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Nooo - contesta Mario, pues Mario sabía que Sherazade no
quería hablarle, tenía muy presente lo que le había hecho.
- Puedes escucharme Mario, - dice Sherazade.
- Nooo, tú me vas a pellizcar - le responde Mario.
Bueno Sherazade siempre lo pellizcaba muy duro, por cierto,
pero esta vez si quería decirle algo y era importante, así que
insistió.
- Mario, por favor, solo quiero decirte algo - está ya se estaba
enojando, el chico al verla casi gritándole le dice; está bien.
- Te voy a dejar algo muy claro, no le guardo rencor a nadie
pero no todo lo puedo recibir con besos y abrazo, eres un chi-
co muy divertido y todo lo que quieras pero lo que me dijiste
delante de todos fue muy duro, y fue más duro aun porque no
me lo merecía, no es que no quiera hablarte, tú sabes muy
bien que todo lo pago con risas pero en ese momento me die-
ron ganas de llorar , no lo hice porque no pensaba ni pienso
humillarme ante ti, lamentablemente tú no te lo mereces y en
ese mismo instante Sherazade guardo silencio, pues se acordó
de que Bayrón iba a sacarle esas lágrimas, en ese preciso mo-
mento con solo acordarse de él.
A Sherazade se le aguaron los ojos al llegarle Bayrón a la
mente, Mario pensaba que iba a llorar por lo que le había hecho y se sintió mal.
- Yo se mami, yo sé que estuvo mal y te pido perdón. - le dijo
Mario agarrándole la mano.
- No te preocupes que yo ya te había perdonado le dice Shera-
zade mientras le jala la mano y se marcha, pues estaba a punto
de gritarle, se le había subido Bayrón a la cabeza.
Hacen la fila para salir, y ella se va a sentar frente a la cafete-
ría que estaba al lado del colegio, a esperar el moto concho,
cuando iba a cruzar la calle ve a Bayrón con una chica del co-
legio, sintió un golpe muy fuerte en el pecho, pero esta lo miro
y siguió caminando como que no pasaba nada, cruzo la calle y
se sentó,
En un muro a esperar que llegara el moto concho, esperando
que cuando Bayrón cruzara por donde ella estaba por lo me-
nos la mirara.
Ahí mismo venia el, cuando llega donde ella esta le da la
mano, ella le corresponde el saludo y sonríe. ¿Ya te vas? - le
pregunta el.
- Nooo, estoy esperando que me vengan a buscar.
- ¿quien?
- Mi moto chonco, - responde ella, se quedaron dos segundos
intercambiando miradas, después Bayrón le da la espalda y se marcha, esta suspira profundo y ve como se alejaba.
Al momento llega el que recoge a Sherazade, - hola - le dice
ella, - hola - respondió el.
Esta se sube y se marchan, mientras ella no llegaba a casa no
decía ni una palabra, solo a veces quería matarlo porque fre-
naba de golpe, eso ponía a Sherazade con los pelos de punta.
Cuando llegaron a la casa, ella se baja y le dice:
- Adiós.
- Adiós - le respondió el hombre.
Entra a su casa, le besa la mano a su madre, suelta la mochica
en la mecedora y se va a la cocina, a destapar todos los platos
haber que le agradaba.
Pero nada le gustaba, entonces cogía su celular para ver sus
mensajes, entonces ve que tienes más de 100 mensajes, pero
no hay ninguno de Bayrón, alza la vista al techo y apaga el
celular.
- Me voy a bañar, - dijo la hermana de Sherazade.
- Nooo, - le responde Sherazade ya enojada, me iré yo okey.
Separa de la mecedora y se va al baño.
Pasaron 30 minutos, entonces sale Sherazade del baño y se entra su hermanita.
Sherazade pensó ponerse ropa normal, pero luego decidió po-
nerse su pijama, se sienta en la cama y ve a su madre entrar.
- ¿No tienes hambre? - le pregunta.
- Nooo - contesta la chica frunciendo el ceño.
- Bueno está bien - repone su madre, y se marcha.
Sherazade cogió la mochila que estaba sobre la cama y saco
todo, clasifico sus cuadernos del día siguiente y empezó a lle-
nar las tareas pendientes.
mientras escribía en sus cuadernos pensó escribirle a Bayrón,
luego dijo que no con la cabeza y continuo, pero no podía
concentrarse puesto que no podía hacer las supuestas tareas de
ese modo, Así que se recostó de la almohada a recuperar sus
sentidos, mientras conectó sus handsfree del celular y comen-
zó a escuchar música. Ella escuchaba la música según se sen-
tía, así que estaba escuchando me dedique a perderte de Ale-
jandro Fernández,
mientras la escuchaba le brotaron dos lágrimas de
los ojos, las cuales corrieron por sus mejillas, hasta llegar por
debajo de su barbilla, Sherazade no quería deprimirse, pero no
tenías motivos para no deprimirse, así que decidió escribirle a Bayrón, pero cuando abrió el chat él estaba en línea así que
supuso que no quería hablarle, entones salió del chat, apago el
celular y se acostó, duro mucho en vela sin poder dormir, pero
si darse cuenta lo había hecho.
Cuando Sherazade despierta ya es muy tarde, era fin de sema-
na sentía un alivio de no ir al colegio.
Se va al baño se arregla y se va preparar su desayuno para
luego ponerse a limpiar.
Mientras el desayuno estaba cogió y prendio su móvil, tenía
bastantes mansajes y tenía uno de Bayrón.
- Buenos días corazón - le había escrito el temprano.
- Buenos días, - ¿cómo amaneciste? - responde mandándole
un beso.
- Bien - ¿y tú? - le dice él.
- Bien, - jajaaja, me alegro de que estés bien, - escribe ella.
- ¡gracias! ¿Y qué haces? - le contesta el.
- Estoy limpiando para ponerme a cocinar, - ¿y tú?
Aunque Sherazade estaba terminando de desayunar y limpian-
do a la vez.
- Estoy casi saliendo, me estaba bañando - le responde Bayrón.
- Mmmm okey, - responde Sherazade.
- Okey, - responde el chico.
La chica apago el celular y entonces continúo limpiando. Ya
no tenía que cocinar porque su madre lo haría, así que termino
de limpiar la casa y no tenía nada más que hacer.
Entonces se va a su habitación y coge su móvil cuando lo en-
ciende se sorprende pues ve que Bayrón aún estaba conectado,
si este le había dicho que estaba casi saliendo, bueno supongo
que aún no se ha ido piensa Sherazade.
Esta no pudo aguantar, y le escribió de nuevo, pero se quedó
dormida... Cuando abre los ojos eran las 4:59pm, ve el mensa-
je de Bayrón y le escribe.
- Lo siento me quede dormida.
- Okey, - ¿y qué haces?
- Me iré a bañar, - le responde.
- Okey, báñate, - le escribe el chico.
- Okey, - ¿me esperas o te vas? - le pregunta ella.
- Báñate, - le contradice Bayrón, con una carita brotándole dos corazones por los ojos.
- Mmmm okey, - responde Sherazade.
- Okey, - responde el chico.

Amores ImposiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora