El Apocalipsis Del Litch

Hablamos con un espíritu

Fionna

Nos dimos la vuelta y vimos a una especie de pterodáctilo, pero diferente. Tenía ya desarrollado plumaje, era un poco raro, parecía el antecesor de las urracas. Venía hacia aquí e intentó atacarnos con las garras, descendió y se nos plantó delante de nosotros. Todos nos preparamos para combatir, excepto Kaneki, que se fue corriendo.
- Ya voy yo-. Les dije.
Fui corriendo tras él.
- Kaneki, no hace falta que te vayas corriendo.
- No lo entiendes-. Dijo.- Es que no puedo luchar.
- ¿Por qué? A parte da igual que no tengas poderes, nosotros te protegemos.
- Es que...
- Venga Kaneki, me lo puedes contar, si quieres no se lo cuento a los demás.
- Está bien, mira, hace mucho tiempo, en mi mundo, apareció una nueva especie, los Jaftis, que eran humanos que podían convertirse en una bestia enorme, como un lobo, pero más grande y con más sed de sangre. Pero durante un tiempo desaparecieron y en la actualidad han vuelto a aparecer y han destruido Tokyo. Yo pertenezco a uno de ellos, pero para no transformarme, me pongo esta máscara, porque si no podría mataros a todos.
- Ohhh, por eso la llevas, bueno, pero por eso no te tienes que escapar, sólo intenta atacarle en tu forma humana. A parte a mí me gustas más con la máscara.-
Creo que me sonrojé, la verdad, era muy mono. El ojo rojo brillante, la sonrisa, a veces pícara y el pelo gris le daba un toque diferente.
-Bueno, volvamos-. Le dije.
Cuando llegamos, ya habían derrotado al pterodáctilo, que explotó y se convirtió en cenizas que se fueron volando con el viento.
- Por fin, ya puedo hablar.
Todos nos asustamos, parecía la voz de una persona mayor, pero no la veíamos por ninguna parte.
- Que alivio, es como si te encerraran en una cárcel.
- ¿Dónde estás?- preguntó Kai. - ¿Y quién eres?-
- Uy es verdad, ya me había olvidado de vosotros, elegidos.-
- ¿Elegidos?- formulé
- Sí, así es, será mejor que me muestre.-
Apareció un espíritu, con forma humana, era mayor y llevaba un báculo, que en lo alto había un delfín. Tenía una larga barba blanca y una gorra que ponía Nueva York.
- ¿Nos puedes explicar quién eres y por qué nos has llamado elegidos?- dijo Cake. - ¿Y por qué llevas esa gorra?
- Shuu, todo a su debido tiempo, mis pupilos. Yo soy Gaslif, un espíritu que lleva esperando que os reuniérais mucho tiempo, vosotros, los 5 elegidos por las piedras del destino.-
- ¿Piedras del des..?- me cortó la pregunta.
- Shuu, todo a su debido tiempo mis pupilos. Os contaré una historia, cuando se creó este universo, se crearon animales, que algunos eran buenos y otros malvados pero desde mucho tiempo esos dos opuestos se han equilibrado, hasta que apareció el Litch, que desequilibró la balanza.
- ¿El Litch?- preguntó Kaneki.
- Luego te lo explico.- le contesté.
- Bueno, al desequilibrar la balanza, cinco espíritus sabios, al cual uno de ellos soy yo, crearon las cinco piedras para pararle. Pero no pudieron y decidieron encerrarle en vuestro mundo, Fionna y Cake, y escondieron las piedras para que no cayeran en malas manos. Y por si acaso, elegimos a cinco chicos, con suficiente coraje para enfrentarse al Litch, en caso de que se escapara, y esos sois vosotros. Si os preguntáis por la gorra y el bastón, el bastón representa el poder de cada uno, como veís, el mío tiene un delfín, uno de los animales más inteligentes del universo, con lo cuál mi característica es la inteligencia y pertenece también a uno de vosotros. La gorra me da un toque moderno, aunque sea viejo, puedo ser guay, como los chavales de ahora.
- Ya...-dije. -¿Entonces, lo único que puede parar al Litch son las piedras esas del destino?
- Ajá.- contestó.
- ¿Y sólo las pueden utilizar los elegidos, que, casualmente somos nosotros?
- Ajá.
- ¡Perfecto! Pues vamos a ello.
- Ehh, ahora que lo pienso.- dijo Kai.-¿Llevabas encerrado en ese bicho todo ese tiempo?
- Sí, habéis tardado en reuniros ¿eh? En todo este tiempo me hubiera dado tiempo a cuidar de perrito Lustras y ha molestar en la cola del supermercado. Si estás muy aburrido, te entretiene mucho. Bueno, que me voy por las ramas, la primera piedra está escondida en algún lugar de ésta jungla.
- ¿Qué, otra vez?- se quejó Jay
- Pues al parecer sí- le contestó Kaneki.
- Por cierto, os acompañaré en vuestra aventura, es muy divertido ver como os pegáis, es como una película de acción- nos dijo Gaslif.
Volvimos a entrar a la maleza mientras Gaslif nos preguntaba cómo había ido nuestro viaje y yo le explicaba a Kaneki la historia del Litch.