Todo pasa.

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        No encajaba en ningún lado, desde que dejó el club donde se pasaba toda la semana entrenando con sus amigas ya no se sentía plena en ningún lado.

        No quiso volver más a entrenar, se había llenado de complejos, sus amigas habían dejado y ya ni siquiera se sentía cómoda ahí, quería dejar de pasar veinte horas por semana adentro del club, quería salir con amigas, tener tiempo libre, ser como las demás.

        Al principio se le daba fácil, siempre supo hacerse su lugar, conocer gente, sociabilizar no le costaba, el problema fue que muy pocas veces se sentía llena. Se le daban fácil las relaciones ¿Y? le caía mal la mayoría de la gente que conocía, no confiaba en nadie. Siempre le faltaba algo, quería conocer gente que fuera más allá. 

        Con su familia no tenía muchos mambos, aceptaba a todos tal cual eran o al menos eso intentaba, los amaba así, con sus ataques de ira, sus problemas. La gente no es perfecta y los quiso siempre así. Si su papá era feliz emborrachándose con los amigos en el bar no iba a ser ella quien lo intente cambiar, no. Sabía que su vida era por ella y nadie más, dejaba que la gente influya en ella pero sin involucrarse demasiado, creía que en la vida veníamos y nos íbamos solos y que la única persona que nos puede hundir somos nosotros mismos, lo demás pasa, todo pasa. La única persona que fue siempre indispensable y se abría sin miedo a que la lastimen era a su vieja, todos los demás podían lastimarla, pero su vieja nunca, era de fierro.

        Desde que dejó el club vivía con sus dos mejores amigas, Stefani y Denis, con ellas siempre se olvidaba de todo lo que le hacía mal y empezaba a estar mejor. No quería a nadie más, las pibas del club eran sus amigas, aunque ya no estuviera todos los días con ellas seguían siendo un equipo, pero no conocía  a nadie igual. Después se empezó a abrir y conoció a Debi y Belen, se hicieron grandes amigas. Más adelante fue a ver a no te va gustar con una compañera del colegio, se llevaban bien pero no hablaban mucho, terminó siendo su hermana y se pasaban semanas enteras juntas, esa piba la entendía mucho, no se soltaban nunca, poder ser transparente todo el tiempo con ella era lo mejor, la música, las películas, les gustaba lo mismo.

        Ahora, después de perder tantas cosas por miedo y por desconfiada, aprendió al menos un poco. Tiene a Flor y Daniela también, todos los días está cerca de sus amigas, las ve, salen, es todo lo que le hace bien, esas pibas valen oro. 

Las cosas que nunca te dije.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora