Caminaba apresurada hasta la otra esquina de la calle, Lauren sentía su cuerpo cada vez más pesado en cuanto avanzaba. Se detuvo a la mitad del camino.
Su corazón latía voraz en su pecho, sentía desmayarse ahí mismo, miro el suelo frunciendo el ceño, su estómago rugia por falta de comida.
Desde ayer en la noche no comía y podía sentir la gran necesidad de comer, justo era hora de desayuno.
Perfecto para comer un banquete de dos con tostadas, huevos, tocino y un muffin. Quizás acompañado con una gran rebanada de pastel de fresa, su favorito.Llego al pequeño lugar de comida rápida, Mc Donald's.
Sin tomarle importancia a unos niños delante de ella casi los lanza a un lado, le frustraba mirar como tan lentamente la fila avanzaba, no comer la molestaba.
La nueva chica en el mostrador le llamó la atención, como todas las que han estado detrás de aquella barra vestía con su uniforme color "mostaza" y sus coletas rojas, tan rojas como el color de la ketchup. Hacían resaltar sus ojos color chocolate.
¿Será que el hambre ya le estaba afectando? Porqué ver a la delgada señorita le dio curiosidad, la jovencita tomaba la orden a mano lo cuál le era extraño ya que usualmente cualquiera lo escribiría en el monitor.
Tenía letra magnífica y lo escribía a una velocidad considerablemente buena, dejó de mirarla fijando su vista en el menu, su sonrisa creció al imaginar aquella comida en su boca.
Otra se formó por imaginar los labios de esa chica mordidos por ella.
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Unhappy meal
ChickLitLauren fue más que un trastorno alimenticio para la enfermedad de Camila.