Destino 1/2

374 39 0
                                    


—¡Cobarde! —Repitió Kal-El.

Bruce acaba de llamarlo cobarde, cuando fue él quien enfrento las miradas iracundas de sus compañero, cuando fue quien soporto a su propia prima, a Kara golpeándolo con tal de alejarlo de Bruce, y ahora de buenas a primeras ¿era él el cobarde?

—Bueno... todo tiene un precio y el mío debía ser alto, ¿no crees? —una sonrisa gatuna se dibujó en los labios llenos y sonrosados de Bruce. —Después de todo yo soy...

La boca hambrienta de Superman tomo por asalto la otra sin dejarlo terminar la frase, aunque de antemano sabía lo que diría, y ese simple mote lo enardecía hasta límites insospechados porque al oírlo murmurar con aquella voz profunda y varonil el nombre del terror nocturno y la salvación de la Ciudad Maldita era como si su cuerpo se incendiase ante la sola idea de tener el derecho de sentirse dueño de uno de los seres más especiales sobre la faz de este y cualquier mundo, tiempo y dimensión.

Escuchar los jadeos de Bruce por sus caricias era una sinfonía creada solo para él, para hacerlo feliz a él; y entonces el ultimo hijo de Kripton en un exabrupto total de deleite en cada beso y roce correspondido se preguntó si el destino no había forzado su encuentro. Quizás la extinción de su planeta natal solo fue un giro de la vida que tenían como propósito conducirlo hasta este momento en que el Caballero de la Noche se abría a él no solo con él cuerpo sino con el alma.

Si fuera ese el motivo no tenía nada que recriminar pues estaba conforme con lo que recibió a cambio de crecer lejos de los de su raza.

—Kal-El —llamo Bruce urgido, con la respiración acelerada y completamente sumiso a los deseos más básicos de su cuerpo. Entregándose al deseo más atávico que podía experimentar sin contemplaciones pues cualquier secreto que escondiera su cuerpo sería menor al anteriormente develado por su alma.

Clark vibro al escuchar su nombre ser pronunciado de esa forma tan erótica, haciendo nacer dentro de él un obsceno deseo de cambiar los gemidos de Bruces por gritos desesperados, alaridos cargados de lujurioso deseo. Quería poder darle una libertad como jamás conoció, que por primera vez mostrara su esencia fuera de cualquier canon ya sea de la sociedad siendo Bruce Wayne o de moral siendo Batman, arrancarlo de ambos para convertirlo en algo nuevo, una mezcla perfecta entre los dos para que pueda sentir, amar, odiar, llorar, y reír y gritar de euforia real, verdadera.

—Hazlo Kal-El... —suplico con deseo Bruce al tiempo en que sus dedos sujetaban con firmeza sádica aquel cabello negro-azulado que tanto le fascinaba, después de todo para Superman aquel tirón alevoso no lo percibiría más que un simple roce.

—Te arrepentirás si me enciendes demasiado Bruce...

Batman ladeo la boca en una pérfida sonrisa antes de abrir los suculentos labios y lamer el lóbulo de la oreja del hombre de acero.

—No te contengas súper hombre—ordeno con frialdad absoluta, tan dueño de sus deseos como de sí mismo. —En este momento te aseguro que puedo coger absolutamente todo lo tengas para darme...Kal-El

Clark lo miro sin creer lo que escuchaba y cuando logro hilar una idea coherente esta se fue al caño porque una fina y elegante mano decidió posarse en la parte de su anatomía que en ese momento era la más dura.

—Siempre dominándote —murmuro Bruce sicalíptico. —Siempre temeroso de lo que puede ocurrir... —La mano blanca del multimillonario subía y bajaba acariciando con fuerza el inhiesto mástil a su disposición ya húmedo debido al presemen que rezumaba de la punta —pues si hoy yo te he mostrado hasta el más pecaminoso de mis pensamientos entonces... se justo y reciproco.

Batman vs SupermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora