Capítulo 1. Miradas a distancia.

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𝒟𝒜ℛℐℰ𝒩

Siento una mirada única. Tan solo el describirlo se siente especial y jovial. Realmente se quién lo hace a mis espaldas, porque es diferente, es distinta a las demás chicas que me miran.

Estoy recargado en el árbol del campus universitario, mirando a los demás estudiantes; el primer día y los de primer ingreso están planeando una fiesta en grande.

Suelto un suspiró mientras cierro mi libro de lectura al ver que un par de chicas se aproximan a mí. Decidí ir a mi casillero para guardar mi chaqueta, cuando sentí aquella mirada detrás de mí.

-Darien, ¡Vamos amigo tienes que ir a la fiesta de está noche! .

-Estaré ocupado Zaf -mencioné en seco.

Antes de volver a responder pasé mis manos entré mi cabello.

-¿No querrás perderte a las chicas o si? .

Me recargue en los casilleros cruzándome de brazos. Puedo distinguir a las chicas de nuevo ingreso mirarme a muchos metros de lejanía.

-Está bien iré, solo que la verdad es que hoy no tengo ganas de tener a una chica a mis pies.

Estaba caminando en el pasillo que iba directo a la cancha de fútbol americano, pero de nuevo esa mirada persiguiéndome.

-¡Quieres detenerte!-alcé la voz, me di la media vuelta a fin de verla cara a cara, cuando giré solo era Esmeralda, hice una pausa -. Lo siento, creí que era alguien más.

-No hay problema -hizo un ademán con la mano.

Me alejé antes de decir alguna otra cosa más, tomé camino a las gradas. Estando ahí me senté, recuerdo que aquí mismo había roto con Morgan. Algunos me dicen que me he vuelto tóxico en las relaciones de pareja, pero es que no es eso, yo no lo soy.

Las terminó por que solo quiero tener un tiempo para mí mismo, pero muchas veces son algunas tediosas que se dramatizan ante todo. Dejé huir estos pensamientos que me hacen un hueco terrible en el estómago, casi como si tuviera una úlcera consumiendo mi vida, está vez miré a mi alrededor.

Neblina, esto fue lo último que supe de mis padres.

Parpadeé y luego regresé mi mirada a donde estaba una rubia peculiar leyendo un libro, llegué a cachar su mirada en mí. Es la misma, dulce... no tengo dudas.

Me levanté, bajé escalón por escalón para intentar agarrarla en el instante, hasta que huyo.

- ¡Maldición!-espete en bajo al ver como se alejaba.

Saqué mi celular mirando la hora.

-Darien te has perdido una clase -bramo Zaf dándome una palmada en la espalda.

-Lo sé -dije sin mayor importancia -. Zaf podemos pasar antes a casa de mis padres.

-Si, ¿es tu tío de nuevo?.

-Por ahora no, solo iré a recoger el Mercedes Benz plateado de mi padre, créeme ese auto siempre soñé en tenerlo.

Estamos caminando por la calle Dakota, hay una joven repartiendo folletos me extendió la mano dándome uno, yo le negué pero Zafiro acepto el folleto publicitario.

-¡Vaya, nuevo restaurante de postres!-agregó al leer -. Está a lado de tu restaurante caro Darien.

-Ah esa cafetería Bless Roll, nunca he entrado ahí, es tentadora pero...

Me interrumpe -, La otra vez Mina me llevó a comprar ahí un pastel de castañas, era el favorito de tu mamá ¿no? -dijo -. Créeme las cosas ahí son tan enigmáticas, las bebidas.

Mi Chico MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora