Amores Imposibles

***

- por Dios, - balbucea Sherazade.
- solo quiero que me digas que por lo menos te tomaras la mo-
lestia de pensarlo, por favor, - le dice Esteban.
- está bien lo pensaré pero no te prometo nada, no puedo for-
zarme a algo que no siento yo te comprendo pero tú debes de
entenderlo también, - le dice la chica.
- está bien, Esteban la mira y le da un abrazo muy fuerte.
- adiós - le dijo Sherazade mientras lo abrazaba, y de momen-
to se despega de él y se marcha.
La chica llega a casa en silencio se tira en la cama y se pierde
en sus pensamientos.
¿Quién era yo? Lo que mi mente había creado durante dos ho-
ras, ese infierno que era diferente a la luna que yo conocía.
Entonces cerró los ojos y de nuevo imagino las actuaciones de
Bayrón lo drástico que era, giro suavemente en la cama mien-
tras se abrazaba de una almohada, cuando de repente escucha
un golpe en su ventana.
"Puedo asegurarte que jamás en mi vida había conocido una
mujer cita tan hermosa y dulce como tú....
Gracias por el día de hoy, y no hagas líos en tu cabeza, yo te
adoro y no te voy a lastimar, te esperaré hasta que estés lista".
                                                        Esteban

                                                   
Sherazade apretó la nota contra su pecho con fuerza acomo-
dándola dos lágrimas que bajaban por sus mejillas.
Quería relajarse un poco así que se dirigió a la ducha, entró
despacio en ella y cerró los ojos mientras poco a poco dejo
que el agua consumiera sus culpas.
Tras haber estado poco más de media hora dentro de la tina se
sentía mucho mejor, dejo que el agua bajara y se cubrió con
una toalla, se puso un pijama corto y durmió como nunca.
6:00am
Vibra el celular de Sherazade rup, rup, era un mensaje.
Ella despierta de ambulante
Y coge el celular.
"Me encanta verte acabada de levantar, me gusta tu manera de
vivir riendo por todo y llorando por nada, tu sonrisa, tu ternu-
ra, la niña que llevas dentro, soy amante a tus defectos tan per-
fectos".
- le escribió Esteban