[AIDEN]
Tengo una malhumorada y rezongona novia. Ahora lo sabía.
—Es tan inesperado. ¿Qué demonios ocurrió de ayer por la noche a hoy? -inquirió molesta, caminando de un lado a otro de la habitación.
Me senté a orillas de la cama, con una toalla en mi cabeza. Ya estaba vestido, un pantalón denim oscuro, una sencilla camisa azul de botones, solo necesitaba mis zapatos. Madison seguía en ropa interior. La amo.
—No lo sé, nena... me emborrachaste a mitad de la velada ¿recuerdas?, apenas sé cómo llegamos a nuestra habitación... —me quedé callado, tratando de recordarlo. Nada-. Sabes qué, olvídalo, en realidad no recuerdo esa parte. ¿Cómo llegamos hasta aquí?
—Greg me ayudó a cargarte.
El enojo de antes escapó de ella en un pesado suspiro. Entonces se acercó a mí, hasta quedar entre mis piernas abiertas. La tomé de la cintura, sus manos volaron hacia la toalla restregando mi cabeza con suavidad. Alcé el rostro cuando apartó el húmedo trapo, recibiendo un duro beso de su tierno puchero. Fruncía sus cejas tan lindo.
—Lamento si me pasé de copas contigo anoche. No quería que Jason arruinase la velada de tus padres, provocándote en medio de la fiesta...
Encogí un hombro, fue un movimiento inteligente de su parte. Greg sabe que soy el tipo de ebrio cooperador que sigue las órdenes de quien sea cuando el alcohol domina mi sangre. Imagino que el plan de Maddie provino de él, después de todo, fue el idiota de mi mejor amigo quien empezó el desafío de quién bebía más vino.
—No me molesta, amor... -admití sereno, abrazándola para que ella pegase sus deliciosos senos a mí— solo dime que sí te aprovechaste de mí cuando estaba semi inconsciente.
—¡Ppff! Por supuesto que lo hice —bufó ella.
Reí divertido, dejándola que me colmase de besitos en el rostro. ¿Qué voy a hacer con mi pequeña bruja? Me tiene en su poder. Ninguna mujer me hizo suspirar de alivio al saber que soy su fiel lacayo.
Sus manos acariciaron mi cabello, pero eso no borró el inicio del enojo que arrugó su bonito rostro. Ella estaba tan molesta. Tenía que calmarla antes que nos encontrásemos con Greg y Nina.
—¿Qué sucede, Madison?
—Yo solo... no puedo creerlo. Nina no puede casarse de un día para otro, ella es una planificadora. ¿Sabes que le tomó tres semanas elegir nuevas cortinas para el departamento? ¡Tres semanas, Aiden! Porque tuvo que planear cómo el maldito color afectaría la vista del resto de los muebles de la sala. Así que no, no puedo creer que ella quiera casarse así de pronto.
Se alejó de mí, casi se arrancó de mis brazos. Tuve que dejarla ir a su antigua caminata, como una leona enjaulada. Pasé una mano por mi rostro, esta iba a ser una mañana muy larga, y mi cabeza aún palpitaba de las secuelas de resaca.
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NO TE ENAMORES DEL SR. SEXO
ChickLitMadison tiene problemas de sobrepeso debido a su pasado. Perdió a su gemela idéntica de adolescente, y desde entonces, el sentimiento de culpa no le permite ser ella misma. Hasta que un mal encuentro laboral con su amor platónico, arranca la venda d...