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A los siete años la vida dulce y calma que Taehyung lleva, cambia. La empresa de su padre lo traslada y eso lo lleva a conocer a Jungkook, el niño de la casa de al lado en su nueva ciudad.
Desde ese día Jungkook es quien hace q...
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Taehyung no puede decir que ha podido adaptarse fácil y completamente a la vida universitaria. De hecho, es un poco lo contrario; lleva varios meses en ello y considera que es buen estudiante, se esfuerza mucho y pone mucho empeño en cada una de sus clases. El problema de hecho, reside en que el cambio en su vida ha sido rotundo; al menos en lo que a relaciones sociales respecta.
Desde siempre se ha caracterizado por creer y necesitar relaciones profundas, alimentar los vínculos en base a interacciones: conversaciones, visitas, muestras de afecto y salidas. No es que piense que esas sean cosas estrictamente necesarias para mantener relaciones, pero son cosas que él no sabía que necesitaba en demasía para sentirse en armonía consigo mismo, hasta que se vió un poco privado de ellas.
Busan no es la ciudad más grande del mundo, pero está lo suficientemente poblada como para que los viajes durante horas en coche o transporte público hasta llegar a la universidad fueran una opción totalmente descartada a la hora de planificar la nueva etapa de su vida. Taehyung se vio aplicando exámenes y concursos para conseguir becas y un lugar en uno de los edificios residenciales. Compartir habitación con otro omega desconocido, fue un tanto chocante en un inicio; se pasó gran parte del primer semestre vagando entre bibliotecas y salas de estudio. También varias horas de su día coincidiendo con Jungkook, reuniéndose con sus amigos en puntos intermedios alguna que otra vez y volviendo a su casa en días libres y fines de semana.
Era bastante difícil mantenerse ordenado y descansando correctamente de esta manera, pero aún así no hubo demasiadas complicaciones para él; estaba acostumbrado a ser alguien responsable. La cuestión surgió cuando el segundo semestre llegó; la complejidad del estudio aumentando, las materias siendo más específicas, más exámenes, menos horas libres, menos tiempo de sueño, para ver a sus amigos, su novio y para volver a casa.
Llevaba semanas así, viendo a Jungkook un par de minutos durante los almuerzos, bebiendo café mientras estudian hasta entrada la noche solos en la silenciosa compañía del otro. Y el esfuerzo no basta, el esfuerzo es cansado; Taehyung ha intentado hasta quedar exhausto, pero ambos saben que no es del todo sano. Ha sido triste para ambos, el apego y la cercanía a la que estaban acostumbrados facilitaba muchísimo que se vieran todo el tiempo; pero ya no es así y tienen que conformarse con verse solo los fines de semana y merendar alguna que otra vez, cuando las tareas no los agobian por completo. De todas formas les quedan las llamadas y los mensajes que se envían todo el tiempo, esos que les producen sonrisas en medio de las clases.
Taehyung ha sido lo suficientemente precavido como para pasar sus dos anteriores celos en casa, ha logrado acomodar su horario y apenas ha tenido que faltar a clases a causa de ello, ha sido de gran ayuda que Jungkook haya estado con él en el momento en el que se han desatado por completo; ha sido eficiente y cuidadoso, y por primera vez para Taehyung ha sido una experiencia placentera dónde ha sido consciente por completo de su cuerpo y los deseos primitivos de su parte omega aflorando de él.
