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A los siete años la vida dulce y calma que Taehyung lleva, cambia. La empresa de su padre lo traslada y eso lo lleva a conocer a Jungkook, el niño de la casa de al lado en su nueva ciudad.
Desde ese día Jungkook es quien hace q...
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A Taehyung le dolía el estómago, otra vez. Había pasado una semana completa desde que había llegado a su nueva casa, y todas esas sensaciones revueltas que lo habían hecho sentirse tan mal y agobiado, habían pasado en su mayoría.
Todavía extrañaba a sus abuelos, a sus compañeros de la escuela y a los vecinos que le permitían jugar con su perro, pero tenía un nuevo amigo, y eso era algo. Jungkook era simpático, pero por sobre todas las cosas era amable. Jungkook había querido jugar con él a pesar de que lloró automáticamente después de saludarlo.
Jungkook tenía una colección enorme de Pokemón que no había dudado en enseñarle de inmediato y con la que habían jugado por horas enteras, e incluso había sido tan bueno como para prestarle la camiseta de Squirtle que tanto le gustaba, la madre de él se la cambió después de que ensuciara la suya por todas partes con helado de fresa.
Esa tarde en el parque, justo dos días después de llegar, Jungkook y él habían quedado agotados por las carreras en bicicleta y por tanto jugar futbol. Jungkook era asombroso jugando futbol, podía patear tan lejos y fuerte como quisiera, y no tenía miedo en absoluto.
"¿Ves este?" le había contado de repente señalando uno de los espacios en los que sus dientes se habían caído "Lo perdí en la escuela la semana pasada. Me pusieron en la portería, aunque no soy tan bueno en eso, y al intentar detener un balón me golpeé la cara. Mi diente salió volando cuando escupí la sangre y la señorita Kan se puso pálida de la impresión porque pensó que me había lastimado peor. Pero no fue nada en realidad"
A Jungkook le gustaba contarle cosas de ese estilo todo el tiempo, era divertido. Así que cuando el cuarto día desde la mudanza llegó, y su mamá los encontró en la sala riendo tantísimo por las imitaciones que hacían de los personajes de las caricaturas que estaban viendo, le preguntó si quería que consultara en su nueva escuela si podían ponerlo en la misma sección que él. Jungkook saltó alrededor del sofá y lo abrazó apretado cuando dijo que sí, incluso su mamá se estaba riendo por el alboroto que causó.
Jungkook le dijo muchísimas cosas interesantes y le dio un montón de información útil, le explicó como era el edificio, los lugares por donde podían pasar sin que los mayores se molestaran por sus juegos, cuál era el baño en el que no había fantasmas y cómo le pediría a su compañero Chan que se cambiara de lugar para que pudiesen sentarse juntos.
Jungkook incluso dibujó el interior de la escuela en una hoja para él, para que aprendiera como llegar a su salón sin perderse, si algún día no iban juntos. Escribió una lista con los nombres de los veintiséis niños y niñas que serían sus compañeros, y le contó que Eunbi tenía una tortuga como mascota que había llevado una vez al aula cuando hicieron un proyecto sobre sus cosas favoritas, pero que nadie había podido tocarla porque podían estresarla, le contó que a Han le gustaba el sándwich de banana y mermelada, y que también a él desde que se lo había dicho y lo había probado.
