Verdades que duelen

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Capitán Marvel elogio a Robín mientras intentaba ver si reconocía al merodeador, mientras Red Robín con gran habilidad movió los zoom de los aparatos de vigilancia enfocando mejor la imagen.

Unos segundos después Nightwing hizo acto de presencia sonriendo complacido al ver al tercer discípulo de Batman trabajando, quien solo se giró levemente correspondiendo la sonrisa de su predecesor como una muestra de reconocimiento y porque sin duda le caería muy bien su ayuda.

El recién llegado se acomodó a su lado, sus dedos parecían bien adaptados al tablero y entre los dos no tardaron en dar con el paradero del intruso que al parecer se dirigía a la sala de objetos confiscados.

—Al parecer alguien intenta recuperar su juguete —se burló Nightwing, luego soltó un suspiro cansado. Estaba ahí lugar para saber algo de su mentor, no para ayudar a esa bola de neófitos en la tecnología. Además su idea de evitar un robo no era estando detrás de un ordenador.

Nightwing se puso de pie dispuesto a intervenir, Red Robin estaba más que bien capacitado para guiarlo desde la sala. Capitán Marvel de inmediato se ofreció a acompañarlo, después de todo era incompetente en cuanto a computadoras.

—Yo lo acompaño pajarito —se a punto Vixen con su típico aire de conqueteo.

Dick no tuvo más remedio que volver a la silla del ordenador.

—Tengan cuidado —dijo antes de comenzar a teclear de nuevo.

El ladrón no parecía tener poderes así que Billy se prometió no golpearlo más de la cuenta, se las ingeniarían para acorralarlo y si tenían suerte quizás obtendrían información del paradero de Batman.

Nightwing sonrió autosuficiente al anunciar que como lo habían previsto el cleptómano se encerró en el área de incautaciones. Y se guardó de hacer un comentario mofándose al leer en los ojos de los dos súper héroes la pregunta de ¿Tiramos la puerta?

Por su parte Red Robín observaba con detenimiento a través de los aparatos de vigilancia la sala de incautaciones donde nada se movía, no existía otra salida, por lo que si quería escapar tendría pasar por los hombres en la puerta.

— ¿Qué demonios es eso? —Grito Red Robín al ver una gran sombra que se acrecentaba en el interior de la sala. Le hubiera gustado tener el tiempo para escanear la masa informe que se inflaba como pastel en el horno, pero lo primero era avisar a sus compañeros. —Salgan de ahí —dijo apremiante mientras dejaba la diadema de comunicación con la intención de correr rumbo al lugar en cuestión.

Dick lo retuvo sujetándolo del brazo. —Esa cosa parece el Señor Fango en día de lluvia, estaba aumentando su masa corporal y por las emergencias la mayoría de JLA estaba fuera. Con Superman, Kara, Stuart y Diana en la parte exterior no hay suficientes héroes para parar esa cosa si resulta ser un ente toxico.

—¿Entonces qué propones? —cuestiono Red Robín intentando recuperar la calma.

Nightwing siempre pensaba a futuro por eso...

—Lo mejor es quedarse y deshabilita el trasportador y cualquier otra vía de escape.

Red Robín sintió, tenía razón, lo primero era cortarle cualquier oportunidad de abandonar la Atalaya evitando que roben aquello que vinieron a buscar. Algo que debe ser en verdad importante como para arriesgarse a enfrentar directamente a la JLA en su propia base.

Vixen y Capitán Marvel tendrían que resistir por el momento. Y en caso de ser derrotados ellos podrían ser la última línea de defensa.

Una vez terminado de deshabilitar cada vía de conexión con la tierra bajaron rápidamente al recibidor de la nave. Con las armas listas y cada musculo tenso ante la inminente batalla.

Batman vs SupermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora