5. Un granito de mi corazón

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"Pato" era un pingüino al que le encantaba mucho nadar, sus tardes consistían en pescar, estar en casa con su familia y ser feliz. Pero de un momento a otro esa rutina fue interrumpida por una reunión de amigos, en los cuales su conversación no era sobre la típica historia de quién atrapo al pez más gordo o quién era el más veloz del grupo. 

A Pato le extraño que uno de sus amigos mencionara a su prima.

Pato se sentía extraño.

Pato temía. 

Pero Pato no se quedo con la duda él necesitaba conocer la razón de esa plática tan sospechosa. 

Resulta que todos coincidian en que estaban en una edad "madura" y que era momento de cortejar a las hembras, pero el pobre Pato estaba que se volvía loco. Puesto que el les decía a sus amigos que era una ridiculez y que si se comprometían jamás volverían a pescar y nadar juntos.

Muy en el fondo Pato quería encontrar a ese ser especial, que le provocara intensas mareas en el estómago. Pero no se consideraba un pingüino atractivo, siempre buscaba defectos y vaya que decía encontrarlos.
Y sin querer su mente viajó a su vecina Penni, era muy bonita, sus aletitas, su piquito, su forma de nadar... ¡Era perfecta! El corazón de pato si que se ponía en gran eufória al tener de cerca a tan majestuosa creación de la naturaleza.

Quería pasar el resto de su vida con ella ¡Claro que si!.
Todos los pingüinos se reunieron en el glaciar correspondiente para empezar a prepararse para su declaración.
Y asi fue como cada uno de los pingüinos buscaba la piedrita perfecta para su querida.
Pato emocionado y decidido, barrió todo el lugar con la mirada buscando algo especial, pero ninguna roca parecia agradarle para Penni, ella se merecía todo el planeta de ser posible.
El día casi terminaba y todos ya habían encontrado su roquita, Pato seguía buscando, buscando y buscando. ¡Hasta que! Encontró una piedra preciosa lisa, sin bordes filosos, suave, limpia, parecía una piedrita "pura".
Todos los pingüinos se fueron al encuentro de su pareja.

Y ahí estaba Penni entre la multitud de pingüinos esperando a su conquista, Pato nervioso al estar frente a ella le rodo la piedrita con el pico hasta sus patitas y Penni emocionada la aceptó.
La piedrita de Pato, era una promesa, la cual describía a la perfección el amor entre los dos, y no importó ser el último ni la tardanza al encontrar la piedrita perfecta, porque al final la espera valió la pena.

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⏰ Última actualización: Apr 16, 2020 ⏰

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