Capítulo 41: La Quinta Mizukage

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DISCLAIMER: NO SOY DUEÑO DE NARUTO, HINATA SÍ

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## Una semana después de la muerte de Yagura ##

El País del Agua se encontraba feliz. Las noticias de la muerte de Yagura a manos de Senju Naruto se esparcieron por todo el país como un fuego descontrolado. El hecho de que un solo shinobi conquistara la Aldea de la Niebla y derrotara a su líder era el tema de conversación de todo el país.

Un solo hombre había asediado a la Aldea de la Niebla y venció a dos mil shinobis y a su comandante, Yagura, Jinchuuriki del Sanbi, la tortuga de tres colas. Historias de cómo Naruto se alzó hacia los cielos y controló los rayos, como enormes meteoritos llovían, cómo creo gigantescas olas de fuego negro y convocó al propio Kyuubi para ayudarlo se escuchaban. Senju Naruto, Shinobi no Kami (Dios de los Shinobis) es el nombre que le estaban dando ahora... y su leyenda solo estaba comenzando.

Años de guerra habían dejado al país débil y aislado de las otras naciones. Los usuarios de líneas de sangre que no tomaron parte en la guerra finalmente estaban regresando a la aldea, ya que no tenían otro lugar a donde ir. La Aldea de la Niebla era débil, pero se recuperaría con el tiempo. El Daimyo fue reemplazado por uno más competente.

## RETROSPECTIVA ##

## Castillo del Daimyo del Agua ##

Era el día después de que Naruto conquistara la Aldea de la Niebla. Luego de que el ejército rebelde hubiera tomado control de la aldea y todo fuera arreglado, solo quedaba una cosa más para terminar esta patética guerra. Un golpe de Estado en contra del Daimyo que financió la guerra.

Los dragones y Mei se encontraban fuera el castillo del Daimyo. Era de noche y todos se encontraban alertas. Si esto funcionaba entonces la guerra se habría terminado de verdad, como dice el dicho "fuera lo viejo, venga lo nuevo". El Daimyo del Agua había aceptado la guerra e incluso había apoyado financiando la campaña de Yagura. Su reino injusto llegaría a su fin.

"¿Cómo quieres hacer esto?" le preguntó Naruto a Mei quien se llevó la mano a la barbilla. Mei se giró para ver a Naruto con el Sharingan brillando en la oscuridad. Aun no podía creer que Naruto fuera así de poderoso. El pobre Chojuro se había desmayado cuando Naruto se reagrupó con los otros luego de vencer a Yagura. Naruto había conquistado la Aldea de la Niebla y al final ni siquiera estaba cansado y no tenía siquiera un mechón fuera de sitio o una muesca en su armadura.

"Estoy cansada de jugar juegos con él" dijo Mei en una voz seria. "Vamos a entrar por la puerta frontal" dijo y saltó fuera de la cobertura provista por las sombras. Al momento que aterrizó, Mei corrió y los dos guardias protegiendo la puerta cayeron al suelo inconscientes.

"Bien por mi" dijo Naruto y con un solo movimiento de la mano le ordenó a los dragones para que avanzaran.

"Yoton: Yokai no Jutsu" dijo Mei y lanzó una ola de lava de la boca. La lava cubrió la puerta y comenzó a derretirla. Unos segundos después la puerta que era tan dura como la roca estaba completamente derretida en el suelo.

La alarma sonó a través del castillo y varios shinobis cayeron desde la torre principal para proteger a su líder. Varios samuráis salieron de los cuarteles y rodearon a los intrusos. Los samurai tomaron sus espadas y las empuñaron con fuerza cuando reconocieron quienes eran sus adversarios.

"¡ESTOY AQUÍ POR TI, DAIMYO!" gritó Mei con fuerza desde el suelo, incrementando el volumen de su voz con chakra para asegurarse que la escucharan. Todos esperaron con paciencia hasta que la puerta de madera se abrió y el Daimyo salió al balcón en lo alto de su torre, posición en la que debía sentirse seguro.

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