Mentiras

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Pasaron ya dos meses desde el acontecimiento, sin embargo mi comportamiento trataba de que fuera normal.

-April, te sucede algo?- dijo mi novio perfecto una mañana mientras nos encontrábamos en el estacionamiento del colegio

-no es nada- dije no muy convencida y me dispuse a entrar al colegio

-Amor, te he vito igual durante todo este tiempo y siempre que pregunto dices lo mismo y lo evades- dijo interponiéndose en mi camino

-no sé a qué te refieres, yo siempre actúo así- dije intentando nuevamente entrar

-bien no voy a insistir pero sabes que cualquier cosa me puedes confiar- dijo y se quedo parado

-si hasta que sospecho que eres un vampiro- dije en un tono inaudible

-disculpa- dijo, al parecer el si me había escuchado, hice como que no dije nada y seguí.

No entendía porque pero desconfiaba de él, aunque hasta el momento no me había dado razones.

-April vienes de comprar con nostras después de clases- pregunto Nath

-lo siento tengo mucha tarea atrasada- dije evadiéndola

-está bien lo podemos dejar para otro día- dijo visiblemente triste

Pese a que lo que más quería era salir y olvidarme de todo, no podía hacerlo necesitaba volver a ese lugar y encontrar la verdad, lastimosamente mi madre pasaba mucho tiempo en casa y yo no podía bajar, así que los últimos dos meses me limite a leer los diarios. El de Elena se jactaba de su belleza y burlaba de su hermana Dominique, que por alguna razón me parecía conocida, el de Sebastian hablaba de lo mucho que anhelaba que Elena lo mirase y que se había enterado que ella tenía una hermana a la que aún no conocía. Nathalia solo había hablado de Dan, se había enamorado perdidamente de él y se veían a escondidas. Por alguna razón hasta el momento no había querido leer el de Dominique, como si supiese que algo traía de extraño.

Pasé mucho tiempo evadiendo a los Valemont incluso a Sebastian, la angustia me mataba no entendía que es lo que sucedía, afortunadamente esa semana podría descubrirlo, mamá debía salir de viaje de negocios y Giselle ya estaba lista para salir mientras ella no estuviese, así que me aventure, cuando estuve segura de estar sola, bajando al sótano.

Pase la pared y volví al patio de esa casa, me oculte tras un árbol al ver una luz en la casa. De repente vi salir de la casa a la misma mujer de la vez anterior.

-Disculpe, señora puedo hablar con usted- pregunte

-muchacha estas en peligro no deberías haber vuelto a cruzar el portal, si otro vampiro se da cuenta de tu presencia te matara y a la señorita Dominique no le gustara oír eso menos a Sebastian- dijo la mujer

-a que se refiere quien es Dominique y como es que los Valemont también pueden cruzar acá si es un pueblo de Vampiro y ellos no lo son o si- dije con incredibilidad en mis palabras la verdad es que lo del portal me asustaba pero no creía para nada que fueran vampiros.

-Lee el diario de Dominique que te deje al otro lado del portal, tal vez así lo entiendas y con respecto a los Valemont te aseguro que no son los que tú piensas, sino lo que no puedes creer- dijo –ahora vete antes que alguien se dé cuenta- dijo empujándome al portal

-Disculpe pero y si no entiendo algo la vendré a buscar- dije

-mientras no sea en los días de luna estarás más a salvo- dijo antes de obligarme a cruzar el portal

Ahora entendía la mayoría de cosas, los Valemont habían mentido u olvidado un detalle. Entonces fue que recordé ya sabía de dónde había oído a Dominique, busque inmediatamente entre mis libros y encontré el del árbol genealógico de la familia, cuando era muy pequeña mi padre me había enseñado a toda la familia.

Lo abrí y fui pasando de página en página hasta que pare en Dominique Brown, allí decía que se había casado con Armando Salvatore y tuvo un hijo llamado Christopher, cuando el niño tenía 5 años ella había desaparecido misteriosamente y se la había dado por muerta. Pase las siguientes páginas y descubrí que Dominique era mi tátara tátara abuela, también mencionaban algo sobre su hermane Elena y su hermano Dan que habían desaparecido años antes que Dominique.

Entendí que las Elena y Dominique de los Diarios eran mis parientes, pero existía un misterio. Abrí el diario de Elena inmediatamente busque entre las últimas páginas una respuesta pero no existían, las habían arrancado, igual de Nathalia y Sebastian, entonces me aventure a ver el de Dominique.

SebastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora