And I've got no excuse

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Lo miró asustado. Sus manos estaban llenas de sangre y le dolían, se quejó por el dolor y el se acercó rápido hacia él.

— ¿Por qué lo hiciste? -le preguntó acariciando su mejilla y limpiando las lágrimas que aún quedaban en ella.

— ¿Y a ti qué? -se apartó- ¿Cómo me encontraste?

— No te vi en el campus y supuse que estarías aquí. -lo abrazó- Perdón por hacerte daño.

— Mike... -correspondió su abrazo.

Estuvieron así un buen momento hasta que se separaron. El gótico aún estaba en mal estado.

— ¿Por qué lo hiciste? -cuestionó el vampiro cruzándose de brazos.

— Porque, porque... -observó sus manos destrozadas- Yo... ¡Soy un desastre! ¿Está bien? Estoy roto por dentro y me duele, creí... creí que me querías, eres la única persona que me ha demostrado amor y te fuiste. ¡No es tu culpa! Es sólo que... ¡Agh! -se agarró la cabeza con sus manos y se agachó en el suelo.

— Pete, no digas eso... -intentó acercarse.

— ¡No! -exclamó- Ya entiendo porqué me dejaste, estoy mal. No merezco estar contigo, eres tan perfecto y yo un asco total. ¡Mírame y dime si te gusta lo que ves! ¡Maldita sea! Dilo.

— Me gusta. -tocó su cara y lo miró con dulzura- Aún me gustas.

Lo besó. Pete comenzó a llorar y le correspondió el beso, había echado de menos su sabor, su cariño, sus besos y abrazos. Se aferró a el, no quería que este momento acabara.

— Me siento mal. -dijo en su agarre- Siento... Siento que nunca nadie más me querrá como tú, ni a mis padres les importo y te voy a importar yo, no sé ni lo que pienso, tengo la cabeza hecha un lío Mike. Ayúdame, te lo suplico.

Soltó un grito desgarrador y empapó la chaqueta del alto con el agua que salía de sus ojos. A pesar de estar a su lado en estos instantes seguía sintiéndose roto.

— Eres hermoso y siempre te amaré, bobo. -soltó.

— No lo creo, hay mucha gente mejor. ¿Por qué yo? ¿Por qué estas aquí conmigo?

— Te amo. -respondió- Jamás dudes de ello.

— Yo también te amo. -le correspondió y se fundieron en un beso nuevamente.

Luego de ese encuentro las cosas volvieron a ser como antes. El gótico seguía con sus ataques de angustia y el constante miedo de estar solo, le aterraba la soledad y el no sentir amor de otra persona, estaba tan acostumbrado antes que nunca pensó que el recibir solo un poco de cariño le afectaría tanto, a lo mejor estaba equivocado y sólo necesitaba alejarse ¿Para que amarrarse a alguien? Puede que Mike esté con el por lástima al verlo tan abatido ¿Quién querría estar con el? Eran una de las cosas que pasaban por su mente por las noches. Su pecho le ardía y su respiración se agitaba, tenía la sensación de ahogo. Golpeaba sus extremidades para sentirse mejor como esa vez en las tumbas. No se lo dijo a nadie. Tenía miedo a que lo vieran como un bicho raro y derrotado. No quería perder la batalla contra la vida, no esta vez. Si el vampiro lo ayudaba y estaba a su lado, todo podría salir bien, el prometió ayudarle por su propia voluntad, a pesar de que el otro se lo reprochó.

— Hoy iremos al psiquiatra. -habló su novio mientras estaban sentados en el sofá de su casa viendo televisión.

— No estoy loco, no necesito esa mierda. Ya te dije. -dijo con fastidio.

— ¿Seguro? Deberías aceptar esta ayuda. -se notaba la preocupación en su rostro.

— No puedo aceptar que pagues estas cosas por mí, mis papás deberían hacerlo. No tú, Mike. -bufó.

— Está bien. -se rindió.

Le sentaba fatal que su pareja estuviese tan pendiente ahora. Se creía un fenómeno al ser tan observado. De todas formas terminó accediendo y fueron a terapia juntos. Fue díficil para él abrirse con un extraño, pero lo logró. Le recetaron pastillas para poder controlar sus emociones y estar bien durante el día. No le fue muy bien, tenía sueño, era extraña la sensación, así que optó por dejarlas, ya que se sentía mejor y lloraba cada vez menos. Creyó que estaba rehabilitado.

— Oye ahora que estas mejor ¿Por qué no vamos a ver una peli? -le preguntó el alto a su pareja.

— ¿De terror? Son mis favoritas. -habló como un niño pequeño, feliz por esa invitación.

— Obvio, a mi también me encantan. -sonrío- Mañana a las seis ¿Te parece? -el más bajo asintió.

Se fue a casa y esperaron al día siguiente ansiosos por su salida romántica al cine. Mike fue a buscar a su novio en su auto. Lo saludó de beso y partieron.

— Tengo que ir revisar algo al club ¿Me esperas aquí? Tardaré menos de cinco minutos. -se estacionó cerca de la universidad y salió- Solo es papeleo, tranquilo amor.

Espero en el coche impaciente, sin embargo, se tardó demasiado que tuvo que salir en su búsqueda. ¿Qué estaría haciendo que provocara su retraso? La película comenzaría pronto y se la perderían, ya tenían las entradas, no podían faltar. Caminó hasta el encontrar el lugar, le provocaba escalofríos, aquí casi perdió al amor de su vida.

— ¿Mike? ¿Estás ahí? -entró y vio el club vacío- ¿Qué mierda?

Hipotéticamente solo iba a revisar unos papeles y ya. No estaba adentro como le dijo. Escucho unos ruidos extraños como gemidos detrás de una puerta. Su corazón latió con rapidez.

— Por favor, que no seas tú, por favor... -susurró con suplica.

Lamentablemente si era él. Estaba encima de Larry besando su cuello con pasión mientras el otro gimoteaba. Ambos estaban desnudos de la cintura para abajo. Estaban cogiendo. ¿Ese era el papeleo que debía hacer?

— ¡Pete! Te dije que esperaras en el auto. -se subió los pantalones de golpe y lo miró con pudor, como si nunca lo hubiese visto.

— ¿Qué está sucediendo amor? -preguntó el castaño que imitó su acción al ser descubierto.

El gótico se fue cerrando la puerta del golpe. Estaba anonadado. No podía creerlo. El...

— ¡Mierda!

Corrió y corrió sin mirar atrás, sin observar sus pasos. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Por qué todo le daba vueltas? ¿Por qué sentía ganas de vomitar en estos instantes? Se detuvo al oír el ruido de un camión acercándose a él.

— No me queda nada.

Se quedó quieto y...








¡Crash!

***
Queda poco para el final señoras y señores u-u

9 Crimes | Mike x Pete [Pike]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora