Capítulo I: Realidad

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Nota: Esta historia fue creada en el 2013 y simplemente la estoy subiendo a Wattpad ahora como la autora original

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Nota: Esta historia fue creada en el 2013 y simplemente la estoy subiendo a Wattpad ahora como la autora original.

Pre-Secuela/Retcon/Secuela: Queridos lectores, se les recuerda que para entender esta historia, es necesario leer "Cómame, señor Lobo", dado que los capítulos que se publican aquí son una suerte de pre-secuela, secuela y retcon que tienen validez e influencia en la historia original. Sin haber leído el fic anteriormente mencionado no se podrán entender el siguiente trabajo.

Advertencia: Este trabajo es puramente lúdico, sin fines lucrativos. "¡Oye Arnold!" pertenece exclusivamente a Nickelodeon y a su creador Craig Bartlett.

Aclaración: Existen dos modalidades dentro de esta historia. En los títulos de los capítulos podrán ver la diferencia desde el inicio y estos son: Realidad y Sueño. Aquellos que lleven el primer título se desarrollan en la continuidad de "Cómame, señor Lobo" y aquellos que lleven el segundo únicamente ocurren en el mundo onírico y solo los conocen o los recuerdan los personajes que los soñaron. 


Capítulo I: Realidad


- En cierto punto no pensé que hablara en serio. –cerró la puerta atrás de él- Cuando dijo que te podrías quedar esta noche, pensé que solo bromeaba.

- Me sorprende que pensaras que Gretel decide donde paso la noche, cabeza de balón. Ya he dormido aquí antes ¿Recuerdas? –la chica se dejó caer descuidadamente en la cama, se quitó las botas y las medias, sintiendo la libertad de sentir la alfombra felpuda contra sus dedos desnudos- Aunque, no sé si te diste cuenta...

- ¿Qué buscó cansarnos todo lo posible antes de dejarnos ir? –bostezó profundamente, estirándose para retirar la pereza de su cuerpo- Me di cuenta.

- Astuta loba. –Helga se dejó caer hacia atrás, sintiendo sus músculos relajarse ante el contacto acolchonado.

Ya eran las dos de la mañana, en mitad de semana, con clases al día siguiente y Helga estaba considerando seriamente volver a faltar. Le dolía hasta las raíces del cabello. Nunca había esperado que una velada tan curiosa fuese tan agotadora. Gracias a la ridícula y poco original transición de eventos, en un mismo día tanto Gretel, Will como ella habían pasado de solteros a "en una relación". Por suerte, cada uno con pareja diferente y no en un trio amoroso. Así que, al igual que se celebraba ridiculeces menos interesantes, decidieron crear un pequeño festejo por tan curioso evento. Gretel había salido con esa idea para poder alejarse de la cocina y que Lila dejara de apuntarla con el cucharón de madera. Y eso había sido épico, resultaba que la señorita perfecta era una excelente combatiente en el legendario y doméstico arte de intimidar bribones con utensilios de cocina. Helga apostaría que Lila le podía ganar a un asaltante con un sartén de teflón como única arma.

Rojo y Negro [Cómame señor lobo] «Hey Arnold!»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora