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septiembre 20, 2018.

Danilo no había visitado la casa de nuevo, y eso era un gran alivio para Sarah. Durante el resto de ese día se la había pasado llorando  y a TaeMin le preocupaba su salud, ya que tampoco se había alimentado.

Comúnmente tenían sexo de diferentes formas, varias veces al día, pero esos dos últimos días la había dejado en paz en ese sentido; le llevaba de comida y ella solo la dejaba en la mesa. Ahora estaba acostada abrazando una almohada cuando TaeMin ingresó en la habitación con mas comida.

– Te traigo el desayuno, Sarah –Dijo dulcemente.

– No tengo hambre –Sus palabras fueron apenas un susurro perceptible.

– Te vas a enfermar si no comes, y a Danilo no le gustan las niñas enfermas –La miró levantarse y secarse las lágrimas –. Debes comer.

Miró el plato que sostenía con la mano derecha, en el había un pequeño pedazo de pastel; y en la mano izquierda llevaba un vaso con leche. Los dejó en la mesa y se sentó en la cama junto a ella.

– Tengo miedo –Lo interrumpió cuando apenas había abierto la boca para hablar–, si ese sujeto me causó terror con solo rozar mi piel, ¿Cómo será cuando se atreva a subir de nivel?

Soltó un suspiro largo– Tranquila, no creo que sea tan malo.

– ¡¿Y tu que sabes? TaeMin! –Gritó con los ojos empapados de lagrimas–, ¡Nunca has pasado por esto! ¡No tienes idea de como se siente para mi! –Se volvió a acostar en la cama cubriendo su cuerpo por completo con la sábana–, seguro eres igual a todos ellos.

– En eso te equivocas –Se subió sobre ella, tomo sus manos y las colocó en sus hombros–. Lo que yo he hecho contigo hasta ahora no es nada –La miraba fijamente, sus ojos ya estaban lagrimosos—; hasta el momento he sido comprensivo contigo, te di tus palabras clave..

«Las palabras clave..

La embestía con fuerza, su boca estaba tapada con una mano del chico y la otra palmeaba con demasiada fuerza su gran, redondo y jugoso trasero.

– ¿Verde o rojo? –Le susurró al oido.

Ve-verde-¡Ahh! –Gritó cuando las embestidas subían aun más de rapidez y profundidad–, me voy a correr.. –Dijo en un bajito susurro.

Y tal como lo dijo, después de unas pocas embestidas mas su intimidad llegó al punto máximo y sus líquidos representantes del placer salieron de ella. TaeMin no se había detenido, llevaban mucho tiempo jugando con varios juguetes  y Sarah se estaba cansando, entonces comenzó a doler.

Doler. Arder. Doler.

– ¡Detente! –Estaba llorando, mordía con fuerza su labio inferior  y enterraba sus uñas en la espalda de él– ¡Rojo! Taemin.. ¡Rojo!

Se detuvo. Sacó su miembro de ella y la miró un momento, después de un rato el dolor ya había pasado. Le preparó un postre de chocolate y se lo dio junto con una malteada, besó su frente y se acostó en la cama mientras la veía comer.

... Las recuerdo».

– A todas las chicas me prohíben darles de comer, debo mantenerlas desnudas y llenarlas de marcas –Acarició sus mejillas y una lágrima que provenía de sus ojos cayó en las mejillas de ella–, tu eres la única a la que he tratado tan bien en tanto tiempo.

– ¿Por qué? –Tomó las mejillas de TaeMin y secó sus lágrimas–, ¿Por qué eres bueno conmigo?

– Porque.. –Acercó su rostro y besó dulcemente sus labios–, porque eres especial para mi. Desde el primer momento que te vi.. –Le dijo mientras la llenaba de besos tiernos– Me encantaste, eres hermosa y eres perfecta.

– TaeMin..

– Estoy enamorado de ti ,Sarah.

Espero verte de nuevo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora