Un final inevitable.

Hijo, Perdóname.

Me despierto a las 6 am, la misma hora diaria, encuentro a Whitney en la cocina y a Dan delante del televisor viendo sus dibujos animados.

Me preparo para ir a la preparatoria. Jace ya no estaba enojado, me espera delante de su casa, sube al coche y nos vamos.

-¿Ya se te ha pasado el enojo?-pregunto.

-No he estado enojado, solo he estado un poco molesto por tu actitud.-responde él.

-Siempre he sido así.-digo con vanidad.

-Siempre me ha molestado.-responde.

-¿Y lo dices hasta ahora?-frunzo el ceño.

-Haces mal amigo, el día en que llegue a pasarte lo mismo, te dolerá mucho. Has pasado por tantas cosas y eso no te ha ayudado a comprender el dolor..

Lo interrumpo rápidamente diciendo -No toques temas que no son de tu importancia, si he aprendido del dolor o no es asunto mío y ahora bájate del coche.-detengo el coche, él antes de bajar me mira a los ojos y dice -Si sigues así de orgulloso vas a perder a todas las personas que te quieren y quedaras sólo sin nadie- sus palabras me dolieron, acelere el coche y me largue de ahí, no tenía ganas de llegar a la preparatoria, solo quería despejarme, Jace tiene razón, mi orgullo, mi vanidad van a terminar dejándome completamente solo, pase por mi casa y vi un coche estacionado delante de ella, rápidamente me detuve y bajé del coche, entre a casa, vi a un hombre sentado en el sofá me parecía conocido, creo conocerlo. Me quedo parado, ese hombre se levanta, se acerca a mí y me abraza, aun no lo entendía bien Hasta que lo escuche decir -Hijo, perdóname - quede mudo, no sabia que responder, hace 17 años que no sé nada de él, es decir todo lo que he vivido (tengo 17 años no sé si ya lo he dicho), reacciono y me alejo de él, lo miro y luego entre sollozos digo -En verdad crees que es justo aparecer después de 17 años.. ¿Crees que con un "Hijo, perdóname" enmendaras todo el daño que me has causado?  No sabes cuanta falta me has hecho, pero ahora ya no te necesito, aprendí a salir adelante sin ti, no te necesito -

Él se queda mirándome, consigo ver como unas lágrimas rodan por sus mejillas, él suspira y dice -Lo sé, en verdad no merezco tu perdón, yo no he tenido idea de todo lo que has pasado, no merezco nada de ti, no soy de esos que se emocionan, ni que sienten cosas raras dentro de si, pero la vida últimamente me ha hecho reflexionar, estoy tan solo, lo he perdido todo y todo eso es culpa mía, me merezco todo lo malo, esta es mi lección, después de hoy no volverás a saber de mi-

Trago saliva y pregunto -¿Y crees Qué es justo que aparezcas a sí de la nada y luego vuelvas a desaparecer?

-Nada de esto es justo.-dice él secándose las lágrimas.

-Debes marcharte.-digo sosteniendo mis lágrimas.

-Adiós Hijo, me voy feliz al saber que eres un muchacho de bien, eres algo que yo nunca he sido.-se despide abrazandome fuerte y luego se marcha.

Me siento en el sofá no podía creerlo, mi padre volvió después de 17 años, y no se ha tomado la molestia de quedarse unos días conmigo, él no es un padre, no lo considero como tal.