Capítulo 10: Oppa

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Las cosas no iban como Hye había imaginado, pero aún y así no podía quejarse.

Ya llevaban un rato solos, Hoseok ya le había presentado a Haru, quien descansaba en el regazo de la chica, y le había ofrecido un Sprite para beber, pues se había negado a darle algo que llevara alcohol. Y en esos momentos, el pelirrojo se encontraba peleando, tal y como acababa haciendo siempre, con el altavoz de Bluetooth que tenía en el comedor.

— Dame— insistía Hye mientras esperaba a que el chico se dignara a darle su móvil para ayudarlo.

— No. Te he dicho que yo pue... ¿¡Otra vez!? ¿Cómo que no se detecta dispositivo? ¡Te juro que te mandaré a la mierda! Acabarás en el vertedero como todos los reproductores anteriores a tí— espetó el chico mientras Hye reía. Le encantaba ver cómo él se peleaba con las máquinas. Realmente era raro que se le dieran bien los videojuegos cuando no sabía conectar siquiera unos altavoces.

— Hobi...— repitió la chica dulcemente, pues la expresión del pelirrojo en esos momentos era demasiado tierna. No recibió respuesta, por lo que volvió a llamarlo unas veces más.

— Lo tengo... lo tengo creo que lo... no, no... no lo tengo. Joder.

— Hooooobi...— trató de llamar su atención de nuevo mientras canturreaba.

—¡Pero si ponía conectado!— gritó—. La madre que...

— ¡Oppa!— gritó la chica molesta al sentirse ignorada, captando rápidamente el interés del pelirrojo.

Se puso roja al instante, pues aunque en su cabeza ya lo hubiera pensado muchas veces, nunca antes lo había llamado de esa forma. No debería haberlo hecho, era demasiado incómodo, pero le había salido solo.

Hoseok, a su vez, la miraba sorprendido, frunciendo levemente el ceño mientras pensaba en ello. Nunca le había pedido a la chica que lo llamara así, pues instantáneamente recordaba a Eunwook, quien solía apodarlo siempre de esa forma. Aún y así se sorprendió a sí mismo al ver que siquiera le había molestado pues, siendo sinceros, que Hye lo nombrara de esa manera era un tanto excitante. Le sonrió levemente al ver que ella había enrojecido, girándose de nuevo mientras se mordía el labio interior, queriendo intentar de nuevo conectar ese cacharro, pues le había dicho a ella que quería enseñarle una pequeña coreografía que había hecho él mismo.

— ¿Te parece si escuchas la música desde el móvil? No sé que más hacer con esto...

— Yo... creo que sé como hacerlo— susurró ella tímida por lo que acababa de decir. Hoseok la había ignorado completamente, seguramente la había cagado demasiado.

— Pues ayúdame, que no muerdo— bromeó el chico mientras ella dejaba a Haru suavemente en el sofá para levantarse y acercarse a él, interponiéndose entre su cuerpo y el mueble donde se encontraban los altavoces.

Miró el móvil de su novio, dándole al botón de conectar, haciendo que el dispositivo obedeciera instantáneamente, empezando a reproducir la música.

Sonrió satisfecha por su trabajo cuando notó los brazos del pelirrojo abrazarla por la cintura, pegando su espalda al pecho de él.

— Te juro que esto es lo mismo que acabo de hacer— dijo divertido por ser tan manco con esas cosas—. Eres mi salvación— bromeó, dándole un suave beso en la mejilla mientras apretaba más su agarre, acortando la distancia entre ellos lo máximo posible—. ¿Empiezo?— le susurró en la oreja. Ella asintió, separándose de él para dirigirse de nuevo al sofá—. ¿Dónde vas? Es un baile en pareja.

—... ¿Qué?— preguntó la chica atónita. ¿Cómo que en pareja? ¿No lo había hecho él?

— Tú sólo sígueme— siguió el chico cogiéndola de la mano mientras volvía a acercarla a él, empezando a bailar mientras hacía el tonto, moviéndose como un pato y haciendo reír a la chica, la cual estaba muy tímida desde lo de antes.

HangsangWhere stories live. Discover now