Lo recordare por siempre

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Ya había pasado todo, mi año estaba terminado y el siguiente viernes enfrentaría mi destino, mi madre estaba de viaje nuevamente y no llegaría hasta mi cumpleaños.

Pasamos juntos toda la semana, Sebastian y yo por supuesto, Dominique se había ido a vigilar a Zahid con los Valemont y conjunto idear la mejor manera de acabarlo, estábamos a días de terminar con todo y yo aún no conseguía decir nada.

-Amor te sucede algo?- pregunto mi novio perfecto –te noto más callada de lo normal- bueno ya que surgía el tema….

-no es nada, solo pensaba en alejarme por un tiempo cuanto termine todo- dije creo que fui muy directa

-A bueno claro nos iremos y pasaremos unas lindas vacaciones lejos de aquí, princesita- dijo sonriente, yo solo me puse seria y creo que lo comprendió- no quieres que te acompañe verdad-

-no es eso es solo que me parece todo irreal y necesito el tiempo para pensar y dejar en claro mi vida- dije mirándolo a los ojos esperanzada que me entendiera

-claro, amor yo no te detendré y dejaré que uses todo el tiempo que necesites para pensar; sabes que te voy a esperar hasta cuando puedas aceptar toda la realidad pero mientras pasemos lo último juntos- dijo abrazándome, se notaba la tristeza en su voz.

Hasta entonces no había pensado en realidad en algo más aparte de sus mimos y caricias que me pudiera recordad a él; pero una idea mórbida se apodero de mi cabeza y pensé estar lista para entregarme por completo a él y demostrarme suya por siempre. No había nadie así que lo empecé a besar suavemente, el me siguió, siempre decía que lo que yo hacía era inesperado y esto lo confirmaba aún más, poco a poco intensifique el beso pegando más mi cuerpo al suyo hasta colocarme sobre él, él corto el beso al darse cuenta de mis intensiones y me miro a los ojos sin apartarme de él.

-esto no es correcto April te puedo hacer daño, tal vez no pueda controlarme y te lastime, amor- dijo mirándome serio.

-hemos pasado muchas cosas y esto no te permitirá hacerme daño, de eso estoy segura, confió totalmente en ti- le dije volviendo a besarlo- además es imposible que uses la escusa de un embarazo pues Nath ya me contó que para ustedes eso es imposible- le dije

 -bien tienes razón, pero aún no creo que sea correcto además estamos en la sala de mi casa y puede llegar alguien- dijo

-perfecto entonces subamos a tu habitación donde de seguro nadie nos molesta- dije levantándome y encaminándonos, sabía que no podía resistirse además lo notaba por su excitación.

Apenas entramos, capture nuevamente sus labios y me deje llevar por cada una de sus caricias que a poco desprendían mi ropa y yo la suya, nos unimos, nos dejamos llevar y no solo por la pasión, porque eso no era solo tener sexo sino hacer el amor, por un momento fuimos uno todo perdió importancia, todo lo que no tuviera que ver con nosotros dos, con sus manos sobre mi cuerpo quemando cada parte de mi piel que tocaran y llenándome de placer.

Nos quedamos acostados, abrazados, no se por cuánto tiempo pues cuando me di cuenta ya era la mañana siguiente y él ya se había levantado.

-Buenos días princesa, dormiste bien?- dijo llegando a mí con una bandeja llena de comida, como que yo comiera tanto, aunque a decir verdad tenía mucha hambre

-Amor eres un sol, Te amo demasiado- dije besándolo, me vestí y comimos pues aunque a él no le agradaba lo había por aparentar normalidad.

Toda la mañana pasamos juntos igual y felices solos, demostrándonos nuestro amor lo último de tiempo que podríamos disfrutar antes de que al día siguiente enfrentara al destino, sin duda estos dos días serían algo que jamás olvidaría.

Me encontraba en mi habitación y pensaba en todo lo lindo que había pasado junto a mi Sebastian mi eterno amor, lo difícil que ahora me sería irme y mi opinión cambio, abrí mi cajón y saque el boleto de vuelo que ya tenía comprado, me iría a Francia para visitar a mis amigos y de ahí a donde el camino me guiara, pero ver el boleto me hizo sentir cobarde y ya no supe que hacer.    

Salí de mi casa y camine adentrada en mis pensamientos sin saber a dónde me dirigía, cuando me di cuenta estaba parada en  dirección a la puerta de Sebastian, él no tardo en darse cuenta de mi presencia y me recibió.

-Amor pensé que estarías en tu casa a punto de dormir- dijo mirándome preocupado

-no sé que me paso camine y cuando me di cuenta estaba aquí- dije desorientada

-bueno entra mis padres ya tiene listo lo que haremos ma……..-dijo pero lo interrumpí con un beso ardiente, era algo que lo hice como un impulso, él solo siguió y se dejo llevar.

-April deberíamos….- lo volví a interrumpir, no quería saber su plan yo ya tenía el mío, creo que lo entendió, pues de un impulso me enrosque en sus caderas y él me sostuvo como que no pensara, pero rompió el beso, es decir estábamos en plena calle y su familia dentro

-vamos a mi casa- le dije, el solo asintió y me cargo en poco menos de 5 minutos no tal vez menos ya estábamos en mi cuarto continuando con lo que yo había empezado.

Me volví a enroscar en su cintura y él me pego más a su cuerpo mientras nos fundíamos en un beso ardiente, podía sentir su excitación que se hacía más notoria por lo delgada que era mi topa de dormir, pero las molestas prendas desaparecieron muy rápido, sus manos recorrieron mi cuerpo y su boca aprisionando mi pecho, mientras gemidos escapaban de mi boca. Nos fundimos, fuimos uno nos demostramos nuestro amor hasta quedar exhaustos y sentir el éxtasis de la forma más maravillosa.

-Amor sabes que te amo- le dije, creo que fue otra sorpresa pues no esperaba que le dijera algo- te amo demasiado y quiero que vengas conmigo de viaje para poder estar así todas las noches y que me sea más fácil ver esta realidad que sin duda existe y tú me la haces aceptar a cada momento que estamos juntos-

-jamás puedo esperar una reacción normal tuya- dijo riéndose –y si me encantará estar contigo el tiempo que necesites para asimilar todo amor, te amo- me dijo y me beso, nos quedamos dormidos.

SebastianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora