13 ☄ Paz.

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13 ☄ Paz.

¿Qué piensas?

Eso es lo que leo cuando creo tener inspiración, ingreso a una nota nueva y me dispongo a escribir. Lo cierto es que no puedo redactar ni una sola oración. ¿Qué piensas? No suelo tener una idea clara de lo que estoy pensando. Mis ideas están todas enredadas. Siento que se comportan como un ovillo de lana, donde intentas desenredarlo todo haciendo un ovillo nuevo y, cuando te topas con un nudo, tiras hasta que se desarma o cortas para que deje de estorbar. ¿Qué piensas? Es extraño. Pensar tantas cosas al mismo tiempo es extraño. Aunque extraño el silencio predominando por momentos y que de la única forma que puedan llenarse sean de recuerdos. De buenos recuerdos. ¿Qué piensas? Lo que me inquieta es no poder completarme conmigo misma. Me faltan trozos, rebusco entre los escombros que encuentro a mi alrededor pero nada encaja. Mis pensamientos no lo hacen. Yo no lo hago. ¿Qué piensas? Que todo esté tan desordenado y fuera de lugar me pone nerviosa. Nerviosa en el mal sentido, donde empiezo a mirar a ambos lados sin saber qué rumbo tomar. Donde tengo miedo, porque mis pasos pueden ser errados y mi avanzar puede interrumpirse de repente al ver que tomé la decisión equivocada. ¿Qué piensas? Imaginaba que las cosas no podrían tornarse así de complicadas. Pensaba, creía, sospechaba, aseguraba… que no sería tan malditamente difícil.

¿Qué piensas?

Hoy no tengo una sola respuesta.

Déjame decirte que desde que tuve la suerte de poder contemplarte de verdad, muchas cosas puedo considerar válidas al mismo tiempo. En este caso, tengo muchas respuestas. Aunque todas nos dirigen al mismo lugar.

Viéndote conmigo me idealizo más completa de lo que realmente pude llegar a esperarme algún día. Haces que, de alguna u otra manera, desee rellenar todo aquello que falta. Y puedo asegurarte, que descubrí que lo que hacía falta en mis días era poder divisar aquella sonrisa que tienes en el rostro, hasta en aquellos momentos difíciles.

Los escombros que pueden encontrarse cerca de mis pies no son de ayuda, porque se tratan de fragmentos de algo que ya existió. Yo deseo construir cosas en mí que no me haya visto. Porque todo lo malo es lo que cayó. Llevándose consigo pedacitos que me hubiesen gustado conservar, al menos en un cajón, pero quedarán en mi memoria. Y, cuando alguien me pregunte ¿qué piensas? y no sepa qué contestar, será porque he logrado desprenderme por completo de aquellos trozos caídos. Porque últimamente suelen rondar bastante por mi cabeza, recordándome lo que alguna vez han sido en mí. Pero luego irrumpes tú, con tu sonrisa, y se desintegran. Una sensación un tanto extraña me envuelve ante semejante cambio, aunque es agradable. Me hace sentir acá y allá al mismo tiempo. Me hace sentir con los pies sobre la tierra pero con la mente en las nubes. Hasta que aquella sonrisa da lugar a una voz y tras unos momentos, parpadeo y ya estoy donde debo estar. Observándote (o no haciéndolo, ya que si lo hago tu mirada me pone nerviosa. Nerviosa, en el buen sentido) entre la niebla y sintiéndome tranquila a pesar de todo. Aunque los bolsillos me pesen de piedras y quieran hundirme en el océano para adueñarse de mi última exhalación. Aunque los problemas me pesen en la espalda, mis pies se arrastren y mi cabeza esté gacha. Aunque no haga más que observar mis zapatos, pensando que eso no es lo que imaginaba; el tener junto a mí alguien que sea capaz de darme paz mientras que mi interior se niega a acabar con la guerra. Y sí, pensando que eso no es lo que imaginaba, sino que es mucho mejor.

Y no, cuando esté contigo no me preguntes ¿Qué piensas? si no quieres que te conteste, una vez tras otra, «en lo feliz que me haces, a pesar de las complicaciones.»

Letras silenciosas. © [LP 1.5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora