cap 12

20 3 0
                                    

                                               "La oscuridad nos define a todos. Cualquiera puede representar cualquier cosa a la luz del día, pero sólo por la noche, después de que el mundo se ha oscurecido, aparece nuestro yo real."
 

 

       

Desperté, un sentimiento oneroso me invadió, mire por todas las direcciones posibles dándome cuenta de que  todos los muebles que estaban a mi alrededor eran de un tono hueso casi blanco, estaba en una habitación (obviamente no mía) , me levanté de la cama con un poco de dificultad, me dolía el cuerpo como si hubiera corrido una carrera superman en menos de nueve minutos, apenas toqué el piso la puerta se abrió encontrándome así con  el rostro de un chico que no aparentaba ser mayor que yo y si era así tal vez  y con suerte un año o dos, lo mire unos segundos y solamente eso bastó para que un espeso silencio incómodo nos invadiera,el chico entró por completo a la habitación pero justo cuando la iba a cerrar la puerta entró un gato blanco, mire fijamente al gato y este se subió a la cama acostándose en mis piernas.

-Abajo Eneko - Habló el chico pelinegro, tenía la voz gruesa y ronca como esas voces que describen en esos famosos clichés de wattpad.- Baja de ahí.- Lo mire con desconcierto cuando de repente el gato se bajó de la cama transformándose ahora en una hermosa mariposa blanca, mi cara en ese momento debió de haber sido de wtf por que el chico pelinegro sonrió un poco para luego volver a su actual cara de culo.-Al fin despertaste - Dijo el chico cara de culo.

-¿Quien eres? - Pregunte cruzandome de brazos, en frente de mi apareció un enorme espejo con un hermoso marco dorado, mire mi reflejo encontrándome con una delgada chica con el cabello negro opaco y despeinado, tenía el vestido arrugado y mis calcetines estaban chuecos.- ¿En dónde estoy? _ Pregunté, pero el chico solamente se dignó a mirarme de arriba a abajo.

- Caleb llegará en unos minutos - Se acercó un poco y tiró unos jeans azules y una camisa de tirantes negra a la cama.- Elegí algo cómodo para ti, eres sencilla eso se nota.- Dijo señalando todo mi atuendo.- Supuse que te sentirías más cómoda así.- Tome la ropa de la cama y asentí en silencio. Aún no había respondido a mi pregunta.

-¿Quién eres? - pregunté nuevamente pero esta vez con un tono un poco más exigente para mi gusto, por lo general no me gusta utilizar tonos fuertes hacia las personas pero este chico se estaba ganando todo mi odio en tan sólo unos segundos.

-El baño está al fondo del pasillo a la izquierda - Me dió una última mirada pero lo ignore brutalmente.- No toques nada.- Iba a responderle como se merecía al hijo de su reputisima madre pero justo en el momento en el que iba a abrir la boca para decir una de mis sarandeses cerró la puerta de un azotón.

-Bestia - Dije sacando la lengua a la puerta como toda mujer madura que soy, caminé hacia el baño tomando en cuenta la dirección que me dió la bestia pelinegra esa., todo el pasillo era blanco, las paredes, el techo, hasta la madera del piso estaba pintada de blanco excepto la puerta al fondo a la izquierda, esa estaba pintada de un hermoso rojo carmesí que resaltaba entre todas las puertas color blanco del lugar, al entrar había una nota pegada en el retrete y junto a ella un conjunto de ropa interior de encaje color negro:

Se me olvidó darte la ropa interior, lo lamento

fue mi error.

Me senté en el retrete quedando cara a cara con el espejo, en este se reflejaba a una chica totalmente diferente, tenía unas enormes ojeras y mi cabello estaba opaco y desaliñado, me levanté del retrete y me despoje del endemoniado vestido y los calcetines, entré a la extravagante barra y dejé que el agua caliente hiciera su magia, sobé mi cuello y levanté la cabeza suspirando, veamos la situación:

E L E C T E D Donde viven las historias. Descúbrelo ahora