Capítulo 11 - Tú lo pediste.

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Me acerqué al lavamanos y abrí el grifo, pasé mis manos por el agua, para luego llevarla hasta mi rostro, el agua estaba un poco fría, lo cual me causaba una sensación de relajación. La única manera para que esa chica se aleje de mí, es a causa de su muerte, tengo que matarla. Sin pensarlo dos veces salí del baño, dispuesto a ir hasta donde los demás se encontraban.

Los observé, Pablo me miró más confundido que antes, pero aun así sonrió, al igual que Carlos y Danna, sí, creo que ese es su nombre.

—Hace un rato, estábamos por presentarte a Danna —alegó Carlos sonriendo. La chica me miró confundida, vaya, debe pensar mal de mi ahora.

—Soy Luke, un gusto conocerte —ella extendió su mano para saludarme, pero yo no imité su gesto —. Luego hablamos.

Me alejé de ellos lo más rápido que pude, sólo quería pensar las cosas estando solo, y que mejor que se una, una tercera persona a mi lista, salí del edificio y comencé a caminar hacia el bosque, supongo que será mi lugar especial, metí mis manos a mi bolsillo, y ahí estaba, mi navaja.

Pasé mis dedos por ella, luego comencé a visualizar a todas las personas que caminaban por aquí, para mi mala suerte, ninguna de ellas caminaba sola, por lo cual iba a ser un poco difícil encontrar a la persona indicada. Me detuve un momento, ya que mi celular vibro, rápido supuse que sería Brian, preguntando si iré o no a la carrera del viernes, y al sacar mi celular, afirmé lo que estaba pensando.

"Hey Luke, hable con un amigo, y quiere más personas reunidas en la carrera, para que apuesten y las ganancias sean más elevadas, si quieres puedes llevar a tus nuevos amigos, piénsalo y me avisas" Brian _ 5:23 PM

"Me lo pensaré, yo te aviso" Luke _ 5:25 PM.

Guardé mi celular, y al levantar mi vista al camino la miré, era Daila, y para mi sorpresa estaba sola, creo que es mi momento de saciar estas ganas que tengo de ver sangre, y que mejor que con ella.

Caminé hasta ella, la tomé de la mano y le sonreí.

—¿Qué intentas? —preguntó ella con una sonrisa pícara—. Primero parecía que te asustó que te besara, y ahora vienes a buscarme buscando más.

No respondí nada, solo la tome del brazo y la lleve hasta los árboles, para no correr el riesgo de que alguien nos viera.

—Luke, quiero ser una de tus mujeres de solo una noche —anunció Daila con la respiración agitada, sonreí malévolamente, parece que si serás de una sola noche, pero porque vas a morir.

Le di la vuelta, para que ella quedara frente a un árbol, tan solo se reía como una estúpida, lentamente saqué mi navaja y la acerqué a su cuello, mientras tomaba el cabello de Daila, y lo jalaba hacia atrás.

—Oh si, Luke, trátame mal —gimió Daila mientras lamia sus labios, ella mantenía sus ojos cerrados, por lo cual no se percataba de nada.

Puse la navaja en su cuello, y la deslicé un poco, la sangre brotó al instante, luego con mi dedo, la toqué, lo que ocasionó que ella sobresaltara.

—¿Qué haces? —preguntó alarmada.

—Tratarte mal, como lo pediste —sonreí de lado maliciosamente. Ella tan solo se quedaba mirándome con un tono de miedo en su rostro.

—Ya no quiero, me voy.

Cuando estaba por irse, tomé su mano, y la acerqué a mí.

—Apenas estamos empezando, tu querías esto, ahora aguántate.

La tomé bruscamente del cuello, luego la choqué contra el árbol, ella lanzó un pequeño quejido, ahora la sujete del cabello, llevando su cabeza hacia atrás, y sin esperar más, deslicé la navaja por completo por su cuello, la sangre comenzó a caer en mi cara, amo esta sensación, con la navaja nuevamente hice otro corte. Más y más sangre caía sobre mí, empapando mi rostro y mi camisa.

—¡Luke! —gritó Daila sacándome de mis locos pensamientos—. ¿Tienes algún fetiche con la sangre? Si es así, perdón, no me interesa estar contigo, es algo asqueroso.

Negué con la cabeza, luego la miré limpiándose la poca sangre que continuaba saliendo de su pequeño corte en el cuello.

—No, tú lo pediste, sólo estaba obedeciendo.

Sin decir nada más, ella se fue, dejándome con estas enormes ganas de sentir su sangre tibia sobre mi piel. No tuve opción que irme a mi dormitorio, donde al llegar, Pablo ya se encontraba ahí, y me alivio demasiado que solo estuviera él.

—Luke, ¿Estás bien?

No le respondí, tan solo me acerqué a mi cama, y me recosté.

—Necesito que me expliques bien lo de Daila, ¿Qué pasa con ella?

Miré a Pablo, sonreía como estúpido, esperando que le respondiese.

—Sólo quiero que la alejes de mí, haz eso y estaré agradecido —me di la vuelta sin esperar su respuesta, luego recordé lo que Brian me pidió, Pablo no se ve que le gusten las carreras, pero habría que preguntar—. ¿Te gustan las carreras?

—¿Clandestinas? —se adelantó a preguntar acercándose a mi cama—. Si es así, nunca he ido a unas, y me gustaría.

Bien, espero que Brian este feliz con que solo lleve a alguien, me di la vuelta en mi cama, y poco a poco me fui quedando dormido.

Oscuridad En Mi MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora