Hangsang

Capítulo 2: Friends

Asia caminaba a paso ligero mirando su reloj, llegaba bien. Había quedado con los chicos para tomar algo y ponerse al día ya que los había estado echando mucho de menos. Se sentía mal, pues ella era la que había planificado el plan cuando se había negado a ir a todos los demás organizados, aunque tenía motivos para ello.

Los había visto poco durante el casi mes que llevaban de vacaciones. Pero cada vez quería estar más sola. Más alejada de sus únicos apoyos en esos momentos. La situación en casa no iba bien. Sus padres discutían cada vez de forma más descontrolada hasta llegar a insultos y pequeñas amenazas... y después acababan pagando su furia con ella.

Además tenía a Namjoon. El chico que había conquistado completamente su corazón y que la hacía sentir protegida entre sus brazos... Otro problema. Quería pegarse un tiro, ¿cómo podía estar confundida cuando sabía que él era el correcto? No lo sabía, pero no se sentía segura. O, bueno... sí lo sabía. Malas experiencias pasadas que no se han podido superar aunque se haya intentado. Una gran frustración para ella, que acababa con dolores de cabeza.

Y justo el día anterior, supo que ya no podía más. Tenía que salir de casa. Relacionarse con gente de su edad. Estuvo segura de ello cuando la música de Elvis le estaba empezando a parecer muy repetitiva, cosa que debería ser considerada un delito con pena de muerte.

— Asia— la llamaron, haciendo que se parara en su lugar para voltearse, pero antes de eso unos brazos pasaron por su cuello, abrazándola—. Ya era hora de que dieras señales de vida, desaparecida.

— Yo también me alegro de verte Kookie— rió la chica, notando como su estado de ánimo empezaba al fin a mejorar.

El chico la soltó, poniéndose a su lado y empezando a caminar mientras sonreía. Realmente la sonrisa de Jungkook, cada vez más frecuente, podía cambiar completamente tu chasco de día a uno incluso medianamente alegre.

La miraba feliz, mientras se mordía el labio levemente y cambiaba su vista mirando al suelo sin poder parar de sonreír. Estaba esperando su opinión.

Asia mientras lo miraba. ¿Por qué se estaba comportando de esa manera? Lo examinó. Llevaba las botas de siempre con los tejanos de siempre y una camiseta como siempre con un peinado como siempre... espera.

— ¿¡Qué te has hecho en el pelo!?— exclamó la chica mirándolo más de cerca mientras él empezaba a reír—. Oye, que guapo.

— Gracias— dijo él mientras reía. Ya llevaba unas semanas con ese nuevo peinado, pero nunca había coincidido con ella antes, así que realmente esa era su primera impresión.

Asia continuaba fijándose... algo más había en él, pero no lo veía. Llevaba el pelo más corto y no tan liso, y su flequillo, el cual siempre estaba perfectamente recto sobre su frente, se hallaba alborotado, dejando ver partes de esta.

— ¿También está teñido?— preguntó, dándose cuenta de que ya no era tan oscuro como antes sino de un castaño más claro.

— Algo más claro— admitió él—. ¿Ves algo más?— preguntó sonriendo mientras ladeaba la cabeza hacia un lado, tratando de mostrarle algo.

— ¡Oh dios mío me encanta!— dijo Asia enfatizando y acercándose más a él—. ¿Sólo una?

— No, dos— respondió el chico, orgulloso de su nueva imagen— ¿Te gusta?

A parte del cambio de pelo, el cual ya se notaba bastante, se había hecho también dos piercings, uno en cada oreja, donde llevaba dos pendientes redondos.

— Te dejo sólo una semana más y me vuelves todo tatuado— bromeó Asia para molestarlo—. Sí, te queda muy bien. Te ves cambiado, pero bien. Guapo.