Capítulo 13.

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Alaude no podía creer lo que había escuchado.

¿Tsunayoshi príncipe?, peor aun ¿es el hermano mellizo de su príncipe Giotto?, ¿Aquél que se había dado por muerto? ¡Era una locura! Pero no podía negar tampoco que ahora todo tenía sentido, pues el parecido de ambos rozaba lo extremo y también el porque la reina soltó lágrimas cuando esté se presentó, parecía que el cuerpo de la reina aun recordaba a su pequeño, sin embargo, ahora sabiendo aquello debían actuar con mas cautela pues si cierto consejero descubría la verdad tal vez todo acabaría mal.

Giotto en cambio se sostenía de su nueva amiga Chrome, no podía creer lo que Elena, su nana le había dicho, no solo había recuperado a aquel hermano que su madre le había dicho habían perdido al nacer sino que su tío, aquel hombre amable y bondadoso que conocía no existía, pues había sido él quien le había secuestrado y había ordenado matar a su pequeño Tsuna, además de que fue él quien envenenó a su padre el antiguo rey, tenía mucho que procesar...

Sin embargo, al recordar que Alaude le había dicho que en lo que lo buscaba y trataba de que Ricardo cayera, le pidió a Tsuna se hiciera pasar por él, se levantó cual resorte del regazo de su amiga y miro suplicante a Elena y Alaude, ¡debían informarle a su hermano!, o advertirle que no dejara a Ricardo acercársele, Chrome ante aquella súplica se une y mira a su madre también suplicante, no quiere que su amigo sufra más, no lo merece, los tres adultos se miran, pues saben no será fácil acercarse, de pronto un pequeño maullido los trae a la realidad y al ver a la pequeña Sele con papel en boca deciden que sea ella quien le de la nota al castaño para que también a esa hora salga del palacio y se reúna con ellos, pues había mucho que aclarar, planear y realizar, más esta vez no todo saldría como querían, pues una vez Sele llegó al palacio, Ricardo la interceptó ya qué le parecía extraño que esta entrara por una ventana como si viniera de fuera, así que siguiendo sus instintos la tomó y cargó mirando la pequeña carta que parecía portar en su collar, curioso la sacó aun cuando la gata trato de impedirlo y justo cuando la leyó su rostro ¡se iluminó!, aquella gata le había dado buenas noticias, ya decía el que aquel príncipe Giotto no era normal, así que sin notar que detrás de la carta hay mas palabras, la quema y carga a la gatita rumbo al emporio del vestido, es hora de terminar con aquellas dos piedras que le han fastidiado por un tiempo.

Al llegar al lugar toco y sorprendió al príncipe Giotto pues creyendo que eran Chrome y Elena que regresaban con la comida, abrió la puerta, y al verlo intento huir, sin embargo, apenas y pudo darse vuelta pues un pequeño pañuelo con aroma dulce le cubrió la nariz y se desmayó; Alaude al escuchar ruido salió del cuarto de telas donde estaba pues junto a Daemon decidieron acomodar un poco mientras esperaban, más al ver a Ricardo no pensó y se lanzó hacia él, sabía que tenía a Giotto, pero apenas dio un paso, un golpe en la cabeza le detuvo, Giordano que había sido informado de la situación llego a tiempo para ayudar a su señor, así que creyendo que estaban solos aquellos estorbos, los subieron a la carreta que Ricardo había llevado y se dirigieron a las antiguas minas, donde habían puesto explosivos, pues harto de que sus planes se arruinaran decidido que mejor mataría al príncipe y al tutor, después de todo una muerte mas no le molestaba.

Una vez dentro amarro a ambos, quienes al sentir las cuerdas cubrir sus cuerpos despertaron y observaron con sorpresa donde estaban, Giotto aun sin creer que Ricardo les traicionara habló.

—¿Por qué haces todo esto, tío?— sollozo —¡Somos familia! —

—Eso es obvio, príncipe— comento el peliazul Franchesco —Es para ser Rey—

—¿Rey?. ¿Cómo podrías ser Rey, tío Ricardo?— interrogó

—No me subestimes tonto muchacho, si tu abuelo no hubiera embarazado a la reina yo hubiera sido el Rey, solo tomó lo que siempre me debió corresponder— sonrió Ricardo ante aquellas palabras

—Y lo iba a ser, casándose contigo, pero ante sus tontos planes, ahora ah optado por otra novia— rio el ayudante pelirrojo, Giordano.

—Tu madre, esta soltera y es muy hermosa, querido sobrino~— rio al ver la cara de sorpresa del rubio —Por cierto, Alaude, te aplaudo el haber encontrado un doble del príncipe, pero hasta aquí llegaron... todos rezaremos por ustedes en su funeral, pues perecerán en este lugar— dice mientras se retira riendo

A los minutos ambos escuchan como la mina se va derrumbando, al parecer Ricardo ya tenía todo bien planeado; mientras tanto la reina junto al embajador se encuentran hablando, ya que el Rey Reborn había decidido adelantar un poco los planes.

—Me parece que todo esta en orden, así que podemos adelantar, como solicito su alteza, la boda— dice contenta la reina

—Eso es excelente— indica Fon, el embajador

—Al fin, ambos reinos estarán unidos en dos días— dio un pequeño gritillo —¿Estás listo querido? — miro entonces a su pequeño

—¡Hiiie!, este... bueno... si— comento nervioso Tsuna

El Rey al verlo así decide ver su rostro avergonzado así que, sacando una pequeña caja, hace una reverencia y se la ofrece al príncipe.

—Un obsequio para mi futuro esposo— indica

Tsuna toma la caja, la abre y mira que dentro de ella hay un hermoso anillo con un pequeño diamante naranja en él, sorprendiéndose por aquello, le sonríe al rey y disculpándose, da media vuelta para ir a su habitación, sin embargo, antes de dar un paso la puerta se abre dando paso a Ricardo y unos cuantos guardias... 

Día 3: El plebeyo que nacio siendo principe... (week R27)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora