- Hoy traes muy buena cara Agoney - Ricky le abría la puerta del edificio mientras le observaba por encima de sus gafas de sol. - ¿Alguna novedad que contar al tío Ricky?
Agoney esbozó una enigmática sonrisa y entró en la revista con el fotógrafo siguiéndole los pasos.
- Algún día deberías posar para mi. Tienes unas facciones increíbles, saldrían unas fotos geniales. - Ricky había cogido su cámara y disparaba fotos hacía Agoney que lo evitaba corriendo por el pasillo. - Al menos cuéntame a qué se debe esa sonrisa y ese cambio de humor.
- ¡Lo siento, Ricky! Tengo que ir corriendo donde Miriam. ¡Tengo en mi poder el mejor reportaje del festival!
Miriam le esperaba sentada en su enorme escritorio. Agoney le acercó las hojas y esta empezó a leer. 10 minutos después volvió a mirar al canario que se había sentado enfrente y esperaba totalmente relajado. La cara de la jefa no dejaba ver ninguna emoción pero él estaba plenamente seguro de lo que había escrito. Su musa había vuelto.
- ¿Por qué me hiciste leer el reportaje anterior? ¿Te gusta que pierda mi tiempo? Porque te recuerdo que cada minuto de mi vida vale oro.
Agoney soltó una gran carcajada. - Y yo te recuerdo, querida, que tu tiempo vale oro gracias a que mis palabras son aún más valiosas. Soy el mejor, ¿lo recuerdas?
- Puede. Pero me has hecho perder el tiempo y no lo soporto. Tu nuevo encargo no te va a gustar, Agoney. ¿Sabes algo de los "matchmakers"? ¿Esas personas que se dedican a buscar tu pareja ideal? Quiero que investigues y me traigas el mejor reportaje que una revista puede ofrecer. Tienes tres semanas. Lo quiero para el próximo número.
Y con esta información, Miriam dejó de prestar atención a su reportero que con parsimonia se levantó del cómodo asiento y abandonó la oficina.
Ricky le esperaba sentado en su mesa con Roi enredando en su ordenador de sobremesa.
- Tío, este ordenador es del paleolítico. No puedo ni abrir mi correo. - Roi, experto en nuevas tecnologías, necesitaba estar conectado las 24 horas, incluso cuando se disponía a cotillear la vida de sus amigos. - Mientras cuéntanos, ¿te ha comido Miriam? ¿Te han despedido por fin?
- Jajaja. Sabes que nunca me van a despedir. El jefe me adora. Los lectores me adoran. Tú eres el único que no me soporta. - Agoney cogió la silla de su compañero y se acercó a su mesa. - A Miriam le ha encantado mi reportaje, como era de esperar. Mimi tenía videos en su móvil que trajeron recuerdos a mi cabeza y mis dedos fluyeron. Es lo que tiene tener un don... ya sabéis. - Levantó sus cejas mientras sus compañeros bufaban por lo bajo, acostumbrados como estaban a los aires de grandeza del reportero cada vez que escribía algo "decente".
- Mimi... - Roi suspiró mirando hacía el infinito. - Mi amor imposible. Nunca te perdonaré que me la presentaras cuando iba borracho como una cuba en la cena de empresa.
- Roi, nunca conseguirás una chica como esa si te sigues poniendo esas camisas tan horribles. - las palabras de Ricky hicieron reír a los tres compañeros, mucho más relajados ahora que la edición del nuevo número de la revista por fin había terminado. - ¿Y bien Ago? ¿Nos cuentas a que viene la sonrisa perenne en tu cara?
Agoney pensaba que sus amigos se habían olvidado de ese detalle pero no, esos eran sus amigos. No perdían la ocasión para ridiculizarle... Los miró, más para intentar explicarse a él mismo la presencia de la sonrisa que por hacerse el interesante como podría parecer desde fuera. Alargó los minutos, dándose un tiempo para recapitular. ¿Por qué estaba hoy especialmente tan feliz? ¿Trabajo? ¿Amor? ¿Todo lo anterior?
- Ayer conocí a alguien en la cafetería de las As. - En realidad conoció a dos personas pero una todavía era un interrogante que le molestaba en el fondo de su cerebro. - Se llama Fran, tomamos algo y bueno, congeniamos muy bien. - Terminó la frase con un intento de comillas en el aire y una sonrisa canalla que reflejaba todo lo que había pasado la noche anterior. - Pero sin más, nos dimos los teléfonos y ya nos veremos. Una alegría en una noche de primavera.
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EPIFANÍA
FanfictionAgoney no cree en el amor. Hace tiempo que se dedica a vivir sin pensar a largo plazo. Pero alguien tiene otros planes para él. A veces el amor es cosa de dos o de más...