20 de Agosto de 2018
Turín, Italia.Sentí una mano en mi hombro sacudiendome, abrí mis ojos lentamente encontrandome con una azafata mirandome con una sonrisa de oreja a oreja.
—Ya estamos en Italia—habló la española. Refregué mis ojos y asentí para después desabrocharme el cinturón y agarrar la valija de mano del compartimiento.
Me despedí de ella con una sonrisa y ella me respondió de la misma manera añadiendo “ que tengas lindo viaje ”
Salí y sentí el cambio de temperatura al instante, hacia bastante frío, el ocho marcaba el termómetro que había en una pared y para completar la secuencia, llovía.
Me acerqué hasta las cintas donde ya habían empezado a aparecer las valijas, no tarde mucho en encontrar las dos mías y bajarlas de ella para empezar a caminar a la salida.
Me paré un momento para atarme los cordones de las zapatillas justo cuando me iba a levantar un chico paso por al lado mío tirándome las dos valijas y haciendo que se rompa la manilla de una.
—Perdono—me dijo el chico con una gorra y unos lentes en un perfecto acento italiano. Iba bastante desabrigado para el tiempo que hacía.
—No te perdono un carajo, italiano pelotudo—acoté aunque no me entendiera nada de lo que dijera. El me miró con una sonrisa y alcé una ceja.
—Ojo con lo que decís nena, mirá que te entendí—concluyó divertido, abrí mis ojos de par en par al escuchar su contestación, se rió y dió la vuelta para irse. Reaccioné y lo seguí dejando mis cosas ahí tiradas para agarrarlo del brazo—Apa, ¿solo crucé una frase con vos y ya me seguís? Ya sé que soy un bombón ¿pero para tengo che?
—Mirá nenito, no te vengas a hacer el vivo conmigo—acusé, el me miró a mí y después a mi agarré, seguía teniéndolo del brazo, lo saque rápidamente mientras el reía—Me rompiste la ma...
—No tengo tiempo nenita—remarcó la última palabra—Si querés te paso mi número para arreglar eso y para otra cosa...—habló con picardía.
Bufé y me dí la vuelta para caminar hasta mis cosas que aún seguían tiradas en el piso. Si hubiera pasado eso en Argentina no estaban más las dos valijas, sentí una mano en mi cintura y que me arrastraron.
—Salí—me zafe de su agarre y el rió—¿No que no tenías tiempo?
—Y no lo tengo, pero quiero saber tu nombre.
—Yo lo que quiero es que me arregles la manilla de la...
—Primero tu nombre y después lo de tu valija—dijo, junté las cejas y negué. El bajó un poco sus lentes dejándome ver sus perfectos ojos verdes—Dale nenita.
—La que no tiene tiempo para pelotudeces soy yo—sentencié y agarré mi valija.
—¿Preguntar tu nombre es una pelotudez?
—No, pero pedirlo acambio de algo, sí—lo miré mientras me acomodaba la mochila en mis hombros.
—Vos salís ganando, no sé, fíjate—acotó el ojiverde, después apartó la mirada ya que su celular estaba sonando, tecleó un par de cosas y lo guardo para después mirarme nuevamente—Me tengo que ir sin nombre.
—¡¿Pero mi valija nene?!—grité haciendo que se ría.
—Me hubieras dicho tu nombre y ya tendrías la valija nueva y estarías comiendo en el MC Donald's.
—Pero ni en pedo—solté y el me mostró su hilera perfecta de dientes.
—Bueno no te quejés y suerte—hizo referencia a mi valija y me guiñó un ojo para después desaparecer.
—Que pendejo de mierda—murmuré y agarré la valija como pude.
Empezaba bien mi estancia en Italia.
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Ay paulito...😂
En realidad no se iban a conocer así pero me gustó la idea jajajaj