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Todos los demas se quedan normal menos la chica pues ellos
demás sabían lo que pasaría.
En el momento en que se voltea para ver su alrededor nota que
todos la miran con alegría entonces vuelve a voltear hacia
donde Esteban.
- Esteban..............

No pudo decir nada más pues el chico estaba arrodillado fren-
te a ella.
Tenía en sus manos una pequeña cajita color rosa.
Sherazade no sabía que decir no reía, no lloraba, tampoco es-
taba triste, pero mucho menos feliz.
- ¿Quieres ser mi vida? - le pregunto Esteban.
Ella seguía muda, no dijo nada.
El abrió la pequeña cajita, llevaba dentro un anillo de plata
con una esmeralda en el centro, estaba hermoso.
Esteban le puso el anillo a ella y al hacerlo se puso de pie
dándole un fuerte abrazo y le dijo al oído.

- no tienes que responderme ahora ni aquí si no quieres, solo
sigue la fiesta y hablamos después.
- vale.- susurró ella.
Al ellos despegarse sus amigos interpretaron todo como un si
e hicieron una tremenda algarabía.
La chica espero a que hicieran silencio para anunciar que ya
tenía que irse.
Pero Esteban la Agarró de manos y la guio a la salida, preten-
día llevarla.
- ¿A dónde me llevas? - tengo que irme de verdad.
- lo sé, quiero llevarte a casa.
- ok, mañana hablamos de lo que ha pasado esta noche.- le
avisa ella.
- vale.
Llegan al coche y se marchan.
- de verdad que estás hermosa Sherazade, eres una mujer muy
bonita.
- gracias Esteban, tú también estás muy guapo.
- gracias amor.

Siguieron todo el camino en silencio, Sherazade estaba incó-
moda así que no quería decir nada.
Llegaron a la casa y abre la puerta del auto cuando Esteban la
Agarra por el brazo.
- espera, por favor - le ruega él.
- si, dime - le dice.
Él se acercó a ella, pues la chica se alejó un poco.
- Esteban que me vez?
El no contesto y en un descuido de ella le agarro la barbilla al
momento de empezar a besarla.
Sherazade no quería, pero Esteban no soltaba sus labios.
La chica se despegó de golpe y se bajó del carro.
Cuando entro a su casa corriendo subió a su habitación y miró
por la ventana.
El aún seguía allí, pensó volver donde el pero luego se contra-
dijo y se quedó sentada en la cama con su móvil.

Pero qué va no duró mucho se quedó dormida de una vez.
                                  ...
Al día siguiente se despierta muy tarde, se arregla y sale a
desayunar.
Cuando sale Esteban estaba allí sentado solo.
- ¿Qué haces aquí? - le pregunto ella.
- vine a pedirte disculpas por lo de anoche.
- ¿Y quién te dejo entrar? - sabes que no me interesa quién te
haya dejado entrar, lo que me importa es que usted debido de-
cirme antes que venía.- dijo Sherazade muy enojada.
- lo siento - se dirigió a la puerta para marcharse.
- espera, ya que estás aquí terminemos esto de una vez.
Esteban se detiene y asiente a lo que había dicho la muchacha.
- te lo diré de una vez y sin rodeos.
- vale, estoy preparado.
- acepto - el la mira y dice: ¡Perdón!
- Que aceptó o quieres otra respuesta,- lo desafía Sherazade.
- no, no, no, lo que pasa es que.......
- si, si, ya se lo sé, te tomo por sorpresa.
- si.

Esteban no creía lo que había escuchado, estaba muy feliz.
- ahora quiero que te vallas, sabes que hago esto por ti.
Porque a mí no me importa estar sola, creo que así me la pasó
mejor.
- pero... Creía... Bueno está bien, - le dijo mientras la miraba
con una sonrisa.
Sherazade al ver a Esteban salir no creía lo que había dicho.
Pero ya tenía que dar lo mejor de ella para que las cosas fun-
cionaran.
                                   ...
Sonó la alarma de la chica a la misma hora 6:00am, hizo lo
que acostumbra y se marcha al colegio.
Llegó a clases y se sentó la horas pasaron eternas todo fue así
como una rutina.
Dieron las 4:00pm fue un alivio salió casi corriendo, pues ver
lo mismo todos los días era aburrido.

Llegó a casa subió a su habitación y se acostó a jugar en su
móvil. En eso dieron las 7:45pm.
Suena su celular Trin, Trin, Trin, no sabía si contestar o no,
pero la curiosidad la mato y contesto.
- hola
- hola amor. Quería saber si tienes planes para hoy.
- no, no tengo planes y tú?
- jajaaja pues por eso te llamaba para ver si me aceptas una
invitación.
- ehhhh, hoy no puedo estoy sola en casa.
- bueno está bien. ¡Te quiero!
- espera, pasa por mí a las 9:00pm.
- vale allá estaré.
- ok, adiós.
Se entró a bañar, después se puso un vestido rojo vino fuera
del hombro, borgoña alto bajó, y unos tacones bajos del mis-
mo color.
Se plancho el cabello, uso unos aretes negros con diamantes
su labial rojo y unas sombras oscuras, un collar y unas pulse-
ras asiendo combinación.

Amores ImposiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora