Eran ya las 22pm y aunque estaba consciente de que debería estar en la cama ya —sabiendo que luego costará despertarme—, aún estaba aquí en el sofá esperando a que la protagonista vuelva con el chico que todavía ama.
Oí como introducían la llave para abrir la puerta y miré a ésta para luego ver a mi madre seguida por mi padre entrar.
Mamá se acercó y se inclinó hasta llegar a mi cabeza donde dejó un beso en ella. La miré y me encontré con sus ojos marrones, le sonreí.
Papá imitó su acto, cuando creí que se iba a apartar murmuró:
—Te diría el final sólo para que mañana no tardes en levantarte pero supongo que me dejaste un trozo de postre —asentí con una sonrisa. Me guiñó el ojo y se marchó por las escaleras.
Mamá que aún estaba abajo, podía escuchar como rebuscaba algo en la heladera.
—¿Ya cenaste Lee? —preguntó y voltee a verla pronto ensima de mi hombro.
—Sí, mamá— se volteó para seguir buscando —, tu ensalada de frutas la comió Ben, intenté detenerlo pero... —añadí, encogiéndome de hombros recordando cuando bajé a la cocina y encontré a Ben comiendo a escondidas la Gran Ensalada de Frutas y Sagrada de Mamá, así lo llamaba yo. Intenté pararlo pero, bueno, fué imposible y con mucho dolor tuve que decirle adiós a la Gran Ensalada de Frutas y Sagrada de Mamá.
Ya suponía que era lo que buscaba, pues es lo único —además de agua— que puede llegar a buscar en la heladera a las 22 de la noche.
Negó con la cabeza mordiendo su labio y en mi mente reía macabramente esperando el glorioso momento y pagar primera fila cuando regañara a Ben por eso.
Empezó a dirigirse a la escalera con una botella de agua en su mano.
—Mamá— la llamé y me miró —mañana, Noah me pidió que lo acompañara al centro comercial a las 17 —comenté, esperando ansiosamente su autorización.
—Ben tiene que hacer un trabajo en grupo y papá no estará a esa hora.
—Ah no, iré con Noah, dijo que pasaría por mí.
Asintió.
—Está bien, sólo vuelve temprano, sabes que al otro día hay clases.
—Está bien, lo haré —respondí.
—Descansa —murmuró dirigiéndose arriba de una vez.
—Tú también —y con eso volví mi mirada a la televisión para terminar la película luego de haber dado play. ¿O creyeron que no había puesto pausa para perderme a estos dos que no se deciden en seguir o no? Ni aunque me hubiesen pagado lo haría. O tal vez sí, tal vez me sirve para pagar primera fila para presenciar la escena de Ben y mamá.
***
Encuentro a la persona que fué la primera que se posó en mi mente al despertar, bueno, después de cuestionarme cuántas faltas tengo. La cama lo deseaba.
Camino rápido hacia ella y la abrazo de atrás con muchas fuerzas, o lo que mis brazos puedan.
Emma se tambalea un poco por el contacto físico que tuve tan repentinamente hacia ella. Bien, tal vez mis delgados bracitos tienen energía hoy.
Se voltea con una sonrisa y yo me alejo un poco.
—Enserio te pasa algo, tú— hace una pausa colocando su dedo índice en su barbilla como si estuviera analizando la situación —¿Abrazándome?— lo pregunta ella para sí misma, me cruzo de brazos viéndola con una sonrisa divertida en mi rostro —En serio te pasa algo.
