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Se había olvidado ponerse rímel, pues sus ojos estaban lloro-
sos y ese le ayudaba a que sus pestañas se endurecieran.
Llega al colegio y se va de una vez a donde lucia estaba en la
cancha sentada, le da los buenos días y no termina de sentarse
cuando alcanza a ver a Bayrón sentado en el borde del escena-
rio frente de ella.
Se queda mirándolo, pero cuando nota que el levanta la vista
hacia ella, deja de mirarlo de inmediato.
- ¿estabas llorando? – le pregunta lucia.
- no- dice la chica.
- mentirosa, estabas llorando, dime ¿Por qué?
- por nada.
No quería contarle a su amiga que le pasaba.
Solo la abrazo, como si tuviera nostalgia.
Luego él se había ido de ahí, y estas se levantan a hacer la
fila.
Se van a sus salones y al rato bajan a una actividad.
Cuando esta se acaba, la cancha se queda con varios chicos
nada más, pero Sherazade tenía mucha hambre y se fue a comprar.
Cuando viene subiendo los escalones de la cancha su vista es-
tá buscando a maría y lucia pero no las veía. Entonces nota
una silueta de lado izquierdo mira, era Bayrón, ella no se espe-
raba que fuera él.
Ella sube, y se sienta frente a él.
- hola
- hola
- cómo estas
- bien
- yo te quiero decir algo, pero no te lo tomes a mal, ni tampo-
co te vayas a molestar, le dice él.
- dime...
- no es que yo no quiero, es que yo no puedo ser algo tuyo.
¿Entiendes?
- si entiendo, dijo Sherazade.
- no me vayas a matar por eso.
- no, no lo voy hacer, yo entiendo.
- ¿me vas a hablar verdad?
- si.
Ella muy dentro de ella, pensó mil cosas y se las iba a decir
todas, pero después pensó que no debía decirle nada que esa
era su decisión y punto.
Pero se paró y se fue al otro lado de la cancha.
En todo el día no volvieron a hablarse.
Viene Kerin y no le alcanza a decir nada ahí mismo llegaron a
recogerla.
Cuando iba en el camino, para terminar de arruinar su día, ve
a Bayrón hablando con una chica, se suponía que era su novia.

Pero ella tenía que aprender a no tener presente a la persona
que no la tenía presente a ella.
Esta tenía mucha hambre después desde que hablo con Bayrón
no volvió a comer.
La madre de ella le hizo unos fritos y se los lleva a la habita-
ción, está estaba comiendo y en chat.
Cuando termina de comer, se pone a escribir el tercer capítulo de su libro, abre la conversación de ella y Bayrón para conti-
nuar.
Cuando empieza a escribir la conversación se adelanta y ella
se enoja pues pensaba que ella lo había hecho sin querer, pero
después lee y ve que él le está escribiendo por eso se adelantó.
- hola
- hola – escribe ella.
- ¿cómo estás?
- bien y tú.
- bien- ¿y qué haces?
- escribiendo. Terminando lo que te había dicho.
- ok, y no quiero que te sientas mal por lo que te dije.
- no tranquilo todo está bien, ya está ¿no?
Ya paso
- ok
- si
Ella tenía algo atrabancado en la garganta, pero ya no le iba a
referir nada a él.
Esa noche se acostó temprano porque la luz no llego.
Se le descargo el celular y en otro momento eso iba hacer lo
peor que le podía pasar, pero en ese momento era lo mejor que
le había podido pasar.
Ya se le había derrumbado la nube en la que estaba.
Ya sabía con lo que estaba, lidiando.
Desde ese momento todo cambio entre ellos dos.
Al día siguiente en el colegio Kerin va hablar con ella y le di-
ce que quieren que sean novios.
Sherazade quería matarlo, ya le había dicho de mil maneras
que no quería nada con él, pero él era un buen perdedor.
A lo contrario de ella, Sherazade odiaba perder, pero en el ca-
so de Bayrón no podía hacer nada.
Sherazade le dijo que no podía darle nada más que no fuera
amistad, este se marchó y no le había hablo durante tres días a
ella.
Al día siguiente era el cumple años de su mejor amigo, ella lo
quería muchísimo, siempre estaba ahí cuando ella lo necesita-
ba.
Lo primero que hizo fue escribirle y felicitarlo.
Y luego se fue al colegio.

Amores ImposiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora