LA ORDINEM TELLIMUS UT DAEMONIS

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El sonido del reloj era como un recordatorio constante de que esto no era un sueño. Mi cuerpo parecía pequeño e insignificante comparado con el de los dos chicos que yacían  sentados  frente a mi, frote mi cara ya un poco molesta e irritada por la situación ¿Desde cuando mi vida se había convertido en una especie de mundo alternativo de pretty little liars? Estoy harta de no saber qué mierda está pasando, Caleb  no a hablado en más de veinte  minutos y eso me pone nerviosa; miré a los ojos al chico sin nombre pero este estaba serio, era como intentar interactuar con la pared.Quiero salir corriendo. Quiero saber qué está pasando. Quiero acostarme y rendirme. Quiero..quiero morir aquí mismo, esto es totalmente irreal, estoy alucinando de nuevo, tal vez ya estoy en el hospital de nuevo y.

-Deja de pensar eso Jess- Lo mire por unos segundos, tenía exactamente el mismo aspecto de hace dos años, su cabello, sus ojos, sus labios .- Me haces daño.

-Que te hago daño? - pregunté algo confundida. Aún puedo  recordar a la perfección  el día en el que Caleb se suicidó, mis muñecas ardían y ni siquiera sabía por qué, era como si una parte de mi hubiera muerto con él,  luego de unas horas recibí una llamada de la mamá de Caleb directa del hospital, la señora no paraba de llorar, parecía que la estaban matando y luego me informo de todo, una enorme nube de dolor me invadió - Ya no quiero sufrir más.- Dije con la voz ahogada.- Me haces más daño tu a mi.- Una lágrima rebelde hizo un recorrido por mi mejilla, él intentó hablar pero las palabras simplemente no salían, cerro los ojos con fuerza  suspiró.- Quiero la verdad... toda la verdad.- Me crucé de brazos y mordí mis labios, las lágrimas salían sin previo aviso provocando así que  las pecas de mi cara se  empaparan  en ellas.

-Existen algunas cosas que no me corresponde decirlas - Dijo el chico relamiendo sus labios.- Te lo contaré todo, lo prometo .- Noté una pequeña gota de remordimiento en sus ojos, algo estaba mal, él estaba triste por algo, un secreto tal vez, su dolor de podía palpar en el aire.- Pero por ahora solo te puedo decir ciertas cosas.

- Estoy harta - Dije mirando al suelo .- Harta de ti, de no saber qué está pasando.- Lo miré esperando a que reaccionara <<tengo que salir de aquí>>.

-Yo... yo igual  - Lo miré con cuidado, tenía una ligera expresión de dolor y su mirada estaba perdida, Intentó acercarse a mi pero yo retrocedí instintivamente chocando así con la parte trasera del sillón.- Tu eres especial Jess.

-¿A qué te refieres con especial? - Pregunté removiéndome en el sillón.

- Tu eres la tristeza misma - Lo miré incrédula <<¿Que vergas acabas de decir?>>.- Jessica, fuiste hecha de una lágrima.

-¿Me estás jodiendo, verdad?- Pregunté un poco molesta.

-Tu eres una parte esencial de Lucifer  - Me quedé perpleja en mi lugar, esto no me está pasando, oficialmente estoy loca.- Tu madre pertenecía a un culto llamado La ordinem tellimus ut daemonis.

-Ajá, y eso de que me sirve? - Pregunté algo molesta  <<¿No podían conseguir un nombre más corto?>> el solamente se limitó a darme una mirada de hastío para luego volver al tema.

- Como dije, ella pertenecía a un culto llamado la Ordinem tellimus ut daemonis - Se levantó de su asiento y caminó hasta la ventana y.- Ella fue elegida para dar tributo a Lucifer, era un ritual muy simple.

-¿Tributo? ¿Qué clase de tributo?

- Ella se entregó totalmente a él, pero, algo falló - Me miró cruzándose de brazos.- Él quería más.

-¿Quién? ¿Quién quería más? - Pregunte ya un poco intrigada.

-Él...Lucifer - Me miró con un poco de lástima.- Ella se entregó a él totalmente, cuerpo y alma, pero, él se enamoro, al final del ritual los miembros del culto la tenían que asesinar.- El horror se reflejaba en mi rostro como un espejo.- Él la protegió, mató a todos los del culto, menos a uno.

- Killian - Susurré .- Ese hijo de perra.

- Él logró clavar un cuchillo en su pecho - Se volteó y abrió la ventana provocando que el aire chocara abruptamente contra su rostro.- Aunque Lucifer quisiera matar a Killian no podría.

- Lucifer hizo un trato con Killian - Habló el chico sin nombre por primera vez.- Eran tributos y sacrificios a cambio de la vida eterna.

-El solamente cumplía con su parte del trato - Dije para mi misma, el chico sin nombre me miraba como si fuera lo más obvio del mundo.

- Marisa, tu madre, no se puedo resistir ante los encantos del demonio- Habló Caleb aun mirando hacia la ventana.- Antes de dar su último aliento Lucifer derramó una lágrima con la capacidad de revivirte a ti y a tu madre.- Para ese entonces yo ya no hablaba, solamente me sentaba escuchando atentamente.- Eres el fruto de una lágrima de Lucifer, una lágrima de tristeza pura.- No hablé, solamente lo mire atenta a sus palabras.- Él hizo un trato con tu madre,Lucifer le conseguiría un esposo digno de ella el cual la cuidaría como él no podría, él se encargó de proporcionarles salud y riqueza.

-¿A cambio de qué? - Pregunté un poco dudosa.

-A cambio tu madre cuidaría de ti con el amor que mereces _ ¿Qué fallo? _  Con el amor que él no podría darte, suena raro viniendo de Lucifer, pero, después de todo, él era un ángel. 

- Uno muy malo a mi parecer - Dije sarcástica.

-El fue castigado injustamente - Dijo el chico sin nombre .- Por el simple echo de pensar diferente al ¨Todo poderoso .- De la nada se mantuvo un silencio incómodo, levanté la mirada encontrándome con una mirada de lástima por parte de Caleb. 

  - Jessica, cuando tu cumplas los dieciséis años ella te llevará con él - Lo mire atónita en mi lugar, es demasiada información para mí.

-Yo...amm - Me levanté de mi  asiento y caminé hasta la ventana posicionándome junto a él.- Y Killian ¿Por qué me persigue? - Caleb me mira como si aún no hubiera comprendido nada.

- Tu madre era el último tributo que Killian le iba a dar a Lucifer para completar la transición a la inmortalidad- Lo miré dándole a entender que no lograba comprender.-  Jessica, el ritual no se completo .- Di un paso atrás sentándome en la cama.- Tu eres el último tributo, Killian te necesita.

-Caleb - Dije .- Me quiero ir a casa.

- Yo no te recomiendo que - Intento hablar pero lo interrumpí.

-¡Caleb! - Lo miré seria .- Creo que no entendiste, me voy.

- Yo te llevo - Se ofreció el chico sin nombre.

-No hace falta Ager - Habló Caleb.

- Creeme Caleb - Dijo el chico que ya tiene nombre mientras se ponía una chaqueta de mezclilla y tomaba unas llaves que habían aparecido repentinamente .- Hace falta .- Me dio un vistazo y se puso serio de nuevo.- Lamento no haberme presentado antes, mi nombre es Elián Ager Habacuc.

- Una cosa más - Dije parándome.- ¿En dónde estamos?

- Eso no es de importancia - Dijo Caleb para devolver su vista a la ventana, por primera vez me asomé logrando ver un espeso bosque con una niebla hipnotizante.- Y Jessica.- Voltee antes de salir logrando ver a un preocupado Caleb.- Por lo que más quieras, no llames la atención.

-Creeme - Dije antes de cerrar la puerta.- No pasará.- Azote la puerta y pegué mi espalda a esta.

- Vaya berrinche - Dijo Ager cruzado de brazos.- ¿Ya terminaste? - Miré a todas las direcciones posibles, estábamos parados frente a una enorme casa en el bosque, miré a Ager pero este estaba parado frente a un carro viejo.

-¿Cómo rayos? - Pregunte algo  exaltada.

-Tienes que empezar a acostumbrarte Jess - lo mire perpleja.- Vamos sube.- Entro al coche y lo encendió.- tu madre debe de estar preocupada.

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Capítulo basura, lo siento.

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