4.Aventura

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Nathan consigue calmarse con la ayuda de Sergio y con la cabeza más fría acepta la realidad de los acontecimientos e intenta darle una explicación pero es imposible, no se le ocurre ninguna razón física por la que un lugar haya podido cambiar tanto por un terremoto. Era una situación de película. Ambos, mirando el acantilado que tenían en frente, pensaban en una forma en la que pudieran cruzarlo y de repente a Nathan se le ocurrió que la grieta por aquí era muy ancha pero a lo mejor por otro lado se estrechaba por lo que dijeron que primero tendrían que coger provisiones para el viaje y después investigar una forma de cruzarlo. Se pusieron manos a la obra y antes de volver al pueblo hicieron una lista con lo que iban a necesitar

-A ver, para empezar comida -dijo sergio- y vamos a necesitar que no se ponga mala muy rápido porque no sabemos cuánto vamos a tardar en encontrar a nuestros padres y no sabemos si en ese extraño desierto habrá comida de algún tipo o algún pueblo así que mejor latas de conserva y cosas así

-Agua, mucha agua, es un desierto, si no tenemos agua de sobra no vamos a durar nada ahí

-Cierto

-¿A ver qué más? - Se preguntó Nathan - Una linterna, para las noches eso nos vendría muy bien

-Una cuerda, nunca se sabe pero nos podría ser útil... Y una navaja, eso nos ayudará

-Un mechero no nos vendría mal si queremos hacer fuego... Aunque en un desierto no se que ramas van a haber pero bueno -dijo Nathan mientras reía.

-Puede que en algún momento no sea desierto y haya árboles así que es buena idea, así que una sierra no estaría mal tampoco

-¿Cómo te vas a llevar una sierra todo el rato? ¿Estas tonto? -Preguntó Nathan riéndose de nuevo.

-Inútil. Una sierra portátil, de esas que son como una cuerda con sierra

-Ah vale, perdón

-Vale, pues creo que ya está todo -Continuó Sergio mientras aún se reían por el comentario

-Pues vamos a ello. Súbete al coche que nos vamos

Los dos se subieron al coche, sergio aceleró rápidamente y en cuestión de minutos llegó de nuevo al pueblo que aunque ya había pasado media hora seguía igual, de vez en cuando se veía alguna persona llevando un herido al centro de salud. El pueblo aún estaba sumido en el caos aunque un poco más tranquilo ya que la mayoría estaban en el centro de salud.

Nathan y sergio fueron directos al supermercado del pueblo el cual era uno de los pocos edificios que no había sido derrumbado, al entrar vieron que no había nadie dentro así que supusieron que habían ido fuera a ayudar a los heridos o ver si sus familiares y amigos estaban bien. Aprovecharon para coger tanta comida y bebida como pudieron y la llevaron en una mochila que recogieron en otra tienda cercana al supermercado, al salir cargaron todo en el coche y fueron en busca de lo siguiente que había en la lista, consiguieron todo del mismo modo menos la sierra y la linterna la cual el hombre que había dentro escucho lo que iban hacer estos dos jóvenes para buscar su familia y se la regalo. Nathan tambien cojio un diario en el cual iba a apuntar todo lo que le pasara en este viaje tan inesperado.

De camino al coche decidieron que sería buena idea pasarse por el centro de salud para ver cómo estaba el hombre que se había desmayado en el autobús. Y así lo hicieron, se subieron al coche tras meter la linterna, la sierra y el diario en la mochila y fueron hacia el centro de salud. Aparcaron un poco lejos ya que el coche era robado y tenían miedo de que viniera ahora el dueño a recriminarles. Entraron y le preguntaron a una enfermera sobre los pasajeros de un autobús y un hombre muy herido entre ellos. La enfermera se puso a pensar llevándose la mano al mentón y les respondió - Si no recuerdo mal, están en la sala de espera todos juntos

Tierras de FalgorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora