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A los siete años la vida dulce y calma que Taehyung lleva, cambia. La empresa de su padre lo traslada y eso lo lleva a conocer a Jungkook, el niño de la casa de al lado en su nueva ciudad.
Desde ese día Jungkook es quien hace q...
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Resta solo un mes para que el año escolar llegue a su fin. Los días han corrido a una velocidad impresionante, pero está bien. Taehyung, Jungkook y el resto han hecho el examen de selectividad y todos han obtenido notas bastante altas, lo cual quiere decir que podrán ingresar a cualquier universidad que quieran, en la carrera que más les guste. Y a pesar de que aun falta un tiempo para que las solicitudes de las universidades sean completadas y respondidas, ellos pueden sentirse en calma.
Todos se han divertido mucho saliendo y pasando el rato una vez que el examen ha pasado; pero ahora cuando todo está a punto de terminar, los profesores les requieren su máximo esfuerzo y la lista de proyectos y trabajos nunca disminuye, por mucho que se esfuercen en acabarlos apenas se los mandan. Taehyung suele estresarse con facilidad por esta causa, porque todo es muy rápido y demandante; para su suerte, Jungkook siempre está allí para contenerlo.
La feria de ciencias se acerca, y a pesar de que el equipo que han formado no va a participar directamente en ella, su profesora de química les ha pedido que colaboren haciendo un proyecto que puedan exhibir. Taehyung es bastante bueno con los dibujos y las maquetas, así que esa es la parte que les ha tocado hacer a él y a Jungkook.
Han trabajado muy duro, pero Taehyung es demasiado testarudo y el concepto de simpleza parece ser difuso para él, así que todo les ha estado llevando mucho más tiempo del que esperaban. Jungkook y él han trazado bocetos y dibujos, han pegado y despegado bolas telgopor y han pintado otras tantas durante dos semanas.
Ahora, mientras están en su habitación con la mayor parte del suelo ocupada por cosas que necesitan ser terminadas, Taehyung duda mucho que puedan cumplir con ello para el día siguiente. Está rezongando y resoplando mientras continúa pintando las láminas correspondientes, y Jungkook en verdad no quiere reírse pero no puede evitarlo; Taehyung lo escucha y lo mira acusadoramente.
—Vamos —le dice después de unos minutos, parándose cerca de él y tendiéndole una mano para que la tome y lo acompañe.
—¿A dónde quieres ir? No podemos dejar esto así, los chicos han cumplido con su parte y van a matarnos si no lo terminamos —le murmura mirándolo confundido.
—Lo sé... Pero estás de mal humor, necesitas café o una gaseosa. Tal vez un pedazo de pastel y unos cuantos caramelos. Iremos por ello —le informa sin mover su mano estirada hacia él.
—No...Yo, lo siento. No quería que... —balbucea intentando restarle importancia para volver a trazar sobre las cartulinas en el suelo, sin embargo Jungkook no se mueve de su lugar frente a él.
—No es como si pudiera seguir con eso —le dice despreocupadamente señalando a la maqueta que ha estado pintando, Taehyung lo mira intrigado —No tenemos más pintura verde. Tendremos que conseguir más —dice alzando sus hombros y apremiándolo con su mano para que la tome de una vez por todas.
