La batalla final

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Kaneki

Aparecimos en un vacío oscuro, como si estuviéramos en el espacio, solo que nos sosteníamos en una plataforma invisible.
-Vamos, sal-le provocó Jay por primera vez.- ¿O es que tienes miedo?
-¿Yo?-preguntó el desgraciado.- Yo estoy más que preparado para derrotaros, ¿pero tú, señor del miedo?
Apareció de repente el enorme monstruo al que nos enfrentábamos.
-¿Preparados chicos?-dijo Kai.
-Me parece que estamos más que preparados-respondí.
Atacamos todos a la vez mientras Alice y Laura lo hacían desde la retaguardia. Yo me convertí en bestia, pero no podía dejar de mirar a Fionna; me encantaba como se le revolvía el pelo mientras luchaba, como ponía cara de guerrera, sí, estaba enamorado. Tras unos tajos después, vimos, que, como antes no podíamos hacerle nada. Estábamos todos muy cansados.
-Que insensatos sois-se rió el Litch.- ¿En serio creíais que me ibaís a derrotar?
Pero entonces Kai cargó una enorme bola de fuego y Fionna se dirigió hasta el bicho mientras su espada se iluminaba con una luz rosa. Entonces, el Litch se debilitó.
-Agg-se quejó.- Está bien, ya me habéis enfadado.
Se transformó en un diablo con seis ojos rojos, cuernos granates y bíceps marcados. Ah, sí, también se hizo enorme.
-Ahora podré hacer lo que llevo muchos años esperando, destruiros.
Nos atacó con todo lo que podía, hasta con demonios que invocaba. Lo intentamos una y otra vez, pero nada.
-Fionna, ¿qué podemos hacer?-le pregunté.
-No lo sé-respondió.-Un momento, déjame pensar.
Mientras, nosotros le distraíamos hasta que de repente vimos a Fionna detrás de nosotros despegándose del suelo, con su piedra pegada al pecho y en su alrededor tenía el espíritu de su delfín, pero enorme y lanzando un rayo al Litch que lo debilitaba.
-¡Ya sé chicos!-me emocioné.- ¡Pensar todos algo que despierte el poder de la piedra!
Pensé en Fionna, lo mucho que la amaba y cómo la había salvado de las garras del anterior jefe. Noté como me elevaba y vi que todos hicieron lo mismo. Todos los rayos disparaban a él.
-¡Venga chicos!-gritó Kai.- ¡Por Gaslif! ¡Por nuestros amigos!
-¡Ahhhhhh!- disparamos con todas nuestras fuerzas.
El Litch tomó su forma inicial y cayó al suelo, las piedras se despegaron de nosotros, se elevaron aún más alto y formaron entre todas como una estaca enorme. Cada uno cogía una parte de ésta, cerramos los ojos y dijimos:
-Lo siento, pero tu historia ha terminado.
Una vez dicho esto, le clavamos la enorme estaca y el monstruo gritó de dolor. Se desvaneció en pequeñas almas y se dirigía hacia arriba.
-No tan rápido-dijo Laura.
-Aún no hemos terminado-siguió Alice.
Se cogieron una mano y la otra la elevaron al espacio. Encima de ellas se les apareció el espíritu de la diosa Serbi. De sus manos salió una enorme bola de luz que llegó hasta el bicho que gritó por última vez. Todos gritamos victoria y, de repente, el espacio se convirtió en el reino de Serobia derruido
-Nuestro reino-lloró Laura.
Entonces todo lo construido volvió a su sitio y el reino recobró su color. La ropa de Laura y Alice se sustituyó por un vestido de princesa.
-Muy bien, chicos-dijo una voz.
Al decir esto apareció Gaslif, que en vez de un espíritu, era un humano.
-¡Gaslif!-le abrazamos todos.-¡Eres humano!
-Exacto-respondió.- Al derrotar al Litch, nos habéis liberado a todos los sabios.
-¡Qué guay!-dijo Jay emocionado.
-Bueno, vais a tener que volver a vuestros mundos, Laura y Alice, tenéis que quedaros a reinar.
-Encantadas-dijeron al unísono.
Gaslif creó todos los portales necesarios, nos despedimos de todos, pero tenía que hacerlo especialmente de Fionna.
-¡Fionna!-exclamé.- ¡Un momento! Te quería decir gracias por haberme apoyado durante todo el viaje y consolarme en los momentos difíciles. Y yo...yo....
-¿Tú qué, Kaneki?-se rió.
Entonces la besé, era como si todas las cosas que amaba se unieran en ella. Al terminar, vi que Kai también se había ganado el corazón de Alice.
-Sabía que me amabas-dijo.- Y por eso yo también te amo a ti.
Una vez dicho esto, me despedí de ella.
-Bueno, mis pupilos-dijo Gaslif.- Hasta la próxima aventura.
Dijo esto y cada uno se metió en su portal correspondiente.

El Apocalipsis Del LitchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora