Mía, siempre mía. Sesshomaru y Kagome (Sesshome)

Capítulo 14: Kikyo.

-Inuyasha...

-Inuyasha...

-Inuyasha... ven a mí...

¡Maldición! Llevo teniendo el mismo sueño hace días. ¿¡De quién rayos será esa voz?

-¿¡Inuyasha, estás despierto!?- grito Kikyo desde afuera de la cabaña.

-Tks ¡No me molestes mujer! ¡Todavía sigo enojado por lo que me hiciste hacerle a Kagome! - grité en respuesta.

-¡Oh vamos, Inuyasha! - entró a la cabaña- ¡Sólo fue una broma!- se cruzó de brazos.

-¡Pues entonces ve a decile eso a ella y al idiota de mi hermano!- salí de la cabaña y ella salió detrás de mí- ¡Sesshomaru no me dejará  acercarme a ella nunca más! ¿¡Te parece eso una broma!? ¡Kagome me odia, Sesshomaru desea matarme aún más que la primera vez que nos vimos!- me giré y la miré directo a los ojos- ¡Perdí a mi mejor amiga, a mi hermana, por tu culpa Kikyo! ¡POR TUS MALDITOS CELOS!- realmente estaba furioso con ella.

-Lo... lo siento, Inuyasha- su mirada estaba puesta en el suelo- Yo... voy a arreglarlo, te lo prometo.

La ignore, sus palabras ya no me interesaban; le juré y le perjure que la amaba a ella y a nadie más, incluso cuando Kagome entendió la situación y dejó atrás su amor por mí, ella no le creyó y a mi tampoco, siguió hasta la última consecuencia para saber si lo que ambos decíamos era cierto.
Y ahora ya no tengo a mi hermana, ya no tengo a Kikyo tampoco, me manipuló como un títere, la persona que amo me hizo sufrir y no solo a mi...
Kagome, la expresión de terror que tenía cuando intente... ¡Maldición! Nunca voy a poder borrar la cara de terror que puso al verme, yo quería detenerme, gritaba por dentro, incluso le rogaba a Kagome que me gritara un "Al suelo" y escapara, pero estaba tan aterrada que lo olvidó; en ese momento maldecia a Kikyo, no quería hacer eso, ¡No quería!

Corrí, corrí lejos de la aldea, necesitaba alejarme tanto como pudiera, quería encontrar una solución, quería poder ir al Oeste y pedirle perdón a Kagome, quería que ella volviera, la extraño, extraño su sonrisa, su voz, su maldito carácter y sus "Al suelo" extraño a mi hermana.

-Inuyasha...- mire en todas las direcciones buscando la voz, esa voz que se hacía presente siempre en mis sueños- Inuyasha...

-¿¡Quién eres!? ¡Muestrate!- grité a la nada.

-Inuyasha... ven a mí...

-Tks, que molesto- agudice mi oído y logré descubrir de que dirección provenía la voz- ¡Te tengo!- grité y comencé a correr en esa dirección.

-Inuyasha...

-Inuyasha...

-Inuyasha...

-Si, si, Inuyasha, Inuyasha, ¿Es todo lo que sabes decir?- le hablé al viento mientras seguía corriendo.

-Inuyasha....

-¡Me estás comenzando a molestar!- grité.

Corrí y seguí corriendo por largo rato, siempre siguiendo a la voz, cada vez la escuchaba más fuerte, ya casi la tenía...

-¡Inuyasha...!

Miré a mi alrededor,  el bosque había desaparecido dejando pasó a un lugar desértico, sólo había arena, huesos y una gran cueva.

-¡Inuyasha...!

-¡SI, SI, AQUÍ ESTOY! ¡DEJA DE REPETIR MI NOMBRE!- grité ya cansado.

-¡Inuyasha! ¡No me levantes la voz, cachorro maleducado!- recibí un golpe detrás de mi cabeza.