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El científico cerró la puerta de su laboratorio con fuerza, haciendo que la chica que lo seguía chocará sus dientes contra la madera.

-¡Demencia, estoy ocupado! Ve a jugar con 5.0.5 o algo.

La chica se sobo el rostro y miró la puerta del científico con enojo.

-Oh, vamos nerd. Devuélveme esa cosa que es tuya.

-Esto "es" mío, tú misma lo dijiste. Ya no molestes.

Golpeó la puerta con enojo y se marchó con molestía.

Él suspiro y miró lo que tenía en sus manos. El prototipo, ya no era más un prototipo. Estaba casi listo.
Después de meses trabajando en eso, y con los detalles incluidos, solo hacía falta ser usado.

Su tamaño era pequeño pero mortal. Era igual que un collar.

Eso haría que al tenerlo puesto su jefe debajo de su ropa, haría que tomara contacto con su extraña piel. Para así llegar en forma de micro-robot a lo profundo de su hueco lugar. Donde después se crearía un corazón con el suero que liberaría el micro-robot.

El sabía que eso haría efecto, ya que el había engañado a su jefe con tomar un poco de su tejido para crear una máquina inmortal. Aunque enrealidad era para ver si reaccionaba de forma sensible y buena en su genética.

-¿Ahora como hago para ponérselo...?

Había pensado demasiado en como hacerlo para que funcione, pero no como ponerlo en el cuello de su jefe.

¿No podía entregárselo directamente o sí?
Eso ya era arriesgado.
Pero no había ideas.

Sabía que si mandaba a demencia ella misma se lo pondría en el cuello para lucirlo, y que si le daba a 5.0.5 acabaría huyendo y rompiendo el objeto por miedo.

Tenía que ir en persona.

Metió el collar dentro del bolsillo de su bata y se dirigió a su puerta.

-Respira...

Abrió la perilla y salió.
Camino nervioso todo el camino.

No sabía cómo iba a actuar su jefe. Ya que el nunca le había dado un regaló.

Cuando llegó por fin. Quiso tirar la toalla.
Pero, trago en seco y tocó la puerta. Cuando oyó la voz de su jefe diciendo: pasé.
Entró y lo vió escribiendo en su escritorio. Parecían papeles importantes. Parecía ocupado.

-¿Qué quieres?

-Vuelvo más tarde.

Se giró y fue a la puerta, pero fue cerrada fuertemente por las sombras de su jefe.
Gritó un poco por la acción. Pero volvió a girarse para verlo. Quería dejar de temblar pero le era imposible.

-Solo dilo Flug. Debe de ser importante por el hecho de que llegaste hasta aquí.

Trago.
Pensó en las palabras. Aún después de meditarlo en el camino le resultaba difícil decirlo.
No era sencillo acercarse a aquella criatura y decirle: "Hey te traje algo."
Él era el mal encarnado. Nadie se le igualaba.

"Pero yo sí lograré quebrarlo" pensó de forma fría y egoísta.

Tanto tiempo trabajando para el. Le daban solo simples ganas de que el sienta lo mismo, aunque solo un segundo.
Él era su admiración pero más que eso. Él era su competencia.

-Tantos años de trabajo con usted me han mostrado que no e podido mostrar mi gratitud.
.-dijo con firmeza-.  Le traje un regaló como agradecimiento.

Se arrodilló. Saco gentilmente el collar de su bolsillo y lo mostró entre sus manos cubiertas por guantes.

La criatura alzó la mirada.
Esto no había pasado nunca, bueno a excepción de la chica lagarto.
Evitando eso, el simplemente se veía en confusión. Que su subordinado y mano derecha, ¿Trayendo regalos a su persona?
No confiaba. Sabía muy bien que algo planeaba aquel chico.
Esto no era normal.

Salió de su escritorio, serio. Camino lentamente. Acercándose al científico, el cual a cada paso perdía su valentía.

Tomo el collar entre sus garras. Haciendo que su subordinado quitará sus manos con miedo.
No parecía nada convencido ahora.

-¿Esto? ¿Enserio Flug? ¿No pudiste planear algo bueno?.

Arrojo el artefacto al piso y con su zapato lo piso. Con una fría imagen pasó un par de veces su zapato sobre el regalo.

El científico abrió los ojos a par.
Estaba en shock.
El proyecto en el que sacrificó tiempo, se había ido tan fácilmente.
Su oportunidad de sentir la victoria había desvanecido.

Cuando el demonio quito sus pies el chico cogió entre manos el artefacto. Su plan había fallado.
Sus planes se fueron a la basura.

-¿Creíste que no me daría cuenta? Era evidente que un villano, sin importar quién sea también iba a intentar jugar conmigo. Aunque, seamos sinceros. Nunca pasará. Ojalá recapacites. Y si vuelves a hacerlo...

Hizo aparecer su bastón, y de la punta de este lo hizo chocar con la garganta del científico.
Lo miró con una sonrisa que era más escalofriante de lo normal.

-Te mataré y luego buscaré algo mejor tú, pedazo de basura.

Qué su plan haya fallado ya era una humillación. Pero oírla, le partía el alma.

Sus ojos se empezaron a nublar y sus lágrimas empezaron a brotar a mares.
La bolsa lo estaba empezando a sofocar.

-Jefe... Lo siento... Yo-...

-Largate.

Quito el bastón de su cuello y luego lo empujó para atrás con su zapato. Haciendo que el científico golpeara su cabeza.

El de sombrero chanqueo los dedos e hizo aparecer nubes negras que hicieron arrastrar al científico para afuera de la oficina de su jefe.

Por más que intentara hablar no podía pronunciar ni una sola palabra.
No lo había logrado y eso era lo único que pensaba. Su plan, había fallado.

Cuando estuvo afuera de su oficina las puertas se cerraron a golpe.

El científico miró la puerta con tristeza.
¿Nunca podrá cumplir sus sueños egoístas?
Quería triunfar. Pero se había acabado con solo una pisada.

-¿Algún día estaré a tu nivel? .-menciono con la voz quebrada.

Tocó la puerta con sus manos de forma suave.

Un oso que pasaba por ahí se le acercó junto con un trapo que llevaba entre sus patas, puesto a que se hallaba limpiando los cuadros de la mansión.

-¿Raw?

El científico volteó a verlo.
El oso se mostraba triste ante su actuar de su dueño y creador.

-No 5.0.5, no estoy triste. Solo estoy un poco cansado.

El oso dejo su trapo en el piso y se le acercó para abrazarlo.
Sabía que eso le iba a hacerlo sentir un poco bien.

-Raw.

El científico detrás de la bolsa le sonrió.

-Gracias.

Solo es una lagrima. (Paperhat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora