Mía, siempre mía. Sesshomaru y Kagome (Sesshome)

Capitulo 1: Jazmines y caramelo.

Después de tanto tiempo todo había terminado, Naraku había sido derrotado hace 5 años. La vida de Kagome seguía siendo la misma,  sólo que ahora visitaba a sus amigos los fines de semana. Muchas cosas habían cambiado desde entonces, Kagome ya no sentía ese amor tan intenso que alguna vez sintió por el medio demonio, se dio cuenta que lo que ahora sentía era más un cariño de hermanos, al desaparecer la joya de las cuatro almas, esta le devolvió la vida a Kikyo y también a Kohaku, ella estaba feliz, su mejor amiga estaba tan feliz de tener a su hermano de nuevo y bueno, con respecto a Kikyo, ya no le molestaba, estaba feliz por ella, sabía que Inuyasha ahora iba ser feliz con Kikyo  y lo acepto. Además tenía otro motivo para dejarlos ser felices.

Era un día tranquilo en el sengoku. Sesshomaru  iba caminando por el bosque, con su típica postura que desprendía ímpetu, grandeza, respeto, pero sobre todo peligro e indirectamente una amenaza de que no debían meterse con él.
Aunque en la mente del gran demonio sólo estaba una cosa, ella, para ser más exactos su aroma, el aroma favorito de Sesshomaru, jazmines  mezclados con caramelo, preguntándose cuando este se volvió su favorito, recordó la primera vez que lo aspiró, esa primera vez que por unos segundos lo dejo atontado, pero que rápidamente volvió a su compostura, también recordó que esa vez intento matarla y agradecía profundamente a la funda de colmillo perfora acero que la protegiera porque ahora no sabría que hacer si ella no estuviera viva.

Y desde ese momento él no desaprovechaba ninguna oportunidad de poder aspirar su esencia siempre que por casualidad se encontraban.

Recordando ese embriagador perfume se perdió una vez más en sus pensamientos, imaginando cada vez más fuerte el aroma de su humana, que aunque él no lo diría en voz alta, al menos por ahora, ella era de él, se había enamorado de ella de tal manera que todavía le costaba aceptar del todo sus sentimientos.
Su cabeza volvió a la realidad para darse cuenta de que no estaba imaginando ese aroma sino que se sentía bastante cerca, pero además de ese olor se podía distinguir el miedo y a lo lejos un sutil aroma a excitación, inmediatamente luego de sentir eso se preparó para correr en dirección a donde estaba su humana pero cuando se giró, alguien choco con él, enfurecido por tal atrevimiento estaba por exigir una disculpa por tocar al gran Lord del Oeste o matarlo si no lo hacía, pero se detuvo al bajar la mirada y darse cuenta de quien era la persona que había chocado con él, estaba por pedir una explicación pero la voz de Kagome fue más rápida.

-Sesshomaru, ayúdame por favor- ella no espero su respuesta y se colocó rápidamente detrás de la espalda del demonio apoyándose un poco en está.

-¿Miko, qué sucede?- expresó con su típica frialdad, no se iba a mostrar preocupado, aunque realmente lo estaba, además de que luego de escucharla pidiéndole ayuda inmediatamente lo haría, pero no se lo diría.

-Él-  fue lo único que dijo ella,  señalando delante, ¿él? se pregunto Sesshomaru en sus pensamientos, aunque a los segundos su duda desapareció al volver a sentir ese asqueroso olor a excitación acompañado del de su medio hermano.

-Miko, si quieres que te ayude tienes que decirme que paso- él no quería admitirlo, pero sin darse cuenta terminó hablando más de lo que él quería.

- Inuyasha, el me quiso violar- automáticamente después de pronunciar esa palabra ella empezó a temblar, él no sabía que significaba eso pero por la reacción de la humana supo que no era nada bueno.

-¿Violar, qué significa eso?- volvió a hablar el demonio.

-Quiso tocarme, intento tener sexo conmigo, hacerme suya a la fuerza- en la voz de Kagome se notaba su nerviosismo, estaba a punto de romper en llanto, él lo sabía, y le hervía la sangre al escucharla así, como es que ese maldito bastardo se atrevía a tocar a su futura mujer, lo mataría, de eso estaba seguro, una muerte lenta y dolorosa era lo que se merecía.