Love like chocolate by PandaOcean (En español)

Capítulo 12

—Oh… esto me gusta —Junhyung pasó sus dedos sobre un pequeño collar de madera. Aunque el sonido de personas moviéndose, regateando, gritando y navegando en pequeñas motonetas entre las masas ahogaron los sentimientos, y Doojoon no lo había oído decirlo cuando se dio vuelta con una camiseta grande que había tomado del mismo estante en que se podía leer "Estoy con el idiota". Estaba usando unos jeans azules y una camisa con las mangas recogidas hasta sus hombros, y una enorme mochila llena con las cosas que había comprado hasta ahora.

—Las oportunidades de ver esto y estar aquí contigo son tan escasas, tiene que ser el destino. Tengo que tener esto.

—¡Cállate! —el rubio se rió de las expresiones que hizo su novio mientras comenzaba a posar con la camiseta en diferentes ángulos, y uso dos dedos para limpiar una delgada capa de sudor que había comenzado a formarse por debajo de sus cejas. Estaban en una pendiente que llevaba hacia abajo a una cadena de pequeñas cafeterías a la orilla del agua, habiendo caminado desde el otro lado de la colina.

Después de uno minutos más, hubo un destello casi imperceptible en el sol y Junhyung frunció el entrecejo; levantando sus manos en frente de su rostro.

—Deja de tomarme fotografías, me veo como la mierda.

—Te ves caliente —Doojoon apareció a su lado y colgó su brazo sobre su hombro; revisando a través del estante al cual se había movido ahora—. Caliente y sudado, pero no como la mierda. He incluso aunque sí te vieras como la mierda, eres mí mierda.

—Esa o es la cosa más romántica o la más insultante que me has dicho hasta ahora.

El mayor se rió. —No pienses demasiado en ello. En todo caso te ves cansado, hay algunas cafeterías más abajo cerca de la orilla del río. Creo que deberíamos almorzar antes de continuar.

—¿Cuando regresará aquí el bus?

—En dos horas, y luego nuevamente a las cuatro para los que quieran quedarse más tiempo recorriendo. Tan solo comamos y después decidamos cuándo volver.

Los dos se dirigieron por la pendiente, y fue unos minutos antes de que la calle pavimentada con piedra bajo sus pies se desvaneció ante una plana carretera. Eligieron la primera cafetería que vieron, y se sentaron en una mesa para dos bajo un enorme sombrilla; el rubio puso sus llaves sobre la superficie blanca y tomó un menú para abanicarse. La brisa del mar ya había comenzado a bajar su temperatura corporal, y antes de que la mesera hubiese llegado, ya casi se había refrescado.

—Buenos días, ¿puedo tomar su orden?

—Un vaso de agua fría antes que todo —Junhyung exhaló a través de sus mejillas hinchadas.

—Lo que él dijo —Doojoon se acercó para quitar una pestaña suelta bajo el ojo izquierdo del rubio— y si tiene algunos pasteles o sándwiches que no sean dulces, eso también estaría bien.

—Enseguida —ella le dió una sonrisa compasiva a Junhyung antes de marcharse.

—Esta bien... —el rubio frunció el ceño al tiempo que Doojoon regresaba a su asiento—. ¿A qué se debió eso?

—¿Quizás sólo se percató de lo exhausto que estas?

—Me vió como si mi cachorro hubiese muerto o algo así.

—No, no lo hizo.

—Mira su cara cuando regrese.

Luego de unos minutos la joven regresó con una bandeja, y le entregó a Doojoon unos rollos de camarón y un acompañamiento de queso fundido antes de volverse hacia Junhyung con su agua. Su mirada de hecho estaba bordeando la lástima, y ambos intercambiaron una mirada antes de que el mayor hablara.