Chaeyoung & Tú

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1609 palabras.
Oneshot.
20/9.
C.















Ella era el crush de todos los chicos e incluso chicas. Yo solo era la chica invisible para ella, casi nunca nos dirigiamos alguna palabra, ni menos una mirada.
Todos los días ella iba a la sala de música a tocar el piano después de clases. Amaba escucharla, siempre lo hacía desde la sala de artes que estaba justo al lado. Podía oír la melodía del piano, me relajaba y más cuando ella cantaba. Su voz era demasiado suave y linda, me encantaba. Podía estar horas allí, pintando, o simplemente escuchandola. Era realmente increíble.

Otro día normal, ambas ibamos en la misma clase, ella iba enfrente mío, ambas estabamos atrás. Yo aprovechaba para observarla sin que se diera cuenta.
Todo era lo mismo, se repetia una y otra vez cada semana. Lo único que me gustaba era estar en aquella sala donde pintaba, era estar escuchandola una y otra vez. Esta vez no escuché nada. Me preocupé, la busqué por todos lados, pero no estaba. Volví a la sala de música, no estaba nuevamente.
¿Donde se habrá metido? ¿Habrá tenido un problema? ¿No querrá tocar hoy?
-Oh, Hola ¿Quién eres?
Ella estaba justo detrás mío, sonriendome mientras sostenía un café para llevar en su mano.
-Soy Chaeyoung.
Le contesté algo nerviosa.
-Oh, si. La chica que va en mi clase, tu estas detrás mio.
Sonreiste nuevamente cerrando la puerta despacio y acercandote hasta mi.
-No quiero ser maleducada. Pero, ¿Que haces aquí?
-Estoy en la sala de artes, siempre te escucho tocar y...en realidad me pareció extraño no oirte esta vez.
Noté como te avergonzabas, pero te escondiste entre las mangas de tu sudadera que te quedaba algo larga.
-Pensé que era la única aquí aparte de los maestros.
-Perdón
-No hace falta. Fuí por un café, hace días no logro dormir bien y el sueño me iba a ganar cuando esté tocando
Sonreí como una verdadera  estupida al notar tu tierna sonrisa, es tan infantil y hermosa.
-Aún no me presento. Soy Park ___.
Extendiste tu mano y las estrechamos unos segundos. Estaba avergonzada, pero te sonreí y tú a mi.
Tu mano era pequeña y suave, me pareció tierno.
-¿Estas ocupada?
-En realidad solo necesitaba relajarme, mis cuadros no son gran cosa.
-¿Sabes tocar?
-Claro
-¿Quieres tocar conmigo, Chaeyoung?
Me pareció gracioso debido a que yo al ser mayor que tu no usabas honorificos, pero te perdoné porque eras demasiado linda.
-Me encantaria.
Me senté junto a ti, pusiste las partiduras de la canción en medio de ambas y tu fuiste quien comenzó a tocar, te seguí sin quitar mi vista de tí, estabas muy concentrada tocando y emocionada.
El ritmo era lento, tus dedos se deslizaban tocando las teclas, los míos iban torpemente, jamás habia tocado junto a alguien y con tu belleza era imposible consentrarme en el piano.
-Chaeyoung, ¿Sabes tocar?
Me preguntaste nuevamente riendo.
-Lo sé. Pero jamás toqué junto a alguien.
-Solía tocar con mi maestro antes. Él me enseñó
-El profesor de música. Kim Jonghyun
-Me gustaría enseñarle que tanto he mejorado y que me diga si estoy bien. Pero...
-Él estaría orgulloso de tí, lo sé
Noté algo de tristeza en ti. El profesor de música era bastante bueno con todos, enseñaba de una manera única, aun que nadie lo tomaba en cuenta en su clase, tu siempre ponías atención en todo lo que él decía. Eras su alumna preferida, tanto que cuando renunció él venía a darte clases en este salón solo a tí.
Lastima que él falleció hace ya dos meses.

No dijiste nada más y solo te dedicaste a beber tu café y en tu cara ya se podia notar el sueño.
La hermosa vista que había desde la ventana atrapó tu mirada y la mía también.
Las hojas de los árboles caían, ya era otoño, el viento soplaba con fuerza, el cielo se tiñó de un color rojo, dejando un paisaje digno de admirar por horas.
Admiraba aquella vista tan hermosa, hasta que un peso en mi hombro me detuvo. Sin permiso apoyaste tu cabeza en mi hombro, dejaste tu café a un lado y cerraste tus ojos.
-¿Te molesto?
-No importa.
-El clima era el mismo cuando el profesor Jonghyun falleció. En realidad lo extraño
Unas lagrimas se escaparon de tus ojos, corriendo por tus mejillas y tu las secaste con tus manos rápidamente.
-¿Puedo decirte un secreto, Chaeyoung?
-Sí. Lo guardaré bien, no te preocupes
Te ví sonreír, suspiraste y tus hermosos ojos se posaron sobre mí.
-Tu compañía aqui me hizo sentir bien. Él era el único que se quedaba hasta tarde junto a mi.
-No sería lo mismo sin la melodía de tu voz, o el piano allá en el salón de al lado.
Reí suavemente y tu me seguiste.
-¿Podemos tocar por última vez?
-¿Última vez? Podemos tocar más veces
-Hagamoslo. Por favor no hagas más preguntas
Me limité a seguir insistiendo.
Tocamos una última canción, pude concentrarme y nos sincronizamos demasiado bien, nos sonreimos e incluso nuestros dedos se rozaron algunas veces. Hasta que llegó el final.
Salimos del salón y como ibamos por caminos distintos tuvimos que decirnos adiós fuera del Instituto.
Fue allí cuando te ví desaparecer.
Al día siguiente no fuiste. Me preocupé, pero lo dejé pasar. Cualquiera podría tener algún inconveniente.
Segundo día, continuaba preocupada. Y el día siguiente no pude dormir.
-¿Oíste lo de ___?
Escuché a mis compañeros hablar.
-¿Le pasó algo?
-Está en el hospital, amigo. Trató de suicidarse. Por eso no viene a clases
Mi corazón se partió en dos. Me levanté bruscamente llamando la atención de todos.
-¿Sabes donde está ella?
-En el hospital de Busan. ¿Tu irás a verla?
No respondí y solo metí mis cosas en mi bolso antes de salir corriendo.
No tuve tiempo de llegar a casa y solo tomé el autobus hasta Busan.
Una hora tardé y por fin llegue, pregunté en todos lados y por fin me dijeron en que habitación estabas.
Fuera estaban los que parecían ser tus padres.
-¿Son... los padres de ___?
-¿Tu eres...?
-¿Su compañera?
Los dos hombres se levantaron y se inclinaron frente a mi, saludandome formalmente.
-Estaba preocupada y escuché a nuestros compañeros hablar sobre esto, vine lo más rápido que pude.
Ambos se sonrieron el uno al otro. Fueron hasta la habitación y me invitaron a pasar. Ellos se quedaron fuera.
Tu estabas despierta, con la típica camisa de hospital quitandote todos los tubos que estaban conectados en sus brazos llenos de cortes que se veían profundos.
-¿Chaeyoung?
Te sorprendiste al verme pero sonreíste casi al instante.
-¿Como supiste que estaba aquí?
-Escuché a unos chicos hablar sobre esto vine lo más rápido que pude.
-¿Viniste desde Seúl hasta aquí? ¡Estas loca!
Escuché tu risa infantil inhundar la habitación. Seguido de un abrazo.
-¿A esto te referías con lo del piano? ¿Tocar por última vez?
-No todos estan hechos para vivir. El mundo no es para todos
-Eso esta claro. Aqui es un verdadero infierno, pero si aprendes a vivir...
-No puedo Chaeyoung.
Escuché tu voz quebrarse, te echaste a llorar abrazandome con fuerza. Te abracé como si no fuera a soltarte nunca más y tu lloraste en mi hombro.
-No puedo. No puedo seguir así.
Decias con tu voz quebrada tratando de detener tu llanto.
-Si sigues intentandolo conseguirás lo que quieres.
-¡La felicidad está a miles de kilometros! Mis piernas estan cansadas. No puedo más.
-Te cargaré en mi espalda si es necesario.
-Te cansarás tu también
-Moriré contigo entonces.
Te alejaste de mi. Me miraste sorprendida y yo te sonreí.
-No me conoces
-Tocamos el piano juntas. Lo suficiente como para conocerte
-No puedes morir conmigo. Tienes toda la vida por delante, yo no
-Te lo repetiré. Te cargaré en mis hombros. Iremos a la felicidad nosotras juntas, y si no es así, moriremos intentandolo, pero juntas
-No Chaeyoung...
-Tus padres te quieren. Los profesores te extrañan. El profesor Jonghyun no estaría orgulloso si haces esto.
-... ¿Tú...? ¿Me extrañaste?
-Demasiado. No tengo que conocerte desde toda la vida para saber cuanto te extrañé esos tres días.
Secaste tus lagrimas. Y me miraste sonriendo.
-Te dañarás si me cargas en tu espalda. Caminaré por mi misma.
-¿Prometes no caer otra vez?
-No si estas conmigo.
Me perdí en tu sonrisa y en tus ojos, y sin darme cuenta uno de tus padres entró.
-Sabía que no durarías mucho en esa camilla. Los medicos te dieron el alta. ¿Quieres volver a casa?
-¿Puedo ir con Chaeyoung?
-¿Con...? ¿Donde irás?
-Solo quiero ir con ella. Papá
-Vuelve a casa pronto.
Sonrió el hombre antes de salir.
-¿Está bien si vamos al Instituto?
-Aún es temprano y los demás te verán
-Quiero tocar contigo.
Asentí. Tú entraste al baño del cuarto y minutos después saliste con ropa más cómoda. Te ayudé a poner vendas en tus brazos, y tomamos en autobus de vuelta a Seúl.

Tocabamos con emoción, ambas sincronizandonos la una con la otra. Tu me sonreías y yo te devolvía la acción.
Eran eso de las 5 de la tarde cuando ningún estudiante quedaba. Estabamos tocando la última canción cuando decidiste hablar luego.
-¿Por qué me ayudaste Chaeyoung?
-Es un secreto
-Te conté el mio. Deberías decirme el tuyo
-Está bien.
Si te pierdo, será siendote sincera.
-Me gustas.
Me observaste confundida y ladeando su cara de manera tierna casi como un cachorrito. No parecias enfadada, pero sonreiste mientras asentias.
Debo hacerlo.
Tomé tus mejillas y te acerqué hasta mi, nos miramos unos segundos ante de cerrar los ojos y acercarnos lo suficiente como para unir por primera vez nuestros labios.
-Creo que también me gustas, Chaeyoung.

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⏰ Última actualización: Dec 01, 2018 ⏰

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