9 Crimes | Mike x Pete [Pike]

Leave me out

Pete.

Noche, mi parte favorita del día; donde puedo recorrer la ciudad sin ver a tanta gente idiota y disfrutar más de mi soledad. Amo la oscuridad y estar solo. La personas suelen ser molestas de vez en cuando, todos unos jodidos conformistas de mierda.

Recorrí todo South Park hasta llegar al cementerio, mi adorado lugar, los muertos suelen ser más agradables que los vivos, me encantaría estar como ellos, en paz, sin que nadie me fastidie ni me diga que debo hacer como mis padres y maestros, que molestos.

Me senté en una de las tumbas y saqué un cigarrillo de mi bolsillo, lo encendí y le di una calada. Relajación total. Si alguien algún día se enterara de esto me tacharían de raro e incluso les daría miedo. Reí. Sería muy genial. Volví a darle otra calada una más larga y boté el humo con satisfacción. 

— ¿Cómo te encuentras hoy eh...-me di vuelta y leí el nombre de la tumba en la cual me había sentado- ...Jack? ¿Qué se siente estar muerto? Genial ¿No?

Sonreí y seguí fumando. 

— ¿Sabes? A veces quisiera morir, siento que no tengo nada por que vivir, nada me motiva. No tengo a nadie. -miré al cielo- Nunca he sentido nada por alguna persona. Soy una basura, o eso dicen mis padres... Vaya mierda. 

Suspiré.

— Algún día me mataré y estaré con ustedes, se los prometo. -sonreí- Cuando no sea tan cobarde.

Seguí mirando al cielo hasta que una nube tapó toda mi bella visión. Lluvia. Al principio eran leves gotas, pero se fue intensificando. No me moví, me daba igual enfermarme, tal vez así mi muerte sería más lenta y la disfrutaría. Me quedé congelado y esperé mi muerte por hipotermia. 

— ¡Hombre, levantante! -habló una voz. Abrí los ojos y me encontré con un chico alto de cabello oscuro y teñido de color verde en la parte baja, vestíamos casi parecidos, pero se veía mayor que yo, como de unos 20 años aproximadamente.

— ¡Eso que importa! Ven, te vas a enfermar. -lo observé dudoso y el gruñó tomándome de la mano- No te dejaré aquí solo.

— Da igual, de todas formas quiero morir ¡Achú! -estornudé- Creo que si moriré.

El chico alto rodó los ojos y me puso su chaqueta.

— ¿Tienes a donde ir? -negué con la cabeza, no tengo ganas de ir a casa- Vendrás conmigo.

No me rehusé, estaba cansado y dormir encima de una lápida es doloroso. Además ¿Quién sabe si ese chico es un asesino en serie? Moriría al fin y eso si que sería fantástico.

Subí a su coche tembloroso y empapado pero con una sonrisa de oreja a oreja, mi fin se acerca. Estuvimos como 5 minutos sin decir nada, hasta que el chico rompió el hielo.

— ¿Cómo te llamas? 

— ¿Eh? Pete... -No me esperaba eso. ¿Quién diablos quiere saber el nombre de sus víctimas?

— Que lindo nombre. -sonrió- Yo soy Mike. Mike Makowski. 

— Thelman. -me miró confundido- Ese es mi apellido.

— Un gusto... y dime ¿Qué hacías a mitad de la noche durmiendo en una lápida? ¿No te molesta estar rodeado de muertos? 

— Es mi lugar feliz. -me encogí de hombros sin darle importancia.

— Eres raro, me agradas. -me volvió a sonreír. ¿Por qué es tan alegre? Llega a ser molesto.

Seguimos en silencio hasta llegar a su apartamento. Vivía en un edificio bastante alto, perfecto para lanzarse. Que suerte. Subimos el ascensor hasta llegar al 6to piso, abrió la puerta y me hizo pasar. 

— Ve al baño a tomar una ducha, yo te prestaré ropa. -asentí y fui al baño. 

Este tipo es extraño ¿En qué momento piensa asesinarme? Pareciera que solo quiere ser amable conmigo. No me molesta en lo absoluto, sin embargo, no es lo que yo esperaba que sucediera esta noche.

Abrí la regadera y me puse debajo de ella. El agua estaba tibia, era justo lo que necesitaba. Salí y me vestí con su ropa, he de decir que tiene buen gusto. Él me esperaba con una taza de café en el sofá. Me senté a su lado.

— ¿Me vas a decir qué te sucedió? -cuestionó serio sin mirarme.

— Nada. Siempre voy a ese lugar. -me encogí de hombros restándole importancia.

— ¿Pero por qué? ¿Y tu familia?

— A ellos no les importo, además son unos malditos conformistas.

Se dio la vuelta y me miró con tristeza. Extendió sus brazos para que lo abrazara, alcé una ceja confundido pero acepté. Hice el mismo gesto y me estrechó contra su cuerpo, sentía su olor, he de decir que es muy agradable. Su contacto me calmó.

— No me gusta que la gente se sienta sola. -me acarició la nuca con la yema de sus dedos- Cuanto sientas la necesidad de ir de nuevo a ese espeluznante lugar me llamas ¿Bien? Así pasamos el rato juntos. No tengo mucho que hacer.

Me aparté de él y lo encaré.

— ¿Qué dices? Amigo, ni siquiera te conozco. Esto es... raro. -desvié la mirada avergonzado. ¿Qué está pasando? ¿En qué momento piensa asesinarme maldita sea?

— Podemos conocernos. -sonrío. Estúpida sonrisa.

— V-vale.

***
mi primer fic pike, espero que les guste uwu