Roma
—¿Y? ¿Que te pareció mí mamá?—preguntó mirándome desde la cama. Me dí la vuelta y lo miré este sonreía.
—Bien, es muy simpática y buena—acoté para volver a poner mí vista en las bolas de nieve que tenía en su estantería—¿Cuál es tu favorita?
—¿Cuál es la tuya?—contrapreguntó, me acerque hasta la que más me llamaba la atención, era de Australia y en ella había un canguro y la ciudad de Sidney.
—Me encanta porque me hace acordar a nemo—hablé mientras la movía y veía como se dispersaba el agua junto con purpurina—¿Fuiste?
—No, me la trajo un amigo que fue de vacaciones—aclaró y escuché el ruido que hizo al levantarse de la cama—También es mí favorita.
Me dí la vuelta para mirarlo y alce una ceja al ver que estaba reprimiendo un sonrisa lo cual me hizo rodar los ojos.
—No seas mentiroso—dije y volví a dejar la bola en su lugar mientras observa las otras dos que tenía.
—¿Solo puede ser tu favorita?—recriminó haciéndome reír y asentí sin mirarlo. Sus manos se posaron mí cintura y no pude evitar cerrar los ojos cuando beso mí sien—¿Que te pasa que no estás como una histérica?
—¿Por qué siempre cagas todo?—hablé aún con los ojos cerrados y apoyándome en su pecho—Seguí.
Escuché su respiración agitada, se estaba riendo, después de unos segundos acotó las órdenes y volvió a dejar besos entre mí cachete y mí sien acompañados de caricias en mí pelo.
—Me voy a terminar durmiendo—murmuré, noté su sonrisa en mí cuello y beso mí cabeza para después separarse—¿Por qué parás?
Sonrió y se acerco a besar el mini puchero que le hice, acto seguido agarró mí cara con sus manos y me lleno de besos prácticamente toda la cara.
Reí negando cuando me separé de el y me volví a acercar a su estantería donde tenía un par de cochecitos y una foto de el cuando era chico con un hombre agarrándolo de la cabeza.
—Qué carucha eh—reí mientras la agarraba con mis manos, el levantó la vista y me miro—Lindo cuerpito.
—¿Viste? Era un titán ahí—me siguió la joda y se acerco hasta a mí para ver la foto.
—¿Es tu papá?—pregunté observando la foto, era muy linda. Al no obtener respuesta, lo miré y estaba haciendo una mueca dándome a entender todo—Perdón yo...eh.
—No pasa nada Ro, no sabías. Tenía apenas quince años cuando se murió mí papá, era un pendejo—explicó con una sonrisa ladeada, dejé la foto en su lugar y agaché la cabeza.
—Se lo que se siente...—comencé y trague grueso, pude notar su confusión—Mi viejo murió hace cinco años, el iba a venir a mí nueva casa porque justo me había independizado y bueno...en el camino tuvo un accidente y...
—No me contes si no querés—cortó antes de que siguiera, deslizó una lágrima por mí cachete derecho y rápidamente pase mí mano para sacarla y mirarlo—No llorés Ro...
—Perdón es que él fue muy importante para mí, crío a una nena solo y gracias a él nunca me faltó nada—me pasé las manos por la cara y vi su cara de lástima—¿Querés...
—¿Vemos unas pelis?—cambió de tema—Me parte el corazón verte llorar bebé.
Sonreí un poco y me acerque para abrazarlo y seguidamente besarlo, sin duda era lo mejor del mundo este chico.
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Saben lo mejor de todo esto? Es que me imagino de verdad con esta actitud a Paulo 💛