2.

2.4K 179 1
                                    

La voz grave del chofer nuevamente la volvió a la realidad, Fleur reacomodo su cabello de manera casual y observo a través del cristal el enorme edificio donde trabajaba su ex esposa. El hombre abrió la puerta del auto y coloco la sombrilla negra sobre ella, la rubia le dirigió una mirada cargada de indiferencia antes de abrirse paso hacia el edificio.

Las miradas llenas curiosidad y sorpresa le siguieron hasta que ella se adentró al elevador, todos sabían quién era y a quien buscaba. Algunos hombres suspiraron cuando la rubia desapareció mientras que los murmullos no se habían hecho esperar.

Fleur ignoro la sensación extraña que la recorrió de arriba abajo, su blusa de seda roja estaba ajustada a su cuerpo en conjunto con la falda negra que dejaba al descubierto sus delgadas piernas. Muchos se preguntaban cuál era el secreto para mantener un cuerpo como el de ella, simplemente el tener dos niños y aun mantener una figura esbelta, sin deformaciones o marcas, eran motivos de admiración para más de una.

Las puertas del elevador se abrieron en el piso número catorce, las paredes color beige estaban adornadas de manera moderna con un par de pinturas abstractas, mientras que el sillón de cuero negro se encontraba a la derecha. Fleur inspecciono el lugar detenidamente preguntándose a donde podría haber ido la secretaria. Según por lo que Dominik y Louis habían dicho Hermione tenía una nueva asistente.

Reprimiendo un suspiro de frustración la rubia se abrió paso hacia la puerta de Hermione pero se detuvo en seco junto al escritorio, una bolsa de cuero color negra estaba colocada por debajo de este. Fleur inmediatamente reconoció el objeto de marca y no pudo evitar pensar un comentario sarcástico sobre el gusto de la chica.

Inspeccionando ya un poco más de acerca, observo también varios papeles desordenados sobre el escritorio, sin duda Cho jamás fue tan descuidada con su trabajo.

La antigua asistente de Hermione fue una de las pocas personas con las que Fleur interactuó cuando estaban juntas, Cho Chang era una mujer sencilla y tímida que llego a ganarse un poco del afecto de Fleur. Su relación no era lo más parecida a dos amigas pero debes en cuando se encontraban para tomar un café.

Sin embargo, Cho estaba recién aliviada y Hermione necesitaba una sustituta durante su ausencia, la idea no fue del todo agradable para ella, pero por supuesto la morena no le había dicho nada al respecto, los niños por otra parte, algunas veces venían con Hermione y conocían a la mayoría del personal. Fleur no era ajena al interés que tanto hombres como mujeres sentían por Hermione, y la sola idea de imaginar a la morena en brazos de alguien más, causaba una sensación que la francesa no terminaba aun de comprender.

La voz de Hermione llego a sus oídos y noto que la puerta de su oficina se encontraba entreabierta, Fleur nunca fue del tipo que le gustara escuchar conversaciones privadas pero la curiosidad en ese caso fue mayor que su educación y fuerza de voluntad.

Tras asomarse silenciosamente observo hacia el escritorio donde la morena estaba sentada, la mujer estaba vestida con su habitual ropa de trabajo y lentes firmemente colocados, destillando ese toque de intelectualidad que solía volverla un poco loca. A su lado una mujer pelirroja de cabello lacio y largo la contemplaba en silencio. Fleur no perdió ningún detalle de la chica y apretó su mandíbula al ver que esta poco a poco se inclinaba más hacia Hermione.

"Que confianza tienen." — Pensó, frunciendo su ceño al notar los movimientos de ambas.



Hermione Granger suspiro con aprobación al terminar de leer los párrafos escritos; la decisión de tomar una nueva asistente fue inesperada y un poco estresante, pero por fortuna Ginevra Weasley supo adaptarse perfectamente al puesto.

Never SurrenderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora