El chico solitario de la escuela 🔩[BoruSumi]🌼

20.- Felicidad.

Había pasado ya más de un mes desde la ultima vez desde que se habían visto de frente.

Ambos se miraban sin decir nada, era un completo silenció. Lo único que se escuchaban eran las aves a lo lejos.

La rubia lo miraba fijamente, como si frente a ella hubiera un fantasma, ¡Necesitaba que alguien la peñiscara ahora! Enserio, no era por exagerar (como solía hacerlo) necesitaba saber si lo que estaba era un sueño o no.

Sin poder evitarlo se peñisco ambas mejillas fuertemente, logrando sacar una ruidosa carcajada de parte del chico.

— No soy un sueño — Le dijo dedicándole una perfecta sonrisa.

Ella abrió sus ojos, (cuales había cerrado al sentir el fuerte dolor que se había provocado al peñiscarse ambas mejillas) y se fijo en el chico que tenia enfrente. Era tal y como recordaba. No, algo había cambiado.

Dio unos pasos más cerca del chico, haciéndolo sonrojar de sobremanera.

El PeliVioleta cerro los ojos con fuerza al sentir su mano rozar izquierda. Pero un fuerte jalón en su nuca.

— ¡Duele! — Se quejó el chico.

La Uzumaki había tirado sin piedad su pequeña coleta baja, provocándole un fuerte dolor en aquella zona.

Sin saber que hacer para que la Uzumaki lo soltara, optó por golpearla con uno de sus dedos la frente, logrando que la rubia lo soltara.

— ¡Hey! ¿Tenias que hacer eso? — Preguntó frotando la zona dañada.— Realmente me dolió.

La chica lo miro mientras una de sus manos se hallaba en su frente, lanzando un pequeño quejido por lo del golpe.

— Solo es.... Es que me sorprendió de que tu cabello este largo — Se excusó.

El Kakei la miro unos momentos, para luego mostrar una expresión cansada.

— Pero tampoco era como para que lo "Tiraras" sin piedad — Le dijo.— Además al parecer tu también quisiste un cambió en tu cabello.

Boruko al inició no había entendido a que se refería el PeliVioleta, hasta que sintió su mano pasando por su cabello.

— Te vez muy linda con el cabello suelto — Sonrió el Kakei.

La chica se sonrojo de sobre manera, su mano acariciaba lentamente su cabellera rubia. Haciendo que su sonrojo aumentara. En un intento de ocultarlo, se escondió en el pecho del Kakei, aferrándose con fuerza a este.

El Kakei se sorprendió unos momentos por su acción, para después soltar una carcajada. Paso una de sus manos por la cintura de la chica y la otra por su cabello, correspondiendo el abrazo.

— Te haz avergonzado muy fácil — Susurró con una sonrisa.

— Idiota... — Se quejó.— ¿Por qué te fuiste sin decirme nada?

El Kakei no respondió, lo único que hizo fue abrazarla con más fuerza.

— Oye... Te estoy hablando... — Susurro la rubia.

Se mantuvieron callados por unos cuantos minutos, hasta que el PeliVioleta abrió su boca y le dijo:

— Si me hubiera despedido de ti no me hubiera podido ir... — Confesó.

La Uzumaki se aferró aún más a la playera que usaba el chico en eso momentos,  en un intento de suprimir un llanto.

— Pero... ¿Puedes imaginar el dolor que yo sentí al enterarme de tú partida? — Le preguntó.