Dos. - Advertencias

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Su hermana fue la primera en decirle que Taehyung era un maldito mujeriego. Que no importaba si decía amarle, que eso era algo que el simplemente no cambiaría y que tarde o temprano, terminaría por romperle el corazón y las ilusiones. Jungkook tiene que ser sincero, tiene que aceptar que sabe sobre la fama que procede a su novio. Porque para cuando Jungkook le conoció en aquella fiesta de fin de curso, Taehyung tenía novia y ya coqueteaba abiertamente con él.

Así que, si ya lo había hecho una vez.. ¿que le aseguraba que no habría una segunda vez?

Suspiró por segunda vez, mientras sentía escalofríos por el cuerpo y un pequeño dolor instalándose en el pecho.

—¿Todo bien amigo?

Sus ojos buscaron a los de su mejor amigo y asintió, restándole importancia al asunto.

—Es solo que mis padres me tienen castigado y no he visto a Taehyung.

Park se mordió el labio y le echo un vistazo a la piscina frente a él.

—No creo que este haciendo nada malo, debe estar lidiando con sus padres o eso.

Ciertamente. Los padres de Taehyung eran igual de estrictos que los suyos, y aunque normalmente les terminaba dando igual, esta vez si que agradecía que por favor, fuese así.

—Jimin.

—¿Si?

Bebió un trago del agua mineral que tenía junto a él y clavo sus bonitos ojos en los de su mejor amigo.

—¿Verdad que Taehyung ya cambió?

¿Verdad que mi amor y mis cuidados han valido la pena?

Pero el silencio se hizo y las verdades chocaron una tras otra.

—Soy tu amigo Jungkook, sabes que yo no...

—Viste algo, ¿no?

—Si, lo hice.

Deserve 『Kth + Jjk』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora