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septiembre 27, 2018.
23:40 p.m. / Night.
Sarah.

Una gran camioneta negra estaba estacionada afuera de la pequeña casita, Danilo y muchos hombres musculosos con muchos papeles a la mano estaban abajo hablando con TaeMin sobre un contrato. Yo estaba en la habitación vistiéndome con la ropa que TaeMin me había traído, un pedido especial que ese cerdo le había hecho, era un vestido negro algo ajustado y unas zapatillas del mismo color. Escuché pasos viniendo del pasillo y me paré a unos dos metros de frente a la puerta, la cual fue abierta y miré su rostro, se veía serio.

- Te ves bien -Estaba vestido con un esmoquin negro, con corbata negra y zapatos elegantes, con el partido de lado en el cabello.

- Y tu hermosa -Sonrió, me hizo una seña de que saliera-, te esperan abajo.

Caminé hacia él, me detuve a su lado y besé su mejilla durante unos segundos.

- Feliz cumpleaños princesa -Susurró en mi oído.

Seguí caminando hasta las escaleras, donde observé unos sujetos que me miraban con lujuria., respiré profundo y bajé despacio.

«Tranquila, no tiembles, no tiembles».

Me detuve cuando en mi camino se cruzó el cerdo que ya conocía. Me tomó entre sus brazos y acarició mi espalda.

«No, no llores. Si lo haces se reirán».

- En unas horas serás mía -Susurró en mi oído.

Me tomó del brazo y me llevó con el hacia afuera, volteé para mirar a TaeMin viéndome desde la ventana, diciendo adiós con su mano. Subí a la camioneta cuando uno de los hombres me lo indicó, encendió en vehículo y comenzó a conducir lejos de el lugar.

«Feliz cumpleaños a mi».

septiembre 28, 2018.
01:10 a.m.
Sarah.

La ceremonia estaba a punto de iniciar. Estaba con otras chicas tras en telón del escenario, sus rostros estaban pálidos y todas ellas temblaban. El público constaba de hombres gordos y viejos con los ojos llenos de deseo y morbosidad.

- ¡Muy buenas noches tengan caballeros! -Saludó Danilo por el micrófono, estaba parado en el centro del escenario vestido de traje, todos esos cerdos se levantaban de sus asientos, aplaudían y silbaban-, esta noche celebramos de nuevo nuestro anual evento; hoy podrán elegir a cualquier niña y pagar por ella para hacer con ellas lo que les dé la gana, señores. Así que, ¡Que comience nuestra ceremonia!

Nos empujaron para ir hacia el escenario, Danilo tenía los ojos clavados en mi.

- ¡Iniciamos con Rebeca Adams! -El reflector bañó con su luz a una chica de piel blanca y ojos azules-, Rebeca apenas tiene diez y siete años de edad, le gusta el sexo agresivo y que la sometan.

La chica estaba parada ahí, llorando y temblando, negando todo lo que Danilo decía.

- ¡Diez mil por ella! -Gritó un hombre.

Espero verte de nuevo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora