XXVIII

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Antes de todo el desastre, Woojin decidió irse antes de la escuela.

En primera, porque su cabeza le dolía demasiado y no quería tomar clases en medio de más personas que seguramente le harían estresar muchísimo más de lo que ya lo estaba en momentos como esos.

Le envío un mensaje a Chris para avisarle de su ida, adjuntando un corazón al final y sonriendo como un tonto enamorado. Y bueno, Woojin lo era; siempre fue un alfa muy tonto a su perspectiva pero ahora se sentía en las nubes con ese sentimiento tan esponjoso y fuerte que lo estaba consumiendo desde adentro y lo hacía sentir más feliz y lleno de un fuerte impulso de saltar y gritar al mundo por lo afortunado que era.

Sin embargo, una parte de él todavía se sentía un poco ida. También un poco (quizá muy) estresada y malhumorada. Últimamente, su padre parecía estar más molesto y cualquier cosa le sacaba de quicio. Su madre solía intentar relajarlo con mimos y sus comidas favoritas pero su padre sólo solía sonreírle y disculparse mientras subía a su habitación y le dedicaba miradas vacías a Woojin. A él no le afectaba en lo más mínimo porque su padre siempre había sido de esa forma con él. Era como sí, supiera que algo estaba mal con su hijo antes de que él mismo fuera consciente de todo.

Quizá su padre sabía más de él. Quizás, incluso; su padre era consciente de lo que Woojin estaba haciendo con Chris. A lo mejor ya lo sabía. En ese pueblo tan pequeño y lleno de personas que creaban chismes que a veces eran verdades y otras eran mentiras, podría haber salido algo de Chris y él. A lo mejor su madre ya lo sabía y por eso se veía un poco más cansada y con ojeras debajo de los ojos.

Woojin intentaba no sentirse asustado o inquieto por cosas como esas. La mayoría del tiempo, él sólo estaba cerca de su familia para las comidas o alguna salida a casa de algún familiar, pero de ahí; todos eran cosas distintas e iban por su propio camino. Y él, no era la excepción. Su madre, por su parte, solía quedarse en casa y en la sala o cocina. Su padre, sólo estaba en el trabajo y llegaba a casa pero nunca estaba en un solo lugar, era como sí disfrutará de estar en todas partes.

Woojin mayormente estaba en su habitación, intentaba llegar tarde a casa para estar menos tiempo ahí pero tarde o temprano tenía que volver y nada podría detenerlo.

Así que, de alguna manera, el estrés estaba consumiendo todo su ser y le hacía sentir inferior. Cuando no se sentía alegre, venía esa ola de tristeza que solía dejarlo en su habitación mucho tiempo, entre montones de almohadas y silencio. No sé dignaba tampoco a ver televisión o tomar su celular para ver vídeos o chatear de algún tema. Todo era oscuro y doloroso. Cómo sus celos, solían ser peor cada vez que pasaba el tiempo y su alfa comprendía qué quería y con quién exactamente.

Su celo siempre lo hacía débil pero violento. Lo hacía querer llorar y odiarse por ser tan débil. Era algo que jamás podría decirle a alguien, ni a su madre ni a su mejor amigo. Nadie a excepción de él sabía lo doloroso que era estar en la oscuridad, con el cuerpo hirviendo y el lado animal intentando tomar control y queriendo romper todo para ir hacía la persona que quiere. Sus celos terminaban luego de tres días pero eran tan fuertes que él se tomaba una semana entera para recomponerse y no ir a clases a no ser que fueran temporadas de exámenes y sólo iba durante esa hora para luego salir corriendo a casa de vuelta. Le avergonzaba tanto su estado y la manera tan tonta en la que no podía ser nisiquiera un alfa.

Seguro y su padre sabía eso también. Seguramente lo sabía y prefería no decir nada. A lo mejor, incluso su padre se sentía avergonzado de él.

Todavía recuerda la manera en la que lo miró cuando Chris comenzó a llegar a casa. Era como sí estuviera viendo algo que él no podía pero comprendería muchísimo más adelante. Quizá por esa misma razón, su padre intento separarlo tanto de Chris de maneras sutiles. Cómo intentando meterlo a equipos de fútbol o llevándolo a algún lugar para que se reuniera menos con él. Woojin no fue consciente de todo ese detalle hasta años después, cuando escucho como su padre se lo confesaba a su madre en un lamento que dejaba salir su decepción entera. Woojin había querido llorar toda la noche en su cama al darse cuenta de que sólo servía para romper lo que amaba.

Chocolate freckles [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora