahora estoy un poco asustado" Brian _ 5:42 PM.

"¿Por qué?" Luke _ 5:42 PM.

"Y no es para menos, no crees, matan a alguien y yo acá solo en mi habitación y no saben quién lo hizo o si sigue en el hospital... ahora está lleno de policías rastrillando el lugar, pero igual es una mierda" Brian _ 5:44 PM.

"Te entiendo, sólo no pienses en ello" Luke _ 5:45 PM.

"Bien, igual recién llegaron los chicos, así que ahora estaré más tranquilo... bueno te dejó, nos hablamos mañana" Brian _ 5:46 PM.

"Listo, nos vemos mañana" Luke _ 5:47 PM.

Dejé mi celular en la mesa de luz y me recosté en mi cama, pensando en lo que pasó hoy, cerré mis ojos y sólo deseaba descansar y soñar con eso de nuevo.

Un año después...

Mierda, era mi cumpleaños 18 y sabía que todos estaban programando una fiesta, principalmente mi hermana que no dejaba de reír desde hace una semana y a quien me daban ganas de ahorcar, obviamente en el buen sentido de la palabra, yo nunca tocaría a mi hermana, porque le pedí que no hiciera nada, ya que odio las fiestas y acá estoy, encerrado en mi habitación, escuchando como están cuchicheando abajo.

Yo hacía mis maletas para trasladarme a la universidad, me quedaba sólo una semana para empezar una nueva vida, me sentía un poco raro, ya que no conocía con quien compartiría dormitorio y realmente no me gustaba no tener el control de algo.

—¡Hermano!

—Uff, ¿Ya tenías que venir a molestar?

—Oh vamos no seas tan aguafiestas, baja —me dijo Lauren del otro lado de la puerta.

—La verdad hermana, ¿No entiendo cuál es la parte del "No quiero festejar mi cumpleaños" "No me gustan las fiestas" que no entendiste?

—Mmm creo que no entendí el "No" ... y ahí me quedo —añadió sonriendo.

—Demonios, eres insufrible.

—Pero así me quieres, ¿O no?

—Si, está claro eso, no crees —le dije abriendo la puerta de mi habitación pensando que era la última cosa que mi hermana iba a obtener de mí, al quedarme tan poco tiempo en casa.

Bajamos y vi que había muchas personas, mis abuelos, amigos y amigas de mi hermana, a las cuales quería sacarles esos ojos con un cuchillo, sólo me miraban y movían sus pestañas de manera tan obvia hacia mí, que me daban asco, se sonreían mordiendo sus labios tratando de llamar mi atención, pero era imposible no mirarlas.

Seguí mi camino, saludando a todos lo más rápido posible, agradeciendo su presencia allí, llegué a la cocina y me serví algo para tomar, charlé y me reí un rato con mi grupo de amigos, que no podrían llamarse amigos, pero son los que estaban compartiendo conmigo esos últimos días, pasaron las horas y salí a tomar un poco de aire, ya no soportaba a nadie.

—¡Hola! —sentí que dijo una voz femenina a mis espaldas.

—Hola —añadí sin girarme, tomando un sorbo de mi vaso, mirando a la distancia, pensando en qué diablos quería.

—¿Estás cansado de tanto ruido?

—Si —le dije de forma cortante sin mirarla.

—¿No tienes frío?, está refrescando un poco —me dice parándose a mi lado, tomando con su mano mi brazo, por lo que me giré y la miré con mis ojos entrecerrados, dándole a entender que no pusiera su mano en mí, notando que era una chica muy rubia de ojos claros, igual a tantas otras con quienes estuve el tiempo que duró mi necesidad.

—No, no tengo frío —mencioné, quitando mi brazo de ella, caminando para alejarme.

—Mmm, me llamo Bianca, no había tenido la oportunidad de presentarme —dijo siguiéndome—. Y la verdad que hace tiempo que quería hablarte.

—Que bien, yo la verdad nunca te preste atención, es la primera vez que te veo —contesté para que dejara de molestarme.

—A y... ¿Qué te parezco? —me giró, la miré a los ojos y acerqué mi rostro al suyo muy despacio, roce con mis labios su oreja, sintiendo como su respiración se aceleraba.

—Una regalada —le dije en un susurro, alejándome, dejándola sola parada en la oscuridad.

Oscuridad En Mi MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora