Capítulo 13: Adiós

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Hye cerró la puerta de su cuarto y respiró hondo. Ya había pasado más de una semana de la discusión con sus padres y no había ni rastro de Hobi. Lo había intentado llamar varias veces y le había mandado mensajes pero aún no había obtenido respuesta. Había hablado con Jimin, que le decía que el chico estaba muy concentrado preparándose para las competiciones nacionales de baile, y que no quería distracciones. Pero Hye temía que no quisiera verla por culpa de sus padres. Ellos no tenían ningún derecho de hacerles eso, y hoy estaba decidida a ir a ver a Hobi cuando saliera de la academia. Ya había quedado con Tae antes así que sólo haría una parada en la academia de danza y luego iría a ver a su amigo.

— ¿Dónde vas?— dijo una voz grave al verla pasar por el comedor. Su padre estaba sentado en el sofá con los pies en la mesita de café y un periódico en las manos.

— A ver una peli con Taehyung— mintió, pues eso es lo que le decía siempre y colaba.

— Hace mucho que no veo al chico, normalmente venía casi cada día— observó más que nada para sí mismo.

— Ya, pero es que con la universidad casi no para de estudiar y...

— ¿Estudiar?— rió irónicamente— Ese chico lo hace todo menos estudiar. Su carrera no vale para nada, no sé cómo su madre le ha permitido hacer algo así. Acabará viviendo en las calles y muriendo de hambre.

Hye quería contestarle. Quería decirle que era un iluso, y que si a alguien le gustaba algo, fuera el teatro o la danza, y además se le daba bien, valía la pena que se siguiera cultivando. Pero él nunca lo entendería. Aún no sabía cómo le permitía seguir viendo a Tae. Supuso que, aunque el chico estudiara artes dramáticas, le tenía cierto aprecio, pues Hye y él habían crecido juntos.

En lugar de iniciar una discusión, Hye decidió callar. Discutir con alguien de mente cerrada no serviría de nada, más bien ella saldría perdiendo, pues al final la confinarían en casa y no podría ver a Hobi.

Abeoji tengo que irme. La sesión empieza en nada.

— Claro hija. Estoy orgulloso de tí— Hye frunció el ceño levemente. ¿A qué venía eso? No tenía sentido. Al ver la cara de ella, el hombre sonrió—. Has elegido seguir por el buen camino y olvidar lo del cine. Serás una buena ingeniera, estoy seguro.

Hye sonrió tristemente y con una pequeña reverencia salió de casa. El comentario de su padre había sido un golpe bajo. Desde niña había soñado con dirigir películas, o estar en un set de la forma que fuera, pero sus padres le borraron esa idea de la cabeza. O eso creían, pues seguía siendo su gran sueño en cubierta. Se avergonzaba de ello hasta con sus amigos.

Hye dobló la esquina y se encontró con la academia de baile justo allí. Esta vez el viaje se le había hecho mucho más largo. Normalmente se le pasaba volando, pues las ganas de ver a Hobi la comían por dentro. Pero esta vez estaba extremadamente nerviosa. Hobi se había distanciado de ella sin más. Podría haberle dicho algo como mínimo. Nunca habían pasado tanto tiempo separados, y Hye respetó esa separación repentina pues quizás necesitaba tiempo a solas. Pero una semana era mucho tiempo, y ella ya temía lo peor.

— ¿Hye?— preguntó un rubio incrédulo, pasándose la mano por el pelo, nervioso.

— ¡Sorpresa!— gritó Hye alzando sus brazos, simulando estar contenta cuando en realidad sólo quería llorar para liberar la tensión— Hobi aún sigue dentro, ¿no?

— Sí. Se ha quedado más tiempo entrenando. Realmente se está esforzando mucho esta vez. Demasiado— Jimin abrió la boca como si quisiera decir algo más, pero calló. Quería preguntarle a la chica si había pasado algo, pues Hobi estaba mucho más distante en comparación con lo cariñoso que era siempre, pero pensó que podía liarla.

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⏰ Last updated: Dec 02, 2018 ⏰

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