A la mañana siguiente salí al patio trasero y recordé a Sebastian, la verdad es que parecía salido de un sueño, era muy bello y de seguro intelectual. Pase la mayor parte de la mañana en el patio, mi madre no trabajaba así que preparaba el almuerzo, y mi hermana se estaba apenas levantando ya que había llegado a las 4 de la madrugada. Entré a la cocina a ver si mi madre necesitaba de mi ayuda pero ya lo tenía hecho casi todo así que necesitaba de mi ayuda pero ya lo tenía hecho casi todo así que solo me senté en unas de las sillas cerca del mesón y me quede observando a mi madre, ella se sorprendió de mi actitud.
-April, te sucede algo?, hoy haz estas más sonriente y pensativa que nunca, hay algo que deba saber- pregunto mi madre
-nada mamá; solo que conocí unos nuevos vecinos que no sabía que existían por así decirlo, son los de la casa antigua al final de la calle, la más grande de la cuadra, son los Valemont- dije intentando ocultar una sonrisa.
- así, y cuando los conociste- dijo
- bueno no los conocí a todos, solo a Sebastian es el menor tiene 18 años, ayer mientras esperaba la pizza, apareció en el patio, parecía de la clase de amigos de mi hermana, pero luego hablamos y lo invite a cenar- dije
- así, que linda noche tuviste hermanita, deberías presentármelo y ver que tan divertido es- dijo Giselle con una sonrisa picara en su rosto
-April, sabes que no me gusta que metas a personas desconocidas a cada, puede que no sean lo que dicen y temo por tú seguridad- dijo mi madre- y tu muchachita hoy no saldrás, no me gusta que dejes sola a tú hermana- dijo mirando a mi hermana
- tranquila ma, sabes que se cómo cuidar y respecto a ti, él no se encuentra ahora en su casa, la remodelan y están en otro lugar, pero dijo que cuando este lista me invitaría en agradecimiento a la cena de ayer- dije, mi madre se limito a servir la comida y mi hermana solo parecía que tramaba algo.
Después de la comida me encamine al sótano, quería ver que otro libro había, a decir verdad el libro que tenía ayer no era realmente de mi interés, saque todos los libros y los miraba de uno en uno hasta que encontré unos muy interesantes, la luz no era muy buena así que me levante para verlos mejor en la sala, al darme la vuelta una luz en la pared como titilante atrajo mi atención pero dejo de hacerlo así que pensé era una falla eléctrica y subí a mi cuarto, si me quedaba en la sala mi hermana no me dejaría tranquila.
En mi cuarto, deje los 3 libros en mi escritorio y me dirigí a tomar un baño, llene la tina y me metí, en ocasiones eso me relajaba mucho, pensé mucho en todo lo que había pasado, algo me alerto, el encuentro con Sebastian había sido tan distinto y extraño, primero su aparición de repente y luego tan solo no pensé me deje llevar. Me levante y vestí para dirigir a ver los libros.
AL observarlos bien y sacarles el polvo me di cuenta que eran agendas convertidas en diarios, uno decía "Elena Brown" otro "Nathalia Valemont" y el último me sorprendió de sobremanera decía "Sebastian Valemont", lo abrí inmediatamente y leí
19 de Septiembre de 1810
Me llamo Sebastian Valemont tengo 16 años y este es un diario que escribiré solo para expresar mis sentimientos hacia ella es nueva en la cuadra, New Yorkina y la más bella muchacha que haya conocido, mi hermana Nathalia quiere que la invite a cenar con la familia, piensa que de seguro será la que cambie mi mundo y a quien pueda llamar mi esposa, pero yo no lo creo así, mis padres se casaron muy jóvenes y no creo que sea bueno que yo también lo haga, a decir verdad quisiera dedicarme a sacar un titulo, ser profesional y entonces casarme, como sea esta nueva chica a despertado un interés especial en mi, su familia es toda llena de bellas personas y diferentes a cualquiera, yo creo que es porque son Estado Unidenses, como sea son los Brown, ella se llama Elena, hasta su nombre es lirico, su cabello es como el fuego y sus ojos grises como la luna, es tan bella, sin embargo no estoy seguro de que hacer, es angelical paro algo me dice que debería alejarme de ella, su hermano Dan le agrada a mi hermana pero veo en el algo que me parece extraño, tal vez sea solo celos pero si no estaré pendiente, por el momento me acercare y veremos qué pasa, espero conseguir algo.
Eso me dejo atónita esa Elena era idéntica según la descripción a mí, deje de lado eso y me concentre en algo que me había impactado más, el hecho de que el dueño se llame Sebastian y haya sido justamente hace 200 años me horroricé un poco pero preferí no sacar conclusiones apresuradas, en vez de eso, esperaría a saber más de Sebastian y le preguntaría, mientras tanto seguiría leyendo.