7.

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¡Hola chicos! Bienvenidos a una continuación más. Tengo una noticia muy buena para ustedes, los que me siguen en twitter (Alexaveela) ya saben de lo que hablo, y sino se los comparto: 

A partir de este capítulo empieza el conteo para el final :) y estoy muy feliz por la aceptación de la historia, ¿cuantos quedan? .... ¡Solo 4! y voy a esforzarme para que concluya en estos dos meses. Gracias de antemano por su paciencia.

Les mando un fuerte abrazo.

P.D: Comentario, duda o bromas son bienvenidas jaja... siempre y cuando no pongan en riesgo mi vida después de este cap. 

~x~

Ginny permanecía de pie junto a la puerta de su apartamento en espera de la morena. El reloj colgado en la pared marcaba las 8:25 P.M., se suponía que la chica llegaría por ella dentro los próximos cinco minutos más lentos y agónicos de su vida.

El vestido que portaba era elegante pero con un toque de sencillez que lograba marcar su figura, sus brazos se encontraban completamente al descubierto, revelando la piel blanquecina. El pelo lacio se encontraba acomodado perfectamente sobre sus hombros y espalda.

Las luces de su apartamento estaban en su mayoría apagadas, y solo las de la sala y comedor estaban encendidas. Sus manos se aferraron más a la bolsa de marca que combinaba con su atuendo. La sola idea de que Hermione la dejara plantada estremecía su cuerpo con gran incomodidad. Nuevamente sus ojos vagaron hacia el reloj sobre la pared pero el timbre sonó interrumpiendo su mar de pensamientos. El nerviosismo comenzaba a invadirla, y la felicidad de saber que Hermione cumplió con su palabra acelero su corazón.

Sintiéndose como una adolescente en su primera cita, Hermione llamo a la puerta, su respiración estaba un poco entrecortada mientras sus dedos temblaban casi de manera imperceptible. Debatiéndose mentalmente si debería llamar nuevamente, dejo que sus labios se entreabrieran y un suspiro escapara. La puerta se abrió con lentitud revelando a la hermosa pelirroja que ahí vivía.

Hermione trago saliva al notar que sus ojos no podían despegarse del cuerpo de la mujer frente a ella. De pronto el deseo le invadió como una llama que consume poco a poco el papel, el silencio fue roto al darse cuenta que su mirada se había perdido en las piernas finas y delgadas de Ginevra.

Por otra parte la pelirroja no pudo evitar sonreír con orgullo al ver que su propósito había sido alcanzado.

—Buenas Noches Ginevra. —Logro exclamar la morena. Ginny arrugo ligeramente sus cejas al escuchar su nombre completo pero no duro demasiado tiempo al notar el color carmesí en las mejillas de Hermione.

—¡Hola! Creí por un momento que no vendrías por mí. –Bromeo la chica con una sonrisa.

El turno de fruncir el ceño se invirtió y ahora fue la castaña quien se desconcertó ante las palabras de la chica. Después de casi una hora dando vueltas en la sala de su hogar había decidido hacer frente a sus actos, tenía la valentía para enfrentar cualquier cosa que se pusiera en su camino; además era Ginny, una conocida, casi su mejor amiga, pero de nuevo se recordó que no estaba ahí precisamente para una salida entre "chicas" sino más bien una cita.

Hermione sonrió y extendió su brazo hacia Ginny.

—Jamás te haría algo así.

La pelirroja sonrió abiertamente y con un movimiento rápido apago todas las luces de su apartamento, al tomar el brazo de la mujer sintió como está tembló ligeramente, pero decidió hacer caso omiso de ello.

Never SurrenderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora